La Voz de Michoacán A ojo de buen cubero, la movilidad urbana durante el 14 de febrero fue notoriamente baja, por lo que el pronóstico es alentador en estos momentos de contingencia pues se anticipa que no habrá un repunte preocupante de casos de COVID-19 como ocurrió hace unas semanas y que mantuvo al punto del quiebre al sistema hospitalario estatal. Si bien, ya se ha superado la barrera de los 47 mil casos positivos y se acumulan 3 mil 728 defunciones, la preocupación que había para el día de la Amor y la Amistad era que la población se desbordara en convivencias sociales que terminaran por arrojar más personas contagiadas y que la cadena de contagios fuera interminable. Entre más contagios, existe el riesgo de más defunciones. Esa es la regla que tiene muy clara el Comité de Seguridad en Salud, en donde se mantiene un monitoreo permanente de la contingencia sanitaria, pues celebraciones como estas, en donde es imposible mantener a la sociedad en casa, se presentan como las oportunidades para que la COVID-19 siga creciendo. Los últimos reportes del Comité de Seguridad en Salud muestran un descenso considerable de la ocupación hospitalaria, sin embargo, esto de ninguna manera quiere decir que la contingencia esté disminuyendo o esté bajando de nivel. Lo que sí quiere decir, es que la sociedad poco a poco está entendiendo que se requiere de su colaboración para hacerle frente. El coronavirus aprovecha cualquier relajamiento social para contagiar a personas, sobre todo aquellas que presentan sistemas inmunológicos débiles, en donde pueden atacar con toda la severidad. Esto principalmente ocurre en personas que tienen alguna comorbilidad como diabetes, hipertensión, obesidad y sobrepeso, además de personas mayores. Vienen dos grandes retos más: el martes de Carnaval, que en la lógica debería estar suspendido en todo el estado, sin embargo, a pesar de las condiciones en las que nos encontramos, hay municipios en donde sigue en pie la organización de las actividades. Por más que implementen métodos y reglas claras, esto no ayudará para frenar la movilidad. Asimismo, el miércoles de ceniza se perfila como un día de mucha movilidad y por consiguiente de un repunte de casos positivos. Está más que claro que la sociedad tiene la última palabra, y si en realidad quiere que Michoacán disminuya el estatus de riesgo, se requiere de mucha voluntad. Más de 2 mil personas en estos momentos tienen toda la capacidad para estar contagiando pues tienen la enfermedad activa. Aún estamos en un momento decisivo. Las tradiciones muy probablemente se retomen después de que la contingencia se vaya. Los contagios y las defunciones por la COVID-19 ya no se recuperan.