La Voz de Michoacán La obligatoriedad de usar el cubrebocas no debió ser, y ¿por qué no? Simplemente porque la sociedad debe entender que su uso es vital para evitar contagios de COVID-19. No es posible que, a estas alturas, haya sectores de la sociedad que sigan resistiéndose a utilizar algo tan elemental para salvar vidas. Michoacán ya ha superado los 38 mil contagios y es probable que al ritmo que vamos superemos los 40 mil enfermos en este mismo mes. Esto nos habla de las dimensiones del problema. Estamos frente a un monstro que tiene muchas cabezas y que no se detiene. Estamos frente a una enfermedad que sigue implacable en Morelia, en México y en el mundo. No se diga en aquellas regiones en donde ni siquiera hay un hospital. Lamentablemente se tienen que llegar a medidas coercitivas para “medio entender” que el coronavirus le está quitando la vida a personas. Se está yendo una parte importantísima de nuestra sociedad, nuestros adultos mayores que ya entregaron una parte de su vida a los suyos. Se está yendo lo mejor de nuestra sociedad, y no quiere decir que se quede lo peor, sino la experiencia, la que hace sinergia para seguir avanzando con las nuevas generaciones. Y peor aún, a pesar de que cada vez es más cercano que haya casos de enfermos o fallecidos, haya quienes se atrevan a dudar o a minimizar de este problema que sigue creciendo. El coronavirus nos está mostrando que todo enemigo es pequeño, aún y cuando hay una vacuna que lo combate. Para que los mexicanos estén totalmente protegidos faltan muchos meses. Mientras tanto, la enfermedad seguirá cobrando vidas, contagiando a todo aquel que no entienda que las medidas sanitarias son efectivas y que pueden ayudar a cortar la cadena de contagios. Qué bueno que se aprobó esa ley. El reto ahora es que todos la cumplan, y que haya autoridad comprometida para hacerla cumplir. Sino, cualquier esfuerzo será insuficiente. Quizá sólo con leyes se entienda. Esperemos por el bien de todos, porque sino, es el inicio de un endurecimiento de medidas que llevarían al confinamiento obligatorio.