La Voz de Michoacán A tres años de que concluya el mandato Andrés Manuel López Obrador, y en la antesala del cierre de los comicios intermedios –materializando los resultados que arrojó la elección del 6 de junio-, lo que antes se acostumbraba como “tapados”, ya están más que destapados, en la carrera por la sucesión presidencial para el 2024. Esto echa abajo el temor que externó la oposición acerca de la reelección del presidente y de su supuesto interés de perpetuarse en el poder, y de otros tantos miedos que se sembraron con quien sabe qué oscuro interés. La ruta por el relevo ya subió a varios personajes que parecían predecibles, y curiosamente deja a otros “congelados”. Era de esperarse que en esa carrera estaría la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, así como el canciller Marcelo Ebrard, pero en esa lista que destapa el presidente López Obrador deja fuera a Ricardo Monreal, cuyo liderazgo y peso ha sido estratégico en estos tiempos. Aunque hasta ahora nada está escrito. Los aspirantes ya no tienen pudor en mostrar sus deseos de convertirse en candidatos a la Presidencia. Ya no se estila lo de antes y no esperan los tiempos, y saben que lograr suceder a un personaje del peso de López Obrador no es tarea sencilla, ni adentro de Morena, ni tampoco para la oposición. El propio presidente marcó el inicio. En Morena hay una larga lista de personajes que están en condiciones de levantar la mano, pero no todos en la posición de serlo. Hay quienes lo hacen por mero “deporte” de estar en la mesa de negociación, aún y cuando están conscientes de que son mínimas sus posibilidades. Esto complicará los acuerdos que al final tengan que tomar. En cambio, en la oposición hay varios personajes con el nivel de aparecer en las boletas, pero tendrán que anteponer el interés supremo de ir con él o la candidata con mayor fortaleza que le haga frente al fenómeno Morena, que ya mostró que no gana por la marca propia, aunque sí da una ventaja importante en cualquier contienda. De lo que se habla a estas alturas, a tres años de que se renueve el Gobierno de México, es de las aspiraciones, de los prospectos, y de los candidateables. Este tema está en la agenda, pero es obvio que aún no se definirán, por lo que es importante que nadie eche campanas al vuelo. Aún falta un largo camino para recorrer y conocer.