Regresa la tensión

Sería sumamente peligroso que el municipio se quede expuesto, sin el apoyo policial, pues de nada serviría todo lo que se ha vivido. Lo lamentable es que no hay capacidad operativa para que el estado y la federación se hagan completamente cargo de la seguridad.

La Voz de Michoacán

Lo que ocurrió en Nuevo Parangaricutiro era una bomba de tiempo. Los civiles armados que estaban identificados en la cabecera municipal ya tenían el ultimátum del gobierno. El desenlace sigue siendo de pronóstico reservado.

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Justamente lo complicado en estos momentos en esta comunidad es lo que sigue. Si bien llegó un grupo importante de elementos de seguridad para desarmar a los civiles que tenían el control, es casi imposible que los oficiales se queden de manera definitiva.

Y esa hipótesis la hemos visto en otros municipios, en donde se tiene este tipo de incursión policial, y al paso del tiempo se quedan solos y expuestos a los tentáculos del crimen organizado o de cualquier otro grupo con intereses legítimos o fuera de la ley.

La reacción de la incursión policial –con la quema de unidades en varios puntos de la zona entre ellos en Uruapan- sólo refleja el poder que poseen estos grupos, y de la capacidad de las autoridades para contenerlos. Podría suponerse predecible esto.

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Hace unos meses San Juan Nuevo vivió momentos crudos, de crisis, a raíz de la incursión de grupos armados que se disputaban la plaza con sus enemigos o rivales. El saldo, oficialmente dejó 5 muertos y una treintenta de heridos. La tragedia ya sigue al municipio.

Sería sumamente peligroso que el municipio se quede expuesto, sin el apoyo policial, pues de nada serviría todo lo que se ha vivido. Lo lamentable es que no hay capacidad operativa para que el estado y la federación se hagan completamente cargo de la seguridad, por lo menos de manera definitiva.

El gobierno del estado ha dicho claramente que no existen grupos de autodefensa en Michoacán, y por más legítimos que se asuman o tengan banderas sociales, ninguno está libre de un vínculo o nexo con la delincuencia. Así de duro y trágico es el estudio gubernamental.

No obstante, hay municipios que no tienen capacidad para proteger a sus habitantes y están expuestos a esto. Imagine si así está Nuevo Parangaricutiro, municipio próspero y productor de aguacate, separado a 14 kilómetros de Uruapan, el bastión del “oro verde”, cómo estarán municipios alejados de los grandes centros de comercio y de las ciudades más importantes.