Reivindicación

Alejandro Moreno dejó claro que no iba a dejar la dirigencia nacional del PRI, decisión que podría hundir al partido.

La Voz de Michoacán

La decisión de Alejandro Moreno de no dejar la dirigencia nacional del PRI proyecta hundir una marca política que, de por sí, es la más manchada en el imaginario social, según lo han demostrado diversos ejercicios de opinión pública. En la reunión con los diversos exdirigentes priistas se le hizo saber, justamente, que más allá de la debacle en los ejercicios electorales (en los cuales ha perdido 20 de 21 gubernaturas), los recientes escándalos lo con-vierten en una figura indeseable para el partido, para los medios y particularmente para el electorado de cara al 2024, haciendo referencia a sus claras intenciones de competir por la Presidencia de la República.

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Pero las argumentaciones no sirvieron y decidió mantener y finalizar su periodo hasta agosto de 2023. A pesar de lo golpeado y lo adolorido del PRI, la línea institucional del partido apoya a su dirigente y en el discurso de las figuras tricolores ha encontrado un respaldo mayoritario que difícilmente se puede justificar en otra situación que la “institucionalidad” misma. La argumentación de personajes michoacanos ha sido, por ejemplo, que no ha sido su culpa la histórica debacle priista, sin embargo, poco o nada han podido justificar en defensa de las declaraciones, que más allá de la ilegalidad en que fueron obtenidas revelan aun personaje ruin y la antítesis del político ideal. ¿O es quizá todo lo contrario? ¿La permanencia de Alito como dirigente nacional reivindica todos los pecados que se le achacan al PRI?