Horacio Erik Avilés Martínez Después de más de una década operando, el Programa de Escuelas de Tiempo Completo (PETC) vio su fin durante la actual administración federal, extinguiéndose con el calendario del año 2019. Gracias a la lucha de organizaciones de la sociedad civil sobrevivieron durante 2020 y 2021, encunadas en el programa La Escuela Es Nuestra (LEEN) dos pilares esenciales: la jornada escolar ampliada y la alimentación escolar, los cuales garantizaban 8 horas diarias en la escuela, en horario generalmente de 08:00 a 16:00 horas, así como desayuno y comida para los estudiantes inscritos en este tipo de planteles. Este par de garantías fueron estudiadas ampliamente por organismos evaluadores de la política social, por reputados académicos, fueron materia de investigaciones conforme al método científico y los resultados siempre fueron positivos en el sentido de que ambos componentes impactan positivamente en el aprendizaje, a la par que alejan de la pobreza a quienes participan en ello. Incluso, esta política pública fue replicada por países de Centro y Sudamérica. Sin embargo, a pesar de los éxitos mencionados, el pasado 1 de marzo entraron en vigor las Reglas de Operación de LEEN para 2022, en las cuales se borraron ambos componentes. Derivado de esa injusticia que lesiona gravemente los derechos de 3.6 millones de estudiantes se generó una ola de indignación y movilización nacional que ha mantenido el tema en agenda pública. Al respecto, por lo menos 15 entidades federativas se comprometieron a resarcir el daño ocasionado por la SEP desde lo local. Michoacán fue uno de ellos. Responsablemente, el Gobierno del Estado de Michoacán ha demostrado voluntad política para resolver la situación y ha dado pasos rumbo a la solución de la problemática, poniendo a los niños primero, buscando conformar un programa operativo para asignar presupuesto para tales efectos. Por lo pronto, ya se anunció que al retorno de las vacaciones de primavera estará recomenzando esta clase de medidas, fijándose el 25 de abril como punto de partida para dotar de continuidad a la atención brindada a los estudiantes michoacanos. Aunque la titular de la SEP haya anunciado que en LEEN estarán los recursos para alimentación y jornada ampliada, su posicionamiento contiene falencias de origen, como el hecho de pulverizar recursos hasta volverlos prácticamente inutilizables para los fines que fueron planteados originalmente. Es favorable que la Secretaría de Educación en el Estado anuncie articularse con el DIF estatal para garantizar los desayunos y las comidas escolares, lo cual estaría beneficiando a 833 plantees y 73 mil 400 estudiantes, aproximadamente, de los cuales 46 mil 437 estudiantes se encuentran en condiciones de alta y muy alta marginación, según datos de la SEE brindados vía redes sociales durante esta semana. Asimismo, se habla de involucrar a cada uno de los DIF municipales para que se generen presupuestos colaborativos entre el orden municipal y el estatal. Incluso, de la posibilidad de que los padres de familia brinden alguna módica cooperación, hasta lograra completar los 15 pesos que tenía cada estudiante para su alimentación diaria. Asimismo, resulta favorable pensar en la ampliación de los alcances de la política social a través de este par de medidas, el cual pasa por la conformación de un padrón de niñas y niños, que incluya el monitoreo de su peso y talla, así como la verificación de la calidad nutritiva de los desayunos y comidas escolares. Se realizó también el compromiso de mejorar la distribución de los alimentos y de normarla desde las reglas de operación para que lleguen con pertinencia a los planteles escolares. Aunado a lo anterior, se mencionó que se harán compras consolidadas mediante licitación abierta al público, con transparencia en el ejercicio de los recursos. En lo laboral, anunció la titular de la SEE que no se cambiarán de sus centros de trabajo a los trabajadores de la educación adscritos a escuelas de jornada ampliada. Es decir, la plantilla de personal seguirá igual. Respecto a los pagos para los maestros, quienes tengan una sola plaza recibirán compensación, mientras que los de doble plaza y tres cuartos, no recibirán recursos extra, simplemente estarán devengando su salario. Se menciona que las compensaciones estarán aseguradas por parte del gobierno estatal. En lo general, en Michoacán salimos de la incertidumbre y ya existe voluntad política declarada, a la vez que se está pasando del qué al cómo, al quién y al cuánto. Eso es positivo desde ahora. Es sabido que el diseño de políticas públicas requiere contar con criterios, acotamientos y condicionantes claramente definidas para poder mejorarlas progresivamente. Por ejemplo, hay algunos puntos que deben tomarse en cuenta a manera de linderos para establecer bien la superficie operativa para la implementación del par de medidas mencionadas. Veamos: Es importante centrarse más en los derechos de niñas, niños y jóvenes, los cuales serán subsidiados mediante la implementación de los dos componentes, lo cual implica, entre otras cosas, dejar de usar el nombre de “Programa de Escuelas de Tiempo Completo”. Si bien es totalmente de forma, implica seguir evocando un programa que la actual administración federal desapareció. Ahora lo que hay es “La Escuela es Nuestra” (LEEN) y, a menos que se conforme un programa completamente nuevo y, por ende, tenga ya un nombre propio en la entidad. Debe contar con fundamentación y motivación jurídicas, bajo el principio de progresividad y conforme a suficiencia presupuestal, con la finalidad de que los beneficios de la jornada ampliada y la alimentación sean una realidad para todos los estudiantes de educación básica en la entidad. Uno de los puntos que deben ser irreductibles en el saneamiento de las escuelas de este tipo es la justificación de dobles plazas en jornada ampliada, toda vez que había quienes recibían hasta triple ingreso, laborando menos horas a la semana de las que deberían. Por esa razón hay muchas escuelas que están repletos de personajes con tiempos completos. Debe priorizarse altamente el control y combate de la corrupción en el programa, en el manejo de recursos financieros, materiales y humanos. Hay mucha casuística durante la existencia de PETC, respecto a malos manejos presupuestales. Pero también, a pesar de su corta existencia, también en LEEN, programa que al quedar sin obligatoriedad de pagar la alimentación y la jornada ampliada quedará exclusivamente destinado a la autoconstrucción, con el riesgo inmenso de que el amplio catálogo de vicios y actos de corrupción generados en torno a la obra pública se aparezcan en los planteles escolares michoacanos. Limitar la injustificable presencia de administradores eternos del programa, quienes fueron parte del problema en su momento, por lo cual se requiere sanear la burocracia encargada a nivel estatal de conducir estos componentes. Acotar la existencia de intermediarios corporativistas en este ámbito, quienes politizan el ejercicio de los recursos y lucran con los padres de familia, estudiantes y maestros. Contener la alteridad que supone la existencia de programas paralelos, que succionan recursos sin contar con autorización ni validación metodológica, arrancando tajadas presupuestales mediante las vías de la movilización social y la negociación política. Garantizar la limpieza ideológica de esta clase de programas. No deben ser usados para inducir la postura político-electoral de los padres de familia, ni tampoco de los estudiantes ni de sus maestros. Evitar el clientelismo político. La entrega de recursos directos para los padres de familia implica claudicar a la responsabilidad de generar compras inteligentes y consolidadas, economías de escala, así como lograr construir todas las sinergias y círculos virtuosos que se activan cuando hay concentración de recursos. ¿Para qué le sirven 15 pesos en la mano a un padre de familia si se trata de darles de desayunar y de comer a sus hijos? Es importante elevar el compromiso con la jornada ampliada y la alimentación escolar, mediante el redireccionamiento presupuestal, la vinculación y articulación de la jornada escolar ampliada con la política social, para garantizar un impacto integral en los estudiantes que cursen ya carreras a nivel superior. Por otra parte, tampoco debe soslayarse el hecho de que la anunciada federalización de la nómina educativa y la recuperación de la jornada escolar ampliada tienen un vértice en común en materia de recursos humanos del sistema educativo: la regularidad de los trabajadores de la educación contratados para tales efectos. ¿Resisten la revisión de sus padrones de maestros bajo criterios federales? Si no se construye debidamente este programa puede convertirse desde su inicio en un tremendo obstáculo para lograr la tan anunciada federalización. Más aún, es sabido que este tipo de planteles ha servido lamentablemente de parapeto para quienes poseen tiempo completo o doble plaza y desean evadir sus responsabilidades, ya que pueden llegar a estar cobrando doble plaza, además de una compensación, con la potencialidad de obtener intrínsecas ganancias políticas, electorales, ideológicas y económicas, mediante la manipulación de la comunidad educativa y las amplias posibilidades de ejercer actos de corrupción en la administración de los recursos escolares. Lograr sortear los intereses sindicales, gremiales y políticos para restituir el orden, la transparencia y los criterios académicos ya mencionados es una alta misión de quienes emprendan este programa de nombre aún por definir. Resulta muy importante tomar en cuenta todos estos factores y consideraciones al momento de diseñar el programa local que resolverá el problema creado artificialmente desde el orden federal, lo cual posibilitará que las niñas, niños y jóvenes en Michoacán tengan garantizados sus derechos humanos, hay mucho por hacer al respecto. Merecemos un contar con un sistema educativo efectivo y garantista. Sus comentarios son bienvenidos en eaviles@mexicanosprimero.org y en Twitter en @Erik_Aviles