Horacio Erik Avilés Martínez A nueve meses de la administración estatal se perciben cambios sustanciales en materia educativa. Si bien, aún no se ha revelado la visión educativa para Michoacán con el horizonte al 2027, al no haberse concluido aún ni el Plan Estatal de Desarrollo ni el Programa Sectorial de Educación, sí se ven metas alcanzadas y acciones tendientes a mejorarlas condiciones del sistema educativo estatal. Empero, en algunos temas no se ha avanzado a la misma velocidad. Es manifiesto que persisten los intereses creados, los cuales buscan por todos los medios a su alcance sostener sus privilegios, a costa del erario destinado originariamente a la educación de la niñez y la juventud en Michoacán. Un ejemplo ha sido la disputa por mutilar el calendario escolar. Los grupos que se benefician de la movilización o del boicot panfletista están llevando su papel hasta las últimas consecuencias. En contrapunto, la autoridad educativa está reconociendo públicamente a los planteles que han optado por respetar el calendario escolar y en sus redes sociales institucionales están dándolos a conocer. Preocupa en esa controversia en redes sociales que se han evidenciado tanto la falta de respeto a la línea de mando en la educación estatal como la saturación de los grupos escolares, toda vez que al revisar la nómina magisterial, por la cantidad de trabajadores de la educación contratados, difícilmente pasa el promedio de 17 estudiantes por maestro, lo cual en las imágenes cargadas en las redes sociales de la Secretaría de Educación en el Estado de Michoacán se visualiza muy diferente, infiriéndose que no se ha erradicado la mala práctica de que los maestros trabajen por los ausentes. En contraste, resultaría ocioso e interminable exhibir a los planteles que ya clausuraron. Una búsqueda simple en redes sociales o ingresar al perfil de cualquier maestro, padre de familia, estudiante, funcionario municipal o estatal nos permitirá rápidamente conocer los nombres de las instituciones educativas que ya dieron por finalizado el ciclo escolar. Más bien es importante formular medidas que permitan el cumplimiento irrestricto del calendario escolar 2022-2023. Una acción que, desde Mexicanos Primero Michoacán hemos propuesto desde hace más de una década es la conformación del “clasómetro”, consistente en una aplicación web o para celular desde la cual, grupo por grupo y escuela por escuela, diariamente se pueda conocer si hubo actividades educativas o no y bajo cuáles condiciones. Instrumentarla no es difícil ni onerosa, toda vez que se cuenta con el capital tecnológico y recursos humanos en la Secretaría de Educación en el Estado, máxime que se están colocando antenas de Internet satelital en las comunidades más geográficamente dispersas de la entidad. Lo que se requeriría es voluntad política para ponerla en marcha y que el organigrama de las instituciones educativas responda a las instrucciones superiores. Partiendo del hecho de que los maestros de vocación están en las aulas, bien vale la pena apoyarse en ellos para realizar esta clase de medidas que, en otras latitudes son obvias, pero que en Michoacán resultan altamente disruptivas. La federalización de la nómina, la bancarización de la dispersión de los pagos quincenales y muchas otras acciones más deben partir del principio de gradualidad y de una relación directa entre la parte patronal y la base trabajadora. Opuestamente a los abusos documentados, así como a los casos dudosos como los de los eventuales contratados por los sindicatos y grupos gremiales, sí que hay grupos vulnerados dentro del magisterio michoacano, como los maestros de inglés del PRONI en Michoacán, quienes la pasada quincena completaron medio año en el ciclo escolar2021-2022, con irregularidades en el pago de sus salarios; ya incluso, se les invitó a participaren una nueva convocatoria para el siguiente ciclo escolar, sin que cuenten con el pago puntual de sus servicios profesionales, ni siquiera habiéndose transferido ya el recurso federal a la entidad. Se requiere conformar soluciones para quienes sí están trabajando, quienes sí reportan resultados y permiten el paso a la transparencia. Por otra parte, las necesidades de construcción, mantenimiento preventivo y correctivo, así como de dotación de servicios y equipamiento son muchísimas en la entidad. Aún así, hay prioridades y emergencias, como las que sobrevienen en temporada de lluvias, cuando suelen visibilizarse las omisiones y descuidos acumulados. Un caso que lleva décadas sin contar con una solución definitiva y favorable es el de la infraestructura de la escuela primaria “Belisario Domínguez”, que amerita intervención urgente, por poner en riesgo la integridad física de los integrantes de la comunidad escolar. El citado plantel es emblemático por encontrarse en pleno Centro Histórico de Morelia. El mensaje que se envía merece atención y respuesta, ya que se puede pensar que, sí así están los planteles del primer cuadro de la capital, qué se puede esperar en las comunidades más alejadas de la entidad federativa. Una gran preocupación que sigue latente es la atención al rezago educativo, que por definición afecta a las personas mayores de 15 años. Michoacán es cuarto lugar nacional en rezago educativo, con 3 de cada 7 personas en esta situación. En el marco del proceso de construcción del Presupuesto de Egresos de la Federación 2023(PEF2023) es momento de exigirse revierta el adelgazamiento sistemático que ha vivido el INEA y se presupueste dignamente a favor de la atención educativa de los adultos mexicanos en rezago educativo, toda vez que hoy apenas alcanza los $55 pesos por persona que no ha concluido la educación básica, cifra clara-mente insuficiente para siquiera proveerles de un libro de texto y una libreta. El acto de gobernar con congruencia implica presupuestar y, si se recorta el gasto, sólo se manifiesta que las intenciones de la administración en curso son otras. Gobernar a favor del derecho a la educación implica que quienes estén en rezago educativo sean los primeros beneficiarios de políticas educativas que reviertan la situación. Si esto no ocurre, el discurso oficial resulta desmentido por las propias obras. Cuando no se atienden las principales necesidades de la población, especialmente cuando fenómenos sociales como el rezago educativo resurgen, especialmente en el contexto de la pandemia, que imposibilitó el ejercicio del derecho a la educación a millones de mexicanos. Las tendencias en materia de indicadores educativos son preocupantes porque son resultado del abandono institucional, la corrupción y el desdén por un segmento poblacional que es revictimizado con el adelgazamiento presupuestal, el cual responde a una visión eficientista del ejercicio del gasto público, no a la vocación de un gobierno que abraza las causas sociales en el discurso, el cual se contradice con las cifras cada vez menores que se asignan a dependencias como el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA). El gobierno federal debe garantizar que la política de atención al rezago educativo sea integral y esté debidamente provista de recursos, es su obligación; pero, a la cual está claudicando, lo dicen las evidencias presupuestales. Las décadas siguen acumulándose y no se acierta a establecer programas que reviertan el rezago educativo, lo cual perpetúa la pobreza, la desigualdad, el desempleo, la migración y la delincuencia, entre otros flagelos sociales. La llamada “franja de la pobreza”, compuesta por Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Michoacán continuará siendo tal mientras no se implementen políticas públicas que reviertan las desigualdades regionales. El ámbito educativo es medular, porque es el principal factor que puede romper la transmisión intergeneracional de la pobreza. A cuatro años del actual gobierno federal, la promesa de transformar el sistema educativo nacional sigue siendo un área de oportunidad. Es más, se cuenta con las cifras que vierte el INEGI, pero la SEP aún no ha podido establecer siquiera un diagnóstico certero respecto a la pérdida de aprendizajes ocurrida durante la pandemia entre la población escolarizada; mucho menos ha establecido una política de escolarización para quienes están fuera del sistema educativo, ni para alcanzar la llamada excelencia, que se elevó a nivel constitucional pero que hasta ahora no ha logrado alcanzarse en las comunidades escolares nacionales, especialmente aquellas más marginadas. Es momento de hacer un llamado al gobierno federal a establecer medidas que reviertan la desigualdad educativa y territorial, antes de que termine este ciclo escolar debe presupuestarse al respecto para que el PEF2023 ya contemple soluciones para entidades como Michoacán. Otros procesos que están en marcha, pero que preocupan por las consecuencias que se pueden suscitar son los cambios de adscripción y la promoción docente a través de la Unidad Estatal del Sistema para la Carrera de Maestras y Maestros (UESICAMM). Como consecuencia de usos y costumbres de décadas, cientos de trabajadores de la educación se encuentran a la expectativa por la convocatoria de cambios de centro de trabajo, tienen esperanzas de participar y de encontrar lugares suficientes para que al fin alcancen adscripciones en planteles escolares más próximos a sus hogares, los cuales por años han esperado y no han obtenido, por la falta de procesos abiertos, transparentes y meritocráticos, reinando más bien la corrupción. Si bien, la autoridad ya emitió convocatoria oficial y también interpuso denuncias contra quienes emitieron sus convocatorias paralelas, los grupos fácticos encunados entre el magisterio michoacano ya amenazan con impedir la toma de posesión de los trabajadores de la educación quienes participen en las convocatorias oficiales. La promoción de los docentes también está en la misma tesitura: con convocatorias paralelas, listas de prelación clonadas y con la amenaza de boicotear tomas de posesión de quienes resulten beneficiados conforme a lo que estipule la autoridad. Finalmente, este fin de semana se realizará el examen de ingreso a las escuelas normales michoacanas, etapa de un proceso que, de lograrse concretar exitosamente marcará un parteaguas en la historia reciente. Esperemos acciones y resultados en breve, porque de lograr aprovechar el tiempo, tanto en el escritorio como en el aula, antes de que se cierre el ciclo escolar por completo se pueden gestar grandes cambios que permitirán hacer del próximo calendario escolar uno muy próspero y verdaderamente transformador. ¡Que así sea! Sus comentarios son bienvenidos en: eaviles@mexicanosprimero.org y en Twitter en @Erik_Aviles *Doctor en ciencias del des-arrollo regional y Director Gene-ral de Mexicanos