Horacio Erik Avilés Martínez* Esta semana fue liberado el tercer tomo de PISA 2022, denominado Mentes Creativas, Escuelas Creativas. Está referido a la medición del pensamiento creativo de los estudiantes de 15 años participantes en la prueba, a escala internacional. Esta es la primera ocasión en la cual la Prueba PISA evalúa el pensamiento creativo de los jóvenes de la edad citada que habitan en países pertenecientes a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). En ella, se estimó la habilidad que poseen los jóvenes que respondieron la prueba para involucrarse productivamente en la generación, evaluación y mejora continua de ideas. El pensamiento creativo es una de las principales habilidades requeridas para los trabajadores en la actualidad, solamente debajo del pensamiento analítico, especialmente en empleos altamente calificados. Como a los trabajadores de nuestros tiempos se les requiere que contribuyan al cambio, como una constante que exige la competitividad imperante, en un entorno de digitalización e inteligencia artificial, la innovación, la creatividad y el pensamiento crítico cobran cada vez más valor respecto a la realización de actividades rutinarias con relativa habilidad, ya que éstas tienen mayor susceptibilidad a ser reemplazadas. Nuestra nación, una vez más, no logró alcanzar el puntaje promedio en PISA, ya que, de acuerdo con la publicación, México está ubicado entre los países que obtuvieron un rendimiento significativamente menor al del promedio de los países pertenecientes a la OCDE, ya que solamente se obtuvieron 29 puntos en promedio al mensurarse la creatividad, concebida como el abordaje de las actividades cotidianas de una manera no convencional. Los países a los cuales se equiparó México en esta ocasión fueron Serbia, Uruguay y Emiratos Árabes Unidos, quedando distante de naciones como fueron Singapur, Corea del Sur, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Estonia, Finlandia, Dinamarca, Latvia, Bélgica, Polonia y Portugal, las cuales, en el orden referido alcanzaron puntajes entre 41 y 34 puntos, mientras que el promedio de las naciones aplicantes fue de 33 puntos. PISA 2022 buscó evaluar el pensamiento creativo a través de cuatro dominios: expresión escrita, expresión visual, resolución de problemas sociales y resolución de problemas científicos. En ellos, hubo actividades que no tenían una respuesta única, lo cual permitía la construcción de soluciones no convencionales, es decir, creativas. Este hecho se repitió en 1 de cada 2 estudiantes evaluados, quienes desarrollaron ideas originales para resolver problemas aparentemente cotidianos. A pesar de que los resultados no nos favorecieron en materia de los puntajes absolutos, el reporte que emitió la OCDE ubica a nuestro país en un grupo de siete naciones, con Chile, Nueva Zelanda, Costa Rica, Canadá y El Salvador, en los cuales los jóvenes tuvieron en promedio un desempeño 4.5 puntos superiores a lo que podría esperarse en materia de pensamiento creativo, lo cual se cualificó como un “fuerte desempeño relativo”. Una vez más, PISA 2022 revela la fuerte influencia de los aspectos económicos en la generación de brechas de puntajes. En pensamiento creativo, los estudiantes que se encuentran en los deciles más altos en materia de ingresos obtienen mayores puntajes en la materia. Nuestra desigualdad es tal, que los estudiantes mexicanos que se encuentran en los diez percentiles con menor ingreso económico apenas obtuvieron 15 puntos en promedio, mientras que aquellos que están en el 25 por ciento con menor ingreso económico alcanzaron apenas un poco más de 20 puntos, mientras que los estudiantes que se encuentran en el 75 por ciento de mayor ingreso alcanzaron puntajes de 35, es decir, por encima de la media de la OCDE, mientras que los que tienen un 90 por ciento por encima del mayor ingreso incluso alcanzaron arriba de 40 puntos. Es decir, las habilidades de pensamiento creativo en México son altamente reactivas al estatus socioeconómico. PISA 2022 es una prueba que pondera las condiciones socioeconómicas y por ello subraya que el 12 por ciento de los estudiantes mexicanos alcanzaron el estatus de “estudiantes académicamente resilientes”, logrando que sus resultados en materia de pensamiento creativo superen sus condiciones de vida, generando la esperanza de que origen no sea destino. Sin embargo, esto no debería quedarse en un ideal o en una conclusión aventurada, sino debería de convertirse en una política pública que, tanto fomente el pensamiento creativo de manera universal como que brinde senderos certeros de vida a los estudiantes de quince años o más, asegurándoles trayectorias completas y efectivas a través del sistema educativo nacional. En contraste, no podemos dejar de recordar que apenas en diciembre de 2023, el gobierno de nuestro país desacreditó los resultados obtenidos en PISA 2022, en el marco de la difusión de sus resultados en materia de matemáticas, comprensión lectora y ciencias, donde México obtuvo apenas 395 puntos en matemáticas, 415 puntos en lectura y en ciencias 410 puntos, todos los cuales significaron retrocesos respecto a la aplicación de 2018, que tampoco era para presumir, ciertamente. En suma, podemos ver un estancamiento desde PISA 2000 a la fecha para nuestra nación, los niveles son equiparables, habiendo transcurrido 24 años, 4 sexenios, con transiciones de tres partidos políticos diferentes al frente de la política educativa nacional, lo cual debe de llamar a la acción en todos los sentidos para diseñar e implementar las medidas necesarias para que los estudiantes de nuestro país desarrollen las habilidades necesarias para resolver problemas de la vida cotidiana, a escala comunitaria. Los hallazgos en PISA 2022 en materia de desarrollo del pensamiento creativo son muy importantes, ya que pueden catalizar la competitividad y el desarrollo de una nación, de un sector productivo, de empresas y de individuos o ralentizarlos, en caso de no poseerse las competencias necesarias. Imaginemos el impacto que el pensamiento creativo bien encausado puede llegar a tener en una entidad federativa como Michoacán de Ocampo, donde tenemos el primer lugar nacional de la producción agrícola primaria, así como un altísimo lugar siempre en materia de recepción de remesas, pero cayendo a la media nacional cuando se trata de ponderar el valor de la producción con mano de obra agregada. Está demostrada la altísima correlación existente entre la escolaridad promedio que cursa una persona y el nivel de ingresos que percibe. Si esto, a su vez se apuntalara con un sistema educativo que privilegiase el desarrollo de competencias en materia de pensamiento crítico, analítico y creativo prontamente podríamos no solamente revertir los flagelos con los cuales contamos como entidad federativa en materia de pobreza, desigualdad, violencia, criminalidad, migración y rezago educativo, sino que podríamos despuntar prontamente en materia de competitividad sistémica, escalando posiciones, atrayendo, reteniendo y potenciando inversiones, generando mayor valor agregado en el sistema productivo local y, alcanzando con ello, mayores niveles de desarrollo humano. En contraste, imaginemos un país gobernado por personas que no tienen altas capacidades de desarrollar pensamiento creativo; las escasas posibilidades de supervivencia de un sector empresarial en una entidad federativa o la amenaza a la sostenibilidad de una empresa por no contarse con mandos directivos actualizados, con contexto y posesión de competencias respecto al pensamiento creativo, en la dirección de un medio de comunicación, como, por ejemplo, un diario. En manos de personas sin la capacidad necesaria, podrían cometerse errores estratégicos de tal nivel como recortar la plantilla de personal, por considerarse reemplazable por inteligencia artificial a los reporteros de la fuente, a los editores de texto, así como a los de diseño web y gráficos. Esto resultaría impensable en un medio de comunicación que quisiese permanecer competitivo, porque en el actual entorno justo se requiere invertir en talento humano con capacidades creativas muy por encima de la inteligencia artificial, quienes sean incluso capaces de distinguir cuando alguien intenta hacer pasar un texto como propio cuando es producto del plagio o de la inteligencia artificial generativa. En suma, ante la participación de México en esta prueba y quedando pendiente la realización del pilotaje rumbo a PISA 2025, queda patente la gran importancia de contar con información invaluable acerca del desempeño educativo de nuestro país para la mejora continua de la política educativa. Los hallazgos son múltiples respecto al pensamiento creativo, que a su vez nos impele a encontrar como nación soluciones disruptivas a la problemática que está presente en nuestro sistema socioeconómico y educativo en particular. Paralelamente, dentro de la transición gubernamental al frente del poder ejecutivo federal, ya se anunciaron nombres de quienes ocuparán cargos del gabinete económico. En la toma de decisiones destacan diversas personas quienes tienen formación académica como investigadores. Así también, se mencionó la elevación a secretaría del CONAHCYT, la cual conducirá una mujer, la Dra. Rosaura Ruiz Gutiérrez, destacada académica nacional, quien de entrada contará con una alta vinculación hacia el gabinete económico, del cual formará parte. En PISA 2022, México superó el promedio en expresión visual y en expresión escrita se ubicó en la media, mientras que, en la generación de ideas diversas; en la generación, implementación y evaluación de ideas creativas, así como en la resolución de problemas sociales y científicos nos quedamos por debajo del promedio. Pero, estos perfiles que llegan al gabinete nacional permiten pensar que podremos convertir las debilidades en fortalezas en poco tiempo y justo en esas materias. Es un gran momento para pensar en cambios estructurales en las políticas educativas nacionales, de tal manera que se aproveche esta información estratégica que está disponible para todo público en el portal de la OCDE, de tal manera que se realicen los ajustes en nuestro país para que se potencien las principales habilidades que permitirán a nuestra nación ser más competitividad, desarrollada, próspera y armónica. No tenemos qué esperar más para que estas competencias se promuevan desde nuestro sistema educativo nacional y estatal en particular. Pero que no sea una vez más, una serie de medidas cosméticas, donde la retórica y la demagogia nunca alcanzan a generar un cambio en las comunidades escolares, que es en donde verdaderamente se requiere que esta clase de acciones causen impacto. Hay razones fundadas para conformar una nueva realidad en materia educativa, para que el aprendizaje suceda y las habilidades de pensamiento analítico, crítico y creativo sean fortalezas que les permitan abrirse camino en la vida a las generaciones en formación, así como construir la sociedad futura en la cual merecen vivir. Que así sea. Sus comentarios son bienvenidos en eaviles@mexicanosprimero.org y en Twitter en @Erik_Aviles *Doctor en ciencias del desarrollo regional y director fundador de Mexicanos Primero capítulo Michoacán, A.C
La Voz de Michoacán
