CUARTO PODER |¿Autócrata?

Curiosamente, Donald Trump está evidenciando dos fenómenos no vividos ni vistos en Estados Unidos: su enorme popularidad – por lo menos de quienes están decididos a respaldarlo y movilizarse – y que la sociedad norteamericana está dividida casi equitativamente.

Etelberto Cruz Loeza

El presidente de la república, lo es – no lo olvides -  hasta el último segundo, del último minuto de la última ahora del último día de su mandato

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- Luis Spota

Nuestro titular del poder Ejecutivo Federal, Andrés Manuel López Obrador, sabe lo que es:  personificación del poder, casi, absoluto en el país.

Mas también lo sabe, que ese poder es finito; que día a día se le está yendo, y que, aunque no lo quiera, está regulado por las leyes, pero, él trata de conservar el poder y, además, heredarlo, olvidando que ningún expresidente de la República ha podido lograr que la alternancia en el poder, sea a quien él quiere.

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A pesar de que estudió Ciencias Políticas, lo olvida.

En ningún Estado, nación, país democrático como el nuestro el grupo en el poder por un sexenio, ha permanecido más de seis años; pensar ir más allá es vivir en el error.

Ejemplos de lo anterior, están en Brasil: Jair Bolsonaro se aferró a él. Trató de no entregarlo, mantenerlo agotando, flexibilizando y hasta abusando el marco legal para implantar estado de excepción-facultades extraordinarias, más las instituciones constitucionales actuaron y mejor se fue a Florida. ¡Mandó al diablo las instituciones!

Donald Trump intentó lo mismo, pero por otra figura, la más violenta e imposible: tomar el Capitolio. Impedir la validación de la elección constitucional Federal que se realizaba en el Senado y mantener el poder en lo que se revisaba casilla por casilla para cambiar el sentido=tendencia de la elección y hacer a un lado le determinación del Colegio Electoral. Aparte de sus problemas fiscales y personales, enfrenta cargos de sedición y podría ir a la cárcel, pero si no es encarcelado ¡podría ser candidato del partido Republicano a la presidencia de la República! un absurdo, legal, además.

(En media semana anterior, Donald Trump fue acusado e imputado de cuatro cargos federales; de esos cargos todos son graves, pero sobresalen dos: que intentó dañar el sistema democrático, para lo que conspiró y mintió a sus simpatizantes y el otro, que conspiró para dañar los derechos políticos de los ciudadanos. Es posible, y altamente probable, que sea detenido y/o sus abogados negocien y no sea encarcelado, pero sí acordarán que no participe en las futuras elecciones del 3 noviembre de 2024.)

Curiosamente, Donald Trump está evidenciando dos fenómenos no vividos ni vistos en Estados Unidos: su enorme popularidad – por lo menos de quienes están decididos a respaldarlo y movilizarse - y que la sociedad norteamericana está dividida casi equitativamente.

Evo Morales, en Bolivia, tramaba su enésima reelección, pero los militares y la policía le invitaron a que se separara del poder y se fuera del país.

Pedro Castillo, en Perú, fue detenido por sus instituciones constitucionales; fue detenido, está bajo proceso, acusado de intentar autogolpe de Estado ¡Para permanecer en el poder!… ¡No sabía gobernar!

Andrés Manuel trata de estar en todas y seguir con su juego de intervenir y dirigir la política partidista en el país: Lo hizo en su partido…violando la ley, pero, muy vivo le solicitó a su amiga la consejera presidenta del Consejo General del INE cómo hacerle y Taddei le señaló una ruta de puros sinónimos: no está en campaña en búsqueda de su candidato: es del representante de comités estatales de la cuarta transformación. No es precampaña. Es gira de información. Y así por el estilo.

Otro más, sugirió que en Movimiento Ciudadano – su cuate Dante Delgado -  considere abrir el portón o a Samuel García – gobernador de Nuevo León o a Luis Donaldo Colosio Rojas, alcalde de Monterrey, para dividir y desgastar y tener más posibilidades vencer.

En nuestro sistema político partidista y democrático existen y funcionan las instituciones responsables de organizar, validar y, al final calificar, el proceso electoral: leyes, códigos, Instituto Nacional Electoral, Registro Federal de Electores y Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, y, finalmente, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, todos ellos en el marco de nuestra Constitución Política: Estadio, público, diamante, jugadores, hasta revisión-videotape…. pero los umpires…no hacen su trabajo: aplicar las reglas del juego. ¿De qué y para qué sirven?

Todos ven y señalan que el titular del Ejecutivo Federal, su partido político – dirigencia política nacional - y estatal y municipal, gobernadores de su parido y representantes populares – al H. Congreso de la Unión – en ambas cámaras – y sus llamadas corcholatas – todos ellos violan – y con todas las palabras lo hacen y lo afirman -  todo el encaje legal; se les amonesta y ¡no pasa nada!

Presidencia de la República usa a las dependencias federales para atacar y confrontar a   quienes le disputan el espacio mediático y, por supuesto, el poder político. Se le van con todo y le echan bola.

Pareciera que le tienen miedo y no van directo al hecho en sí, le dan vuelta y lo retuercen

¡No hay quien se atreva a ponerle el cascabel al gato!