CUARTO PODER|¿Reescribiendo la historia?

Con todo y que el Lic. Murillo es institucional, podría abrirse otra Caja de Pandora, por un lado y por otro, nadie lo desea, pero no le convendría a AMLO que, por sus males crónico degenerativos, el Lic. Jesús Murillo Karam falleciera en prisión. ¡Sería escenario muy poco deseado!

ETELBERTO CRUZ LOEZA.

Siempre he dicho que los políticos son hombres de poca palabra y los pueblos, de poca memoria. ¡qué pronto olvidan los pueblos! César Darío. el tiempo de la ira.

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-Luis Spota.

Cuando un gobierno-Estado carece de elementos para ofrecer una información que satisfaga a todos, crea una comisión y asunto resuelto. Ejemplifico: En torno al asesinato del presidente John Fitzgerald Kennedy, en Dallas, Txs., se crearon varias teorías. Ninguna dejó satisfechos a todos. De común acuerdo sus Poderes Republicanos, entregaron esa papa caliente a su Suprema Corte de Justicia, la que creó la famosa Comisión Warren. Ella entregó a todos y a toda la nación su informe donde sobresalía la Bala Milagrosa y aunque generó más dudas, ya no hubo para dónde hacerse y si no se aceptó, si dejó de sonar y el asunto se archivó. Asunto resuelto.

Así, en nuestro país, se han creado varias de este tipo de comisiones. Una de ella, la Comisión para Encontrar la Verdad y la Justicia sobre la Desaparición de los 43 Alumnos de la Escuela Normal Rural Profr. Raúl Isidro Burgos, establecida en Ayotzinapa, Gro., presidida por el Subsecretario de Gobernación Alejandro Encinas -  Hombre de todas las Confianzas del Ejecutivo Federal - recientemente, terminó sus averiguaciones y entregó su informe final.

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A casi 8 años de distancia – faltan 3 semanas – llegó a varias conclusiones – que confirmaron lo que ya se sabía, mas agregó elementos nuevos valiosos y determinantes, en la relación político-social del Ejecutivo Federal con las organizaciones de los llamados padres de los 43 normalistas desaparecidos:     

No hay indicio alguno de que los normalistas se encuentren con vida.

La desaparición de los 43 normalistas constituyó un crimen de Estado.

Que al filo de las 22.45 horas del 26 de septiembre de 2014, tras los hechos de violencia y persecución, se dio la orden de desaparecer a los estudiantes, entregándolos a los Guerreros Unidos y a los Rojos.

Existen indicios suficientes para que la FGR continúe las indagaciones para el deslinde responsabilidades.

Están más, pero éstas son, para mí, las más importantes.

De éstas, la Fiscalía General de la República obtuvo-giró orden de detención contra el Lic. Jesús Murillo Karam, Procurador General de la República en el año 2014, en la administración de Enrique Peña Nieto.

El señor presidente ha afirmado que el Lic. Jesús Murillo Karam debe hablar.

Al presidente de la República no le conviene que el ex Procurador General de la República hable.  ¡Qué no sabrá el ex procurador de la República!

Con todo y que el Lic. Murillo es institucional, podría abrirse otra Caja de Pandora, por un lado y por otro, nadie lo desea, pero no le convendría a AMLO que, por sus males crónico degenerativos, el Lic. Jesús Murillo Karam falleciera en prisión.  ¡Sería escenario muy poco deseado!

Ahora vayamos por partes: en este caso existen 42,168 documentos, analizaron más de 17 mil audios, se tomaron testimonio de 115 personas vinculadas con el caso – varias de ellas ya muertas -, se enviaron al laboratorio de la Universidad de Innsbruck 22 restos; el que confirmó la muerte de 3 de ellos. El expediente consta de tantos y tantos miles de hojas.

Por primera ocasión, un funcionario de la importancia de un subsecretario de gobernación afirma: que no hay indicio alguno de que los normalistas se encuentren con vida. Con otras palabras, diplomáticas, dijo que están muertos.

De conformidad con tratados internacionales a los cuales nuestro país se ha suscrito, sí fue un crimen de Estado: la detención fue realizada por policías municipales – dependencia del Estado – nivel municipal -, pero no fue un crimen por Razón de Estado.

Lo que haya pasado después de su detención – para muchos ilegal – debe ser ratificado y esclarecido por estas autoridades, pero…

Ese después de las 22.45 horas del 26 de septiembre de 2014 ya fue detallado y presentado en varias obras de narrativa, entre ellas, La Noche Más Triste de Iguala. En casi toda la información periodística y mediática de esos momentos en la vorágine del momento actuaron las confusiones y ellas llevaron a que fueran arteramente ultimados y desaparecidos. Esa Verdad Histórica, nada ni nadie la ha desvanecido. Ahí está en el expediente.

Otro suceso más: estos hechos fueron en el ámbito municipal, atendido por policías municipales, casi simultáneamente por policías estatales y hasta el 6 de octubre la PGR atrajo el caso – casi 10 días después -: todos los hechos de sangre fueron entre el 26 y 27 de septiembre de 2014.

Otro más, desde las primeras averiguaciones federales se tuvo información confiable de que los restos fueron tirados a las aguas del Río San Juan-Cocula. Así lo afirman las declaraciones de los protagonistas detenidos y confesos.

Uno más: téngase presente que el presidente municipal José Luis Abarca fue propuesto-palomeado como candidato del PRD a la presidencia del H. Ayuntamiento de Iguala por el presidente nacional del PRD: Andrés Manuel López Obrador.

¿Está semi oculta una intención de la administración lopezobradorista:  reescribir la historia de ésa, la Noche más Triste de Iguala? Eso se hace cuando se tiene todo el poder, como El Gran Hermano. ¿Y AMLO lo tiene?

La conclusión de la no existencia de indicio alguno de que los normalistas se encuentren con vida no fue aceptada por los Padres de los 43 Normalistas.  Incrementaron su decepción, frustración y desengaño hacia el presidente de la República.  Demandan muestren vestigios de que están muertos.

Científicamente no es posible y los milagros no existen.

Los señores padres de familia confiaron en el candidato a la presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador: le entregaron su confianza. Por esa confianza, y por piedad, se les debe decir que están fallecidos, sus cuerpos incinerados y sus restos tirados a las aguas de los riachuelos de la región, para, perversamente, no dejar rastro alguno de ellos.

De no hacerlo, ese escenario no recomendable seguirá vivo.