Mercados

En los años cincuenta y sesenta del siglo XX, los mercados públicos viven un momento histórico de crecimiento y afirmación de lo público.

Gustavo Ogarrio

La agonía de las ciudades que se habían formado al calor de las últimas violencias de la Revolución Mexicana en los años veinte del siglo XX y que se extinguía hacía comienzos de la década del treinta, anunciaba también el tipo ciudad que iba a nacer en los mercados públicos, simbolizada en la apertura del Mercado Abelardo Rodríguez en el centro de la Ciudad de México, inaugurado en 1934 por el presidente Cárdenas.

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En los años cincuenta y sesenta del siglo XX, los mercados públicos viven un momento histórico de crecimiento y afirmación de lo público.

Los cimientos de la sociedad tradicional que se formó durante el siglo XIX se cimbraron con la Revolución Mexicana y las modernizaciones posteriores impusieron el nuevo diseño del espacio urbano.

En los años sesenta y setenta se experimenta una contención de este proceso modernizador que se manifestaba en la construcción de mercados públicos. Si bien en la década de los años ochenta y noventa se reactiva la construcción de mercados públicos, las crisis recurrentes y permanentes, así como la configuración de un nuevo orden político y social con tendencias privatizadoras de lo público, van a impedir que un nuevo ciclo de crecimiento de los mercados públicos se consolide a finales del siglo XX.

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El nuevo siglo trajo consigo una serie de luchas por mantener lo público del abasto popular. Los mercados públicos ya habían dado varios giros comerciales, primero, en los años setenta y ochenta del siglo XX hacia el comercio de ropa en pleno auge y declive de la industria textil nacional, para finalmente refugiarse en la venta de comida y su proceso de “gourmetización” para el turismo neoliberal.

Otro de los factores que afectaron directamente a los mercados públicos en su definición y práctica del abasto popular fue la llegada de los supermercados, el primero en 1958, pero cuya expansión y masificación se da hasta los años ochenta del siglo XX.