Suelo urbano que empobrece al municipio y a las familias

Sin embargo, hay muchas más razones por las cuales no deberíamos permitir que esos suelos urbanos sigan sin aprovecharse. 

CIUDAD POSIBLE

Inés Alveano Aguerrebere

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Llevo un tiempo pensando en escribir esto.  Cada vez que veo un suelo urbano sin utilizar (puede ser una vivienda abandonada, o un lote baldío), veo pobreza en las familias, y pobreza en el municipio.   Seguramente mi visión tiene que ver con la influencia que el grupo Strong Towns ejerce en mí.  Ellos son una asociación de académicos y activistas, liderados por un ingeniero de nombre Charles que se dio cuenta que la forma norteamericana de hacer ciudad es una espiral de deuda pública y deterioro económico. 

La primera razón por la que creo que un suelo urbano sin utilizar empobrece al erario, es por el impuesto predial.  Según entiendo, en Michoacán el monto pagado depende de la construcción.  Si no hay nada, o si está declarado en abandono, el dinero recaudado es mínimo –si no es que nulo-.  Según los cálculos de Strong Towns, mientras menos aprovechamiento del suelo urbano, menor recaudación, hasta el grado de que varias ciudades (en E.U.A) se han declarado en quiebra.  (A ojo de buen cubero a ningún municipio: Morelia, Apatzingán, Uruapan, Lázaro Cárdenas, Zamora, Zitácuaro, etc. les alcanza el dinero para mantener en buen estado la infraestructura pública existente, y mucho menos para generar nuevos espacios y servicios públicos de calidad.)   

Al mismo tiempo, hay familias que no pueden acceder a una vivienda en zona urbana.  Por razones de dinero, se ven obligadas a vivir en la periferia, en donde invierten más tiempo y dinero para trasladarse cotidianamente.   Los resultados deben ser devastadores, dado que el INFONAVIT alguna vez declaró que en el país había 5 millones de viviendas deshabitadas.  No es que no quieran una casa.  Es que no pueden mantener una vida en una vivienda alejada de todo. 

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De ahí parte mi consideración de que un suelo urbano sin utilizar también empobrece a las personas.   

Sin embargo, hay muchas más razones por las cuales no deberíamos permitir que esos suelos urbanos sigan sin aprovecharse.  Se trata de lugares ya provistos de servicios (agua, luz, drenaje, banquetas), y cercanos a escuelas, centros de trabajo, hospitales, mercados… Todo lo que una persona puede requerir en lo cotidiano.   Se me ocurren algunas, pero seguro que hay muchas más:

1. El hecho de estar desocupados se presta a la presencia de basura, fauna nociva, grafiti.

2. Su desaprovechamiento también genera vacíos sociales.  Es decir, como son lugares abandonados, pueden ser focos de inseguridad.  En palabras de Jane Jacobs, no hay “ojos en la calle”.   

3. Cuando se genera vivienda alejada de las zonas provistas de servicios, el gobierno se ve obligado a brindarlos, con costos mucho más altos (debido a la dispersión con que suceden).  Es falso que la inversión –con cargo a deuda pública- vaya a traer beneficios económicos.  De hecho, hay pruebas de que las zonas urbanas están subsidiando lo suburbano.  En otras palabras, las zonas densas y céntricas están sosteniendo precariamente la existencia de los desarrollos suburbanos. 

Para cerrar, creo que el mejor uso para el aprovechamiento del suelo urbano (que beneficie a gobierno y sociedad) debería ser mixto.  Las ciudades más estables financieramente tienen comercios y servicios en planta baja, y vivienda en segundos, terceros y hasta cuartos pisos. (Ejem... sin estacionamiento. La idea es que no se vean atados a un auto para moverse).  Estoy segura de que los empresarios que actualmente tienen vacantes en zonas urbanas se beneficiarían de que los buscadores de empleo pudieran vivir más cerca de esos centros de trabajo.