8 de mayo ¿dónde estamos?

El ocho de mayo es entonces el día de la universidad. No es su fundación ni nada de eso. Es el día que celebramos los universitarios nicolaitas nuestro orgullo por su esencia laica, gratuita, progresista.

Jaime Darío Oseguera Méndez

El 8 de mayo se conmemora el natalicio de Miguel Hidalgo y Costilla Gallaga que había nacido en la Hacienda de Corralejo, lo que hoy es el Estado de Guanajuato en el año de 1753, para convertirse en 1810 en el guía de la independencia nacional.

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Su contribución a la historia de México es única, invaluable; por eso se le reconoce como el Padre de la Patria. En Michoacán hay un ingrediente adicional para el culto laico a nuestro prócer: fue maestro y rector del Colegio de San Nicolás, semillero de pensadores y valientes de los que se nutrió el movimiento de liberación nacional.

En honor a su estatura moral como hombre de bien, su altura política como libertador de la patria y su talla intelectual como nuestro Rector, la Universidad Michoacana lleva su nombre mimetizado con la referencia al antiguo Colegio de las Artes y Oficios que fundó y fortaleció Don Vasco de Quiroga para bien de la cultura y la educación en nuestro estado: Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

El ocho de mayo es entonces el día de la universidad. No es su fundación ni nada de eso. Es el día que celebramos los universitarios nicolaitas nuestro orgullo por su esencia laica, gratuita, progresista.

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¿Dónde está la universidad hoy? A lo largo del tiempo fue eje de movilidad social y referente de nuestra cultura. La universidad ha sido el escenario de los debates sobre el desarrollo y bienestar, el semillero de las bases productivas del estado.

La cuna de grandes manifestaciones artísticas, culturales y deportivas. ¿Dónde está la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo? ¿En qué momento se encuentra? Más allá de esta tendencia a cuantificar con indicadores en un ranking a las instituciones de educación superior, debemos referirnos a los retos que enfrenta la Casa de Hidalgo para trascender de los discursos a los hechos y enfrentar con responsabilidad los desafíos.

En términos financieros, la Universidad enfrenta el gran problema de la mayoría de las instituciones públicas, incluyendo al Gobierno del Estado. Gasta más de lo que ingresa y necesita mucho más de lo que recibe.  Va a tronar tarde o temprano.

Es un asunto de solvencia financiera que se deriva de una premisa muy sencilla: el problema no es la deuda sino el déficit. Si hoy hipotéticamente se pagara toda la deuda de la Universidad, mañana amanecemos nuevamente endeudados.

El sistema de pensiones de la mayoría de las instituciones de educación pública en el país requiere atención especial. El aumento en la esperanza media de vida ha generado presiones econmicas ﷽﷽﷽﷽ciones incluyendo al Glaica, gratuita, progesistao de la educacidad de la excelencia. No en todos los ren mtito personómicas importantes para cubrir jubilaciones que requieren más recursos para cumplir los compromisos laborales. Se volteó la pirámide y hoy se aportan menos recursos de los requeridos para sostener el modelo.

No es un asunto menor. No se trata de “reformar” el sistema para que los trabajadores, académicos tanto como administrativos “cedan” y ganen menos. Estamos hablando de conquistas laborales irreversibles.

Parece que en el caso de nuestra Universidad lo que se tiene que revisar es la estructura general del gasto y ver cuáles son las prioridades. Hacer ahorros, transparentar los gastos.

Hasta donde seguirán erogándose recursos en apoyos a discreción, gastos superfluos, albergues estudiantiles, prebendas, etc. Ese es un tema delicado de las políticas universitarias. Habrá que analizar quién se beneficia de este sistema hoy en día y poner límites.

La Universidad debe decidir si sigue sosteniendo el nivel de educación media superior (bachillerato) o se enfoca más en la investigación. Es un asunto de prioridades. Los indicadores que evalúan a las universidades a nivel global exigen que se privilegien las posiciones de tiempo completo entre los profesores y la obtención de estudios de posgrado, principalmente doctorado para fomentar la investigación. No hay universidad sin investigación y difusión del conocimiento.

Muchas universidades, principalmente con orientación tecnológica generan un caudal importante de recursos vinculando la investigación con empresas y el aparato productivo en general. ¿Dónde estamos nosotros?

La Rectoría requiere un órgano que la auxilie, atempere y proyecte las decisiones más allá del día a día. Es un asunto institucional para trascender los problemas de personalidad que pudiera tener cualquier autoridad. Un órgano consultivo que permita pensar con temperancia en medio de la vorágine cotidiana en la atención de los problemas urgentes e importantes. ¿Lo es el Consejo Universitario?

De otra manera se cae en los excesos del estilo particular de gobernar. La UMSNH debe estar por encima de cualquier apetito individual, ocurrencia, venganza o desasosiegos de la personalidad de las autoridades. Las anteriores, éstas o las que vienen. Hay que trascender la impronta para estar a la altura del desafío por venir.

Académicamente hay muchos logros que presumir, sin embargo, existen un sinfín de señalamientos, denuncias y evidencias de acoso escolar, académico, sexual por parte de alumnos y maestros en diferentes escuelas.

Las facultades mas grandes, padecen de problemas serios. Hay un buen porcentaje de maestros que no asisten. Cobran sin trabajar o lo hacen a medias. Hay corrupción. El sistema premia la omisión a cambio del apoyo político a ciertos actores. La omisión como fundamento. El silencio de la complicidad.

Ya hablaremos de los problemas sindicales, porque no se trata de hacer aquí una perorata ni es un diagnóstico o un intento de análisis. Sólo es una pregunta ¿Dónde estamos?

Debemos seguir siendo una universidad popular. No se pelea con la posibilidad de la excelencia que pasa por la calidad, evaluación y rigor académico. La universidad juega un papel en el ámbito social: tiene la función de ofrecer capacidades y habilidades a todos, principalmente a quienes no cuentan con recursos económicos.

Es el sueño de la educación total: el pensamiento y el acceso universal como forma de vida democrática. ¿Dónde estamos?