Se encuentran ya definidas las fórmulas para la elección de la Presidencia de los Estados Unidos. Esta semana se declaró oficial la dupla de Kamala Harris con el gobernador de Minnesota Tim Walz en la Convención Demócrata, lo que ha provocado gran entusiasmo entre los activistas de las causas liberales y progresistas en todo el mundo. Kamala optó como compañero de fórmula por un gobernador menos ceremonioso, mas afable que los políticos tradicionales. La decisión refleja este rechazo de los votantes a la clase política desprestigiada, el “establishment”. La decisión ha traído buenos comentarios entre aquellos sectores políticos y sociales proclives a Biden y que en su momento vieron con reticencia su sustitución por Kamala Harris. Walz tiene buen cartel entre los sindicatos y líderes sociales, quienes han dicho que de esta manera refuerzan su convicción por la candidatura demócrata, las más cercana a los sectores de ingresos medios que constituyen la clase trabajadora. Es más conveniente para nuestro país, teniendo tantos mexicanos trabajando del otro lado de la frontera. En las reseñas que se hacen del gobernador podemos leer lo siguiente: “Walz firmó legislación que proporciona desayuno y almuerzo gratuitos a los estudiantes, y amplió la atención infantil y el permiso familiar y médico pagado - logros que los demócratas esperan que resuenen con los votantes golpeados por los altos precios y la ansiedad por los trabajos y los salarios”. Walz se ha caracterizado por ser un demócrata que viene de un distrito conservador, moderado. Blanco y masculino tenía que ser el compañero de fórmula de una mujer negra, ofreciendo así a los votantes una alternativa más amplia y concentrada principalmente en la clase media que compone, como en todos los países, el grueso de los votantes que deciden la elección A pesar de ser la sociedad económicamente más desarrollada del mundo, sigue teniendo los atavismos del machismo tradicional. Muchos han desistido de seguir con Kamala solo por el hecho de que es mujer. Parece absurda esta idea medieval en pleno Siglo XXI y en el país más “desarrollado” del mundo, pero es real. En esta elección veremos hasta dónde logra triunfar o perdura la idea de que sea un macho, por muy atribulado que se encuentre, quien deba conducir al país. Trump por su parte optó por un candidato a la vicepresidencia muy similar a él. J. D. Vance, un senador que no hace mucho tiempo fue gran crítico del propio Trump. Profundamente conservador, heredero y emblema de las tradiciones y costumbres más anglosajonas. Contrasta a Trump por su juventud, pero en el fondo representa la ideología supremacista, antinmigrante y también se presenta como un sucesor del candidato a Presidente, garantizándole a sus seguidores continuidad en su pragmatismo. A Vance lo definió el New York Times como un “ideólogo ambicioso que disfruta los reflectores y ha demostrado que es capaz de impulsar a los donantes en nombre del actual candidato. Su juventud –los separan casi 40 años; Vance es el primer milénico nominado a una candidatura partidista importante- podría ser una ventaja importante para la candidatura, ya que los votantes han expresado su preocupación por la edad de Trump y de Biden”. Hay varios temas que serán muy distintivos de las propuestas de ambas fórmulas. Es el eje de la polarización entre ambos partidos y quienes logren seducir a los votantes indecisos, serán los ganadores. Los demócratas en general no apoyan la idea de otorgar permisos y distribución de armas a los ciudadanos. Es el tema en medio de la violencia doméstica y los cientos de tiroteos y asesinatos masivos que se viven en los Estados Unidos. El propio atentado a Trump es un ejemplo de que la permisibilidad masiva de armas aumenta la violencia. Los republicanos estarán siempre del lado de la poderosa Asociación Nacional del Rifle y de la industria que genera miles de millones de dólares a las grandes corporaciones de la guerra. Los demócratas se han mantenido en lo general contra el permiso de compra de armas a cualquier ciudadano en tiendas de autoservicio. México se beneficiaría increíblemente si restringieran los permisos de armas en Estados Unidos porque muchas de ellas terminan en manos del crimen organizado de este lado de la frontera. Nos conviene que gane Kamala. El tema de la migración es otro asunto que será motivo de discusión, división y polarización. Es clara la postura de Donald Trump de cerrar las fronteras para la migración, acusando a los migrantes de ser asesinos, violadores y terroristas. Los demócratas siempre han mantenido una opinión mucho más tolerante y asequible hacia la migración y no podría ser de otra manera si Kamala es hija de migrantes. A México le conviene que gane Kamala Harris. Esto afecta sin duda a los acuerdos de libre comercio que tenemos con estados unidos y que benefician a nuestro estado particularmente en materia agrícola. Trump ha señalado su posición proteccionista que sería una forma de presión, chantaje o manipulación al gobierno mexicano. Sería mucho mejor un triunfo de Harris. La contienda esta cerrada pero la Convención Demócrata revivió la euforia por Kamala Harris. Primero porque Biden conscientemente se hizo de lado. Llevaba a los demócratas a una derrota segura. Cuando declinó su candidatura, el temor era que Kamala no lograra el respaldo suficiente para enfrentar a Trump y ganarle. Hoy las encuestas dicen que ya está en ventaja con respecto del republicano. Trump volvió a posicionarse al hablar del notorio deterioro de la salud física de Biden. Creció en los últimos meses sobre la senilidad de su adversario. Lo que son las cosas, es lo mismo que ahora tiene en ventaja a Kamala: los errores, excesos, mentiras de la personalidad megalómana de Trump seguramente lo harán caer en errores de los cuales se beneficiarán los demócratas. Por estas y otras razones a México le conviene Kamala.