Jaime Darío Oseguera Méndez Es la Jefa. Beatriz Paredes es la mujer más experimentada que tiene la política mexicana en este momento. Su vida es un ejemplo de entrega al servicio público, la vida parlamentaria y diplomática. Es una mujer de acción y la mueve su convicción por las ideas que defiende con vehemencia. Su trayectoria tiene el mismo recorrido de las grandes transformaciones políticas de las últimas décadas en el país, de las que ha sido testigo y actor central. Desde muy joven ha destacado en las tareas políticas dentro del PRI como activista permanente de las causas más progresistas, particularmente dentro del Sector Campesino donde se le respeta y se reconoce su contribución. Militar en un partido u organización política, significa coincidir con sus causas. Pertenecer. Tener un sentido de identidad con lo que se planeta en un programa político. El activismo en un partido es, en sentido profundo, la manera de transformar la realidad a través del prisma ideológico. La senadora Paredes ha dedicado su vida a trabajar por las mejores causas de México. Beatriz Paredes Rangel ha militando consistentemente en el PRI desde muy joven, cuando era escenario de hombres, maduros y cerrados. Le tocó forjar la ruta para la apertura a la participación política de las mujeres. Siempre ha destacado por sus ideas y la interpretación que ha hecho de una izquierda democrática dentro del poder, que se signifique por abrir oportunidades a todos, hombres y mujeres por igual, regiones y actividades distintas por igual. Su discurso es congruente y convincente, de una izquierda moderna, articulada, abierta al mundo. Es una mujer de carácter fuerte, decidida. Piensa lo que dice; es extremadamente inteligente y cumple. En el parlamento se significa porque se puede confiar en su palabra. Hace lo que piensa. Su vida parlamentaria es paralela a muchos momentos de éxito para el país. Vivió la transición política del partido hegemónico al sistema plural como dirigente partidista y es una operadora política nata, rigurosa, disciplinada. Fue Gobernadora de Tlaxcala muy joven y ha tenido cargos muy importantes dentro del gobierno como Subsecretaria de Gobernación, así que su experiencia administrativa no se discute. Es la más experimentada de entre los contendientes de todos los partidos en este momento, donde no es suficiente la emoción, sino el empaque político para cargar con el gran paquete que viene para recomponer al país. Ha desarrollado de la mejor manera la idea del Gobierno de Coalición, que es el mecanismo para atender el difícil momento por el que transita México, en un compromiso de pluralidad, para reconocer y acreditar a cada fuerza política la parte que le corresponde en tareas específicas, con un programa político articulado y sin que todo el peso de las decisiones recaiga en una sola persona. Ha sido parlamentaria por muchas legislaturas en el Senado y la Cámara de los Diputados que ha presidido un par de ocasiones y, en su momento fue la primera mujer que contestó un informe presidencial. En todo este tránsito por el servicio público jamás ha sido señalada de deshonestidad. Valor intrínseco a los actores políticos y sin el cual nadie debiera participar en la política. En tiempos de corrupción resalta como un patrimonio valioso, característico de la Jefa. Como embajadora en Cuba y Brasil siempre tuvo una posición de defensa de los intereses de México y una posición de promoción de los foros multilaterales para ampliar la presencia de nuestro país actuando en los temas de vanguardia en el mundo. Obviamente la disputa con el actual Dirigente Nacional del PRI se deriva de la fuerza e interés que ha despertado la Jefa en el proceso político inédito de la Alianza por México. Será ella y no Alejandro Moreno quien represente al PRI en el proceso electoral, por eso la pretende minimizar y obligar a su repliegue. No la veo renunciando a su convicción democrática. Se ha dado a conocer que en las encuestas las preferencias de población abierta se inclinan hacia Xóchitl Gálvez. Eso es otra cosa. Gálvez ha despertado simpatías importantes y se ha posicionado como la candidata que representa el alter del Presidente y han querido hacerla ver como la única opción de enfrentar a Claudia Sheimbaum que será la candidata de Morena. ¿Y si gana Beatriz la elección interna del Frente el domingo? ¿Podrá reconocer el panismo su derrota? ¿Apoyará Xóchitl Gálvez un escenario diferente al que ella misma ha construido? Si bien es cierto que en población abierta las simpatías por la panista han aumentado, ambas, junto con tres decenas más de aspirantes, se registraron en un proceso cuyo último paso será una elección el domingo y tendrán que respetar los resultados. Algunos dicen que si gana Beatriz será producto de la movilización del viejo aparato priísta. ¿Acaso no lo van a necesitar en la elección del 2024? Beatriz Paredes es una demócrata y estoy seguro que respetará el resultado de la elección: si pierde se sumará sin recelo, de manera determinada, indudablemente a las tareas del Frente opositor. ¿Xóchitl Gálvez haría lo mismo? El asunto se resuelve pronto y a la oposición en su conjunto, le conviene que se consume el proceso declarando clara y abiertamente una ganadora. Es una jefa exigente y generosa al formar cuadros. Es maestra, comparte, enseña. Tiene una vena artística; compone y canta. Le encanta la música y la poesía. Recuerdo este pasaje de Pellicer, que ella nos enseñó en uno de sus discursos en el parlamento: “La patria necesita aquellos hombres,/ que le hagan ver la tarde sin tristeza./ Hay tanto y lo que hay es para pocos,/ se olvida que la patria es para todos./ Si el genio y la belleza entre nosotros/ fue tanto y natural,/ que el recuerdo del hombre de otros días/ nos comprometa para ser mejores./ La patria debe de ser nuestra alegría,/ y no nuestra vergüenza por culpa de nosotros./ Es difícil ser buenos./ Hay que ser héroes de nosotros mismos”. A pesar de lo que diga o argumente Alito Moreno para la decisión cupular, si dejan participar y ganara la Jefa seguramente será un extraordinaria Presidenta de México.