Al PRD, cantémosle Las Golondrinas

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

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Jonatan S Gonzalez

Dice un viejo dicho popular que “no hay peor ciego que el que no quiere ver”, y hoy por hoy la ceguera que padecen los líderes y los miembros del Partido de la Revolución Democrática me parece de suma gravedad: no quieren observar la evidente agonía y los contados pasos que separan a su institución política de la muerte.

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La semana pasada, la corriente interna del Sol Azteca denominada Alternativa Democrática Nacional (ADN) anunció su separación de este instituto, con lo que colocó un clavo más en el ataúd del partido nacido mayo de 1989 bajo los ideales de la izquierda.

En el órgano de San Lázaro, fueron nueve los legisladores perredistas los que renunciaron al partido (Carlos Torre Piña, Luz Estefanía Rosas, Héctor Serrano Cortés, Lilia Villafuerte Zavala, Raymundo García, Mauricio Toledo, Emanuel Reyes, Javier Salinas), entre ellos su coordinador parlamentario, Ricardo Gallardo Cardona,  provocando la reducción de la bancada del Sol Azteca a la diminuta cantidad de una decena legisladores.

En el caso concreto del perredismo michoacano la situación no se tornó menos crítica, pues tres diputados locales también decidieron renunciar a su militancia del partido (Erick Juárez Blanquet, Miriam Tinoco y Humberto González), y a estos se unieron al menos 20 alcaldes y –según medios locales- más de  un centenar de funcionarios municipales.

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Al PRD, considero, debemos comenzar a cantarle Las Golondrinas, y no exclusivamente por la desbandada que lo sacudió hace apenas unos días, sino por los errores sistemáticos en que han incurrido sus dirigentes y mismos que lo han debilitado paulatinamente. La división interna, el abandono de su identidad, y los intereses personales, son sin duda factores que han llevado a este partido a la enfermedad y la agonía en la que hoy se encuentra, sin embargo existen algunos errores puntuales que lo han situado en la terrible crisis en que hoy se encuentra.

Adherirse al Pacto por México, creado con la finalidad de aprobar las reformas estructurales impulsadas por el gobierno del ex presidente Peña,  representó el primer gran tropiezo para el partido fundado por Cuauhtémoc Cárdenas y compañía, pues con este comenzó la pérdida de identidad y pasó de ser un grupo opositor al régimen a convertirse en un “partido satélite” más en el Congreso de la Unión.

Firmar el citado Pacto, originó también que el único y último líder moral en activo de esas fechas, Andrés Manuel López Obrador, decidiera separarse del PRD para fundar la aplanadora llamada Morena, provocando una desbandada brutal del partido del Sol Azteca hacia Regeneración Nacional.

Pero el desangramiento no se detuvo ahí, pues tan solo en enero del 2018 en el Estado de México 50 mil militantes decidieron abandonar al Sol Azteca para apoyar el proyecto de Morena, esto tras anunciarse la coalición con el Acción Nacional y Movimiento Ciudadano para abanderar a Ricardo Anaya rumbo a las elecciones presidenciales del primero de julio pasado. Con este anunció, el PRD comenzó a caer en picada (como lo sigue haciendo) y  dejó en la basura los escasos gramos de dignidad que le sobrevivían al unirse al partido que, según ellos, les había robado la presidencia de la república con un escabroso fraude electoral durante los comicios del año 2006.

Actualmente, el Partido del Revolución Democrática se coloca como la quinta fuerza política a nivel nacional. Cuenta únicamente con 10 diputados en San Lázaro (la bancada más pequeña) y con 5 senadores en la cámara alta; gobierna en 2 entidades (Michoacán y Quintana Roo),  perdió el registro en diez estados (Aguascalientes, Chihuahua, Coahuila, Colima, Jalisco, Nuevo León, Querétaro, Sinaloa y Sonora); bajó del 31 por ciento de la preferencia ciudadana para la elección presidencial del año 2012, a tan solo el 2.3 por ciento en el ejercicio democrático 2018 y su financiamiento cayó a tan solo 389 millones de pesos para el presente 2019.

El ambiente en el PRD es fúnebre (lo dicen los números). La extinción de este instituto político se encuentra próxima, y seguramente en el partido del Presidente se relamen los bigotes con lo que ocurre, pues la posibilidad de que los desertores se unan a Morena es latente, y esto les brindaría aún mayor poder en el recinto legislativo de San Lázaro.

DE BOTE PRONTO: Resulta lógico que los desertores del PRD busquen “chapulinear” hacia otro partido político a fin competir por algún cargo de elección popular en los comicios del 2021, pero, por ahora, en el municipio de Puruándiro, de donde es oriundo el de la letra, los militantes de Regeneración Nacional ya pegaron el grito en el cielo para “hacerles el feo”, y fueron tajantes al declarar, con nombres, que no quieren a los (ahora ex) perredistas puruandirenses formando parte de Morena.

En Twitter: @JonatanMex_

jonatansgonzalez@gmail.com