La 4T, ¿por el control de la Corte?

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

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Jonatan S. González

Ya es común, ya no nos sorprende, las mañaneras del Presidente en Palacio Nacional se han convertido en el escenario perfecto para dar el banderazo a la demolición mediática de todos aquellos personajes de la vida pública, de los órganos autónomos, de las calificadoras y de la prensa, que tienen la osadía de emitir una crítica hacia las acciones de gubernamentales de la administración federal en turno.

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Los apelativos, las etiquetas y las acusaciones de López Obrador, varían. El repertorio terminológico del señor Presidente, cuando de ridiculizar y descalificar a sus “adversarios” se trata, es bastante amplio. Así por ejemplo, y como todos lo sabemos, a los periodistas que lo cuestionan los tacha de “fifís”, a los miembros de la debilucha oposición de “conservadores”, y a los integrantes de los órganos autónomos, sin prueba alguna, los acusa de “corruptos e inmorales”, y lo anterior, únicamente deja constancia de una verdad irrefutable: al Presidente le molesta que se ejerza el derecho a disentir. El derecho de expresar las ideas libremente. El Presidente lleva intrínseco un anhelo por acumular todo el poder público en la figura del Ejecutivo, en su persona.

Los embates a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en las plazas públicas durante la campaña presidencial, y en general hacia todos los miembros del Poder Judicial de la Federación, dejaban claro que el Presidente veía a nuestro máximo tribunal de justicia, como un impedimento para echar a andar sus políticas y leyes que no se apegaran al ordenamiento constitucional, y por ende, su primera acción al  elegir un nuevo ministro para ocupar un peldaño en dicho órgano de impartición y administración de justicia, fue colocar a Yazmín Esquivel, la esposa de su contratista favorito, José María Riobóo, cuando fuera Jefe de Gobierno de la ahora ciudad de México.

Hoy, la independencia del Poder Judicial Federal se encuentra en juego. La propuesta de reforma a nuestra ley fundamental presentada por el coordinador de los legisladores de Morena en la Cámara Alta, el senador Ricardo Monreal, ha despertado fuertes críticas entre diversos sectores de la clase política y de la comunidad jurídica, y es que con esta se pretende añadir nuevos cinco ministros a la SCJN, con la supuesta intención de conformar una nueva sala especializada en materia de anticorrupción, lo cual pondría en entredicho la autonomía y la imparcialidad de nuestro órgano de control constitucional, y se pondría el riesgo el equilibrio de poderes, y los pesos y contrapesos que deben perdurar en un Estado Democrático de Derecho.

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Según el dictamen presentado por el legislador morenista, dichos ministros serían nombrados por el Presidente, con el aval del Senado, mediante el proceso previsto en la propia Constitución, y para tales efectos, dos de ellos ocuparían el cargo durante dos años; dos más durante 12 y un último durante quince. Es decir, todos permanecerían en la Corte durante todo el actual sexenio, motivo por el cual diversas organizaciones civiles, entre las que destacan Fundar, Causa Común y México Evalúa, han acusado que se designarían perfiles afines al gobierno de la 4T, o en palabras de López Obrador, “achichincles del gobierno”.

Al respecto, también se pronunció a través de un comunicado el Consejo General de Abogacía Mexicana, afirmando que “nuestro régimen constitucional y legal ya contempla órganos jurisdiccionales especializados en materia anticorrupción”, y resaltó  que en nuestro país ya se cuenta con tribunales especializados en el combate a la citada problemática, acusando que es el propio Senado de la República quien ha omitido nombrar a los magistrados de dichos órganos jurisdiccionales,   señalando además que “atribuir esta función a la SCJN implicaría dotarla de competencia en cuestiones de estricta legalidad, lo que contradice su naturaleza, así como la aspiración de su consolidación en un auténtico Tribunal Constitucional.”

Ante este intento del gobierno López Obrador de secuestrar y apoderarse de la Corte, que hoy por hoy es el único contrapeso real que puede generar un equilibrio de poderes, únicamente nos queda esperar que la oposición se comporte a la altura de las exigencias, frene la voracidad de Morena en este intento de acumular en una sola voluntad a los tres Poderes de la Unión, y proteja a nuestra débil democracia ante semejantes amenazas. Esperemos que no nos defrauden.

Twitter: @JonatanMex_

jonatansgonzalez@gmail.com