La Casa del Jabonero

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Empoderados desde arriba

Jorge A. Amaral

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Ayer jueves se dio a conocer que ya estaban en fase de preparación de la convocatoria de ingreso a las Normales del estado, al menos así lo anunció la directora de Formación Inicial y Preparación Docente, Giulianna Bugarini Torres. La funcionaria detalló que la Secretaría de Educación ya prepara el documento y que éste está sometido al consenso de los normalistas.

Esto llama la atención de forma particular porque hace preguntarse de quién son las Escuelas Normales, quién las administra, quién las sostiene, quién las financia, si el gobierno del estado o los estudiantes que en ellas están inscritos.

Durante el periodo más álgido de protestas frente a la intención gubernamental de echar a andar la Reforma Educativa, el gobierno de Silvano Aureoles Conejo se jactó de que coadyuvaban con el gobierno federal para que el Estado tuviera la rectoría de la educación.

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En este punto es para preguntarnos cómo es que el gobierno estatal quiere mantener, o ya por lo menos tener, la rectoría de la educación si desde el inicio el control lo tienen ellos.

Desde el principio de su proceso formativo, los normalistas son los que definen los criterios de la convocatoria para ingresar a las Normales, ellos determinan la edad máxima de los aspirantes a entrar a esos centros de estudios; por los miembros de la Organización de Normales Oficiales del Estado de Michoacán, la combativa ONOEM, es que el promedio de calificaciones requerido para entrar a la Normal no es de 8.5, como lo planteaba el gobierno, sino de 6, como lo estipuló la organización, para que todos tengan cabida, porque obviamente que a estos centros de estudios les conviene tener mucha gente en sus filas, aunque estén egresando más maestros de los que se necesitan. Se requieren muchos normalistas para nutrir las manifestaciones tanto de ellos como de sus papás de la CNTE, al cabo con la derogación de la Reforma Educativa ya no será necesario aplicar para entrar al Servicio Profesional Docente, bastará con ser normalista para tener el trabajo asegurado, no importa que hayan llegado a la Normal con promedio de 6 y que hayan pasado la mitad del tiempo en la calle o en las carreteras.

Así, en vista de que ellos mismos son los que propician el autogobierno en las Normales, al gobierno no le queda desgarrarse las vestiduras, porque lo declarado por Bugarini Torres sólo pone en relieve lo que salta a la vista: al gobierno estatal no le importa demasiado el desarrollo educativo, les importaba estar bien con Enrique Peña Nieto y Aurelio Nuño para que el gobierno federal soltara los recursos tan necesarios para mantener a flote al estado.

 

Avilés a la caja de bateo

 

Esta falta de interés gubernamental en la educación se puso de manifiesto con el nombramiento de Martín García Avilés al frente de la Universidad Intercultural Indígena de Michoacán.

En el estado no importa que no se tenga experiencia académica, pedagógica o en gestión y políticas educativas, basta con mantenerse en el círculo cercano del gobernador y estar listo para fungir como bateador emergente en el momento que se requiera y, listo: cualquiera puede ser rector de una universidad, ya ve usted que dirigir una institución de educación superior es tan fácil como dirigir mediocremente un partido y perder las elecciones defendiendo lo indefendible. A ver cómo les va con su nuevo rector. Al tiempo.

 

Amarillismo en medios

 

El miércoles se difundió un video en el que unos sujetos golpean en los glúteos desnudos a un presunto ladrón de Misión del Valle. Portales de noticias publicaron eso en busca de reacciones en redes sociales, o quizá por mera ignorancia, creyendo que eso es hacer periodismo.

Publicar ese tipo de hechos no es generar empatía entre sus lectores, pues ese tipo de publicaciones sólo denotan inexperiencia, irresponsabilidad y falta de seriedad con el ejercicio del periodismo, y más en medios que pugnan por ser políticamente correctos, sin estigmatizar a nadie.

Y es que en tiempos como los actuales, en que cualquiera que pone una foto, un video o una transmisión en redes sociales se puede asumir como periodista, quienes nos dedicamos a esto tenemos la responsabilidad de hacer bien las cosas, porque mucho se podrá decir de los nativos digitales, la migración a lo digital y la manga del muerto, pero el buen periodismo sigue teniendo los mismos estándares, riesgos y compromisos, no importa en qué plataforma o formato se haga, porque hacer tonterías argumentando que eso es lo que gusta a los nativos digitales sólo denota que en realidad no se sabe lo que se está haciendo, porque lamentablemente las plataformas digitales nos llenaron de improvisados que pueden tener hermosas intenciones pero, sin experiencia ni conocimientos, terminarán publicando videos de personas tableadas en las nalgas.

Pero bueno, dicen que cada cabeza es un mundo, pero hay aquellos cuya cabeza es más bien un pueblo chiquito, con pocos habitantes, la mayoría de ellos, estúpidos. Es cuánto.