Deseos prenavideños Jorge A. Amaral Ha pasado un año desde el arribo de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República y la pregunta es qué tanto ha cambiado México desde diciembre del año pasado. La anunciada descentralización de las dependencias federales para que se repartieran a lo largo y ancho del territorio nacional quedó como un plan a gran escala que de ahí no pasó. Y es que esa idea se veía hermosa en la cabeza del mandatario, pero a la hora de llevarla a la práctica, el gobierno de la República se topó con algunas barreras, como la insuficiencia presupuestal, la renuencia de los sindicatos a las diferentes instancias y lo colosal que sería mover a una dependencia como el IMSS, por poner un ejemplo de las más robustas del país. Vale la pena preguntarnos si, de haberse logrado, hubiera sido benéfico o no. La propuesta, de seguir en pie, podría ser positiva siempre y cuando se tengan en consideración la densidad poblacional de casa ciudad, la capacidad que tenga la infraestructura y los servicios públicos. Además debe considerarse el crecimiento urbano del lugar al que se muden las dependencias para medir el impacto ambiental y al entorno urbano. Eso sin contar la planeación necesaria para la obra pública que se requeriría, y algo crucial: de dónde saldrá el dinero para hacerlo. Esperemos que el próximo año, si es que la idea persiste, se lleve a la práctica pensando en el desarrollo de las regiones, no sólo en satisfacer los visionarios deseos del dignatario. Otro pendiente que queda para 2020 es el de la seguridad, pues 2019 no fue muy distinto de años anteriores, salvo porque en éste la lucha frontal contra la delincuencia entró en una etapa de “stand by”, aunque, claro, no todo es negativo, dado que la Unidad de Inteligencia Financiera sí ha congelado cuentas ligadas a grupos delictivos, lo que, sin embargo, puede conducir a dos escenarios: en primer lugar –y lo más deseable–, que los grupos se vean acotados al recibir golpes en sus estructuras financieras, y en segundo lugar, que esperemos no suceda, que al ver atacados sus flujos de capital, arrecien otros delitos como el secuestro, la extorsión, la trata y demás actividades en el catálogo delictivo de este país. Para 2020 también se esperan resultados de la contrarreforma educativa, en la que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación ha sido artífice, censor y aval, es decir, juez y parte. Ya se les está devolviendo la rectoría de la educación, y una vez concretada la federalización de la nómina, esperamos resultados que se vean reflejados en el desempeño en las aulas, en el aumento en los distintos indicadores. En 2020 nuestros hijos necesitan educación del siglo XXI. Por otro lado, si bien este año no hubo recesión económica y los precios de los hidrocarburos y la energía eléctrica se mantuvieron estables, el gobierno federal tiene la titánica tarea de incrementar el desarrollo y el crecimiento económicos para que se pase de simplemente administrar la crisis a revertirla y que las becas no sean necesarias. Claro, todo lo anterior no se va a lograr en un solo año, pero si en 2020 se decide dar el paso definitivo, quizá en unos años más la situación actual de México será sólo un mal recuerdo. Suena iluso, lo sé, pero en esta época no está de más desear un mejor futuro para todos, nos lo merecemos. Al tiempo. Zapatero a tu zapato En esta semana causó polémica la encuesta que perfilaba como candidato a la gubernatura del estado de Marco Antonio Solís, el mismísimo Buki. Lo que la encuesta reflejaba era que el PRD, PAN y PRI tenían posibilidades de ganarle el Solio de Ocampo a Morena, pero sólo si su candidato era el Buki, a quien los encuestados mencionaron como buen prospecto para contender. Claro, en el PRD de inmediato le abrieron la puerta al de Ario de Rosales, saben que entre sus filas difícilmente podrán encontrar un perfil apto para contender, y del PAN y el PRI ni se diga. Ante la polémica, el cantautor de inmediato se desmarcó con un lacónico “zapatero a tu zapato, cancionero a tu guitarra”, y las ilusiones de los perredistas de tener un candidato de 5 estrellas se difuminaron. Ahora la pregunta es quién de Morena podría contender en los próximos comicios, pues Cristóbal Arias Solís ya no es lo que era, Raúl Morón ha salido muy golpeado en este año por las condiciones de inseguridad en la capital del estado, y más perfiles, pues aún se ven muy pequeños, aunque habrá que esperar. Lo que sí es cierto es que ante tales gallos de las distintas fuerzas políticas, creo que al menos en el siguiente sexenio Michoacán tampoco verá la suya. Por lo pronto pase usted una muy feliz Navidad, donde sea que le toque estar en esas fechas. Salud.