Jorge A. Amaral Hace ya algunos años, alrededor de 2016, cuando AMLO se perfilaba como virtual candidato y Silvano Aureoles empezaba a acariciar el sueño presidencial, escribí un artículo al respecto. En ese artículo, cuyo nombre no recuerdo y se publicó en otro diario, hablaba del analista político Dana Milbank, quien en octubre de 2015 publicó en The Washington Post un artículo titulado “Trump perderá, o me comeré esta columna”, en el que confiaba en que en 2016 Donald Trump perdería las primarias del partido Republicano para elegir a sus candidato presidencial. Bueno, Trump ganó y, en mayo de 2016, Dana Milbank tuvo que comerse la página del diario donde su columna estaba escrita. Yo hice lo propio: aseguré que si Silvano Aureoles un día llegaba a candidato presidencial yo me comería la página del periódico. Por fortuna eso no ha sucedido a 7 años de hecha esa promesa, vigente hasta ahora. Ese ejemplar está en mi egoteca. Gracias a Dios la buena fortuna me ha sonreído, porque esta semana Silvano Aureoles recibió un revés al ver trunca su carrera presidencial. El exgobernador priista afiliado al PRD sí consiguió muchas más que las 150 mil firmas de apoyo requeridas por el Frente Amplio por México para avanzar a la siguiente fase de la contienda interna. Lo malo fue que no las consiguió en un espectro de 17 estados del país, de donde debían provenir las firmas para evitar que se consiguieran en una sola entidad, porque lo más fácil era mover a sus operadores políticos y conseguir las firmas a cambio de despensas, tinacos, útiles escolares, fertilizante o cemento. Bueno, una vez emitido el dictamen, al exgobernador no le quedó más que hacer berrinche, amagar con judicializar el proceso interno del Frente y poner en pausa la actuación del PRD en el grupo tripartidista, diciendo que el Frente los necesita para legitimarse, porque ya estando ahí el PRD no se piensa que sólo es una alianza basada en el interés político de arrebatarle el poder a Morena, cosa que por sí solos no pueden porque no les alcanzaría la votación y, en el caso del Sol Azteca, hasta el registro anda perdiendo. Sí, con sólo el PAN, el PRI y amigas que los acompañan, en Frente sólo se ve como una cara más de la derecha, gente que sólo se reúne para odiar al presidente y su partido, ya al ver a Jesús Zambrano, Silvano Aureoles y Miguel Ángel Mancera, uno como que respira más tranquilo y dice “mira, sí son personas decentes, son buenos muchachos que quieren rescatarnos de las garras del malvado AMLO y sus comunistas, que vienen a llevarse a nuestras mujeres y matar nuestro ganado”. Ahora la pregunta es si el Frente Amplio por México necesita ser legitimado por la presencia perredista. ¿Eso quiere decir que si no, es sólo una coalición ilegítima que sólo busca desestabilizar al gobierno en turno y evitar que se ratifique por la vía electoral? Vaya, es como cuando se conforma una comisión de la verdad: sabes que todos mienten, y que si se crea una comisión de honor es porque nadie está siendo honorable. Y es que el exgobernador michoacano dice que lo hecho por el comité organizador del Frente es un revés a los cientos de miles de personas que lo apoyan para encabezar la cruzada contra AMLO. Bueno, yo preguntaría, si hay cientos de miles de ciudadanos con la camiseta silvanista bien puesta, con el color amarillo bien firme, ¿por qué no dejarse de berrinches y, si tantas canicas se tienen, no ir el PRD con su candidato Silvano Aureoles para la Presidencia y Miguel Ángel Mancera para la Secretaría de Gobernación? Digo, cuando alguien blofea, una de dos: o tiene los ases con los que ganará la partida o no tiene nada pero quiere destantear para que los demás pasen sin ver. Pero adelantándose a eso, el presidente nacional, Jesús Zambrano, ha dicho que se pedirá la opinión de sus militantes (no son muchos) para saber si siguen en el Frente o de plano se van desahuciados a sus casas. No es muy difícil que se haga ese ejercicio, no son gobierno en ningún estado y en los últimos comicios federales, los de 2021, consiguieron el 3.64 por ciento de la votación, apenas suficiente para no perder el registro. Hasta donde yo recuerdo, en el PRD nunca se consultaba a la militancia, todo se resolvía en las sesiones de consejo estatales y nacional, así fue como mucha gente hizo carrera política sin tener que pedir el voto del elector. Muchas veces se debió consultar a la militancia sobre nombramientos de dirigentes, sobre reparto de candidaturas, sobre alianzas interpartidistas, pero se sentían en caballo de hacienda y por eso la militancia terminó yéndose a otro partido o de plano se alejó, decepcionada de cualquier fuerza política, más sabiendo que muchos experredistas de antaño hoy son connotados morenistas. Muchas veces se debió consultar a los militantes pero no se hizo. Hoy, como dijo El Ferras: la beben o la derraman. En fin, volviendo al tema de Silvano presidenciable, me he estado salvando de comerme ese artículo y espero que así siga la tendencia, por el bien de México y de mi estómago. De manteles largos En la mayoría de los géneros musicales es complicado saber la fecha exacta de su nacimiento, si acaso aproximaciones al año, o a partir de una obra o autor, pero eso siempre genera discusiones que de todos modos no permiten llegar a un consenso general. Eso no pasa con el rap, porque este viernes se cumplieron 50 años desde que se realizó la fiesta en la que el género se gestó: el 11 de agosto de 1973, en el Bronx, en la ciudad de Nueva York. Aunque puede que aún existan algunas lagunas sobre el origen del rap, por diferencias en las versiones de los iniciadores, la mayoría de los pioneros del género coinciden en la fecha. Se trataba de una fiesta por el inicio de cursos, en la que estaría el hoy legendario DJ Kool Herc, y su hermana, Cindy Campbell, invitó a algunos amigos del barrio, pero la voz se corrió y esa noche, el número 1520 de la avenida Sedgwick, en el Bronx, estaba abarrotado, y es que Kool Herc era de los DJs más conocidos de la escena local en las block parties neoyorkinas. A finales de los 60 y principios de los 70, en un contexto de Guerra Fría entre Estados Unidos y el bloque socialista, con los resabios de la Guerra de Vietnam, el exacerbado racismo, la segmentación y la creciente migración, además de la marginación en que la población afroamericana vivía, mientras las discotecas bailaban primero funky y luego música disco, en los barrios marginales de La Gran Manzana se celebraban las block parties, que DJ Kool Herc y otros maestros de la tornamesa amenizaban echando mano de cajas repletas de discos. Así, el DJ era el maestro del break, que es el pasaje instrumental entre las partes principales de una canción. Y ese 11 de agosto fue definitivo, pues cuando el break de la canción llegó, DJ Kool Herc no cambió de disco, sólo tomó la aguja y la regresó, alargó la parte de percusión para que los asistentes pudieran mostrar sus pasos de baile, y así nació el break dance. Kurtis Blow, uno de los primeros referentes del rap, llegó a decir en entrevistas que “todos querían ser James Brown”, quien era la sensación por su especial estilo de baile con pasos muy particulares. Gracias a eso, con Kool Herc en los platos y sus breakbeats, la fiesta fue un éxito, ya que todos bailaban. Así nacieron, en esa fiesta y sin saberlo, los B-boys. Pero ahí no paró la cosa, porque en esa fecha memorable, Cock La Rock, siguiendo la tradición de los esclavos en el siglo XIX, los dozens, tomó el micrófono y comenzó a recitar, por lo que se le puede considerar el primer MC (master of ceremonies), por lo que con él nació el rap, aunque el término aún no se utilizaba. El break dance rápido se popularizó en los barrios, pues si alguien lo intentaba en una discoteca, se lo impedían los mismos encargados del lugar. Luego del 11 de agosto de 1973 siguieron apareciendo más personajes, como Afrika Bambaataa, Grandmaster Flash, Grand Wizard Theodore o The Sugar Hill Gang, quienes poco a poco fueron sacando del underground al rap y en general al hip hop, que empezó siendo una subcultura, para a ratos ser contracultural pero abrazado como toda una cultura por quienes viven inmersos en él, en cualquiera de sus 4 elementos: MC, B-Boy, Graffiti o DJ. Así, a lo largo de estos 50 años el hip hop es un movimiento que no deja de crecer, y que ha estado a tono con los cambios generacionales, desde los breaks en las block parties, pasando por el rap politizado de Public Enemy, el Miami Bass, el Southern Rap, el Jazz Rap, el Gangsta Rap de los 90, el G-Funk creado por Dr. Dre, el Chicano Rap y demás tendencias y subgéneros, al grado de mezclarse con el rock y hasta con la música country (hic hop), o con géneros latinos o adaptado a la música de cualquier parte del mundo.