LA CASA DEL JABONERO | El año perdido

Imagínese usted a un niño de primaria, pública o privada, viendo la pantalla de un celular sin saber a qué carajos se refiere eso que le piden.

Jorge A. Amaral

A más de un año de que la pandemia llegó a México muchas cosas se han perdido: vidas, empleos, negocios, inversiones y, algo crucial, el de por sí bajo nivel educativo en México.

PUBLICIDAD

Imagínese usted a un niño de primaria, pública o privada, viendo la pantalla de un celular sin saber a qué carajos se refiere eso que le piden. Visualice la desesperación de muchos padres de familia y tutores al enfrentarse a temas que, si los vieron en la primaria ya no los recuerdan, o de plano los pasaron de noche y para ellos eso que está escrito suena como si estuviera en arameo.

Claro, durante la pandemia, muchos maestros se han comprometido con sus estudiantes, se han actualizado (otros ya lo estaban) y aprendieron a trabajar en las plataformas que se habilitaron para la educación distancia. Pero otros, en muchas escuelas, se han limitado a sólo mandar trabajos vía WhatsApp y de ahí, que los padres y los niños le hagan como puedan. Los papás más duchos, si tienen acceso a internet, buscan la guía en Google, pero otros de plano no lo hacen y, a su pesar, dejan que el niño se la rife solo.

Ese ha sido el panorama durante más de un año: muchos padres de familia lidiando con la crisis económica y hasta con la COVID-19 mientras sus hijos van tentaleando con las tareas, que en muchos de los casos llegarán, si es que llegan, plagadas de errores o de plano incompletas.

PUBLICIDAD

El presente ciclo escolar ha sido un año perdido en materia educativa, porque sí, hay docentes que se aplican y tienen sesiones virtuales, pero otros sólo mandan tareas cada mes o, como en el caso de escuelas que me ha tocado ver, sólo mandan dos o tres actividades cada cierto tiempo, y esas tareas no se revisan, sólo se consignan en la lista para ponerle al alumno la palomita de que sí entregó.

Pero la cuestión es lo que va a pasar en agosto, si es que las clases presenciales se retoman. Preocupa mucho cómo llegarán esos alumnos a las aulas, y peor los que iniciarán un nuevo nivel educativo, a la primaria, secundaria o preparatoria, y no sepan nada del último grado del nivel anterior. Imagine usted a un maestro de primero de secundaria lidiando con alumnos que no sabrán nada de lo contemplado en el plan de estudios para sexto grado, y lo mismo en los intermedios.

Si se regresa a las aulas, los maestros tendrán primero que hacer un diagnóstico, en el que el resultado será desastroso, y de ahí comenzar a trabajar. Pero no podrán detenerse mucho en ver contenidos de este ciclo, porque hay un plan de estudios que debe seguirse y por ello tendrán que avanzar en los contenidos que les ocupen el próximo. Entonces, como se carecerá de los conocimientos previos, los alumnos no entenderán y el aprovechamiento será mínimo.

¿Qué caso tiene que al fin de este ciclo los alumnos del nivel básico pasen de año si no tienen los conocimientos necesarios? Lamentablemente en México el nivel se mide por grados avanzados, no por conocimientos adquiridos, así que lo más fácil es decir que tantos millones de alumnos pasaron de año sin ameritarlo.

Aclaro, no estoy generalizando, muchos maestros, padres de familia y alumnos realmente se han esforzado por sacar este ciclo, pero donde no hay la disponibilidad de algunos docentes, donde las familias no cuentan con el servicio de internet, donde pones una recarga de celular o comes, este ciclo ha sido un año perdido que jamás se va a recuperar.

Lo ideal sería que, si por cuidar indicadores no pueden repetir el año, para el próximo ciclo de plano no hubiera ni vacaciones, ni puentes ni días feriados, sólo descansos de fin de semana. Pero oh, dios mío, ahí están los derechos laborales de los maestros, que por ley tienen derecho a puentes y vacaciones, y no van a renunciar a ello. Entonces en 10 o 20 años, dependiendo de la edad, este país estará en manos de la generación que perdió un año con severas consecuencias para toda su vida académica. Al tiempo.

Maestra violentada

En esta semana se difundió el audio de una clase virtual en la que, mientras la maestra de inglés interactuaba con su grupo, el marido furioso llegó reclamando que la docente le había averiado la computadora, tras lo cual comenzó a insultarla y a golpearla mientras la docente suplicaba que por lo menos la dejara terminar la clase, porque los alumnos estaban escuchando todo.

Los hechos ocurrieron el 21 de abril y la docente es catedrática en la Universidad Autónoma del Estado de México. Su esposo es abogado y milita en el Partido Acción Nacional, de donde ya fue expulsado. La denuncia está en curso.

Por fortuna esa agresión quedó registrada y trascendió a los medios, pero cuánto habrá tenido que soportar la víctima antes de eso. No me quiero imaginar las escenas cotidianas, las agresiones frecuentes y todas las vejaciones que la mujer ha tenido que aguantarle al barbaján que tiene por marido. Por fortuna ese caso salió a la luz y se tomaron cartas en el asunto, pero la cantidad de actos de violencia hacia las mujeres que quedan en el anonimato, en el seno de la intimidad, abruma de sólo imaginarla.

Lamentablemente en México la violencia a las mujeres no se persigue si no hay una denuncia, a menos que se llegue al último extremo: el feminicidio. Ya es tiempo que en este país se hagan las reformas necesarias para que cualquier acto de agresión intrafamiliar o de violencia de género se persiga de oficio. Y es que muchas veces la víctima puede tener heridas, golpes y severos traumas y es auxiliada por la policía, pero si no interpone una denuncia, el agresor pronto regresará a la casa, a las calles.

Debería perseguirse de oficio por la dinámica de los hombres golpeadores. Son excelentes manipuladores, porque primero son todo amor y dulzura, y cuando tienen a la víctima en sus manos, dejan salir su verdadero rostro. Luego de los primeros ataques, piden perdón, juran que van a cambiar y se portan bien unos días, hasta que algo no les parece y entonces vuelven los gritos, los golpes y las amenazas. Lentamente, la autoestima, la dignidad y la seguridad de las víctimas se va desvaneciendo hasta desaparecer. Ahí, el agresor las tiene a su merced: asustadas, inseguras de sí mismas, cautivas, sabiendo que cualquier acto que moleste al hombre les acarreará más problemas. Entonces se alejan de sus familias, de sus amistades, esconden moretones bajo plastas de maquillaje y lentes oscuros, usan ropa cada vez más cerrada y con mangas largas para que no se vean las marcas de las agresiones. Si alguien les pregunta, siempre se golpean con una puerta, con algo que se les vino encima, se cayeron. Y la gente sospecha porque sabe que una puerta, una cubeta o la banqueta jamás tendrán la forma de puño cerrado, pero si no son familiares o amigos cercanos, no harán nada, porque “la pendeja que lo aguanta”, “no es mi problema”, “de la puerta para adentro cada quien sabe cómo vive”. Entonces, posiblemente alguien denuncie el escándalo, los gritos que no dejan dormir, y lleguen policías, que verán a la mujer golpeada y le ofrecerán acompañamiento para denunciar, pero ella, temerosa, sabe que si denuncia y el marido sale libre, le irá peor, porque le puede quitar a los hijos, la manutención y hasta la vida. Gracias a ello el agresor puede pasar toda su vida sin recibir un castigo.

En razón de lo anterior, es una mentada de madre lo que la candidata a presidenta municipal de Juchipila, Zacatecas, ha hecho y permitido hacer.

Esta semana también circuló un video en el que se ve cuando David Monreal, candidato de Morena al gobierno de Zacatecas, toca a Rocío Moreno, candidata a la alcaldía. En la grabación se ve claramente cómo Monreal (hermano de Ricardo Monreal) toca con su mano el glúteo de Rocío Moreno, durante un recorrido de campaña por el municipio donde ella es candidata, quien reacciona confundida tras la acción.

De inmediato las críticas en redes sociales y por parte de candidatos y partidos políticos salieron a raudales, comparando el hecho con la polémica en la que se ha visto envuelto Félix Salgado Macedonio. Por ejemplo, la Organización Nacional de Mujeres del PRD emitió un comunicado en el que expresó su repudio a cualquier acto de acoso sexual y violencia política contra las mujeres.

Nany Romo, candidata de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Zacatecas, expresó que esta es la segunda llamada de atención que lanza al candidato en menos de una semana, pues la primera llamada fue luego de que Marco Flores, vocalista de la Banda Jerez y candidato a diputado federal por Morena, dijo “arriba las pinches viejas” en un mitin de Monreal.

Claudia Anaya Mota, candidata a la gubernatura por la coalición Va por Zacatecas, también se pronunció sobre la grabación. En un video señaló que el tocamiento de Monreal hacia su compañera se trata de un acto "reprobable e inadmisible". "La espiral de violencia contra la mujer siempre es ascendente. No podemos permitirla ni normalizarla", publicó.

El Organismo Nacional de Mujeres Priistas de Zacatecas también expresó que el tocamiento de Monreal fue un acto de violencia sexual, por lo que exigieron a las autoridades electorales y a los colectivos feministas que actúen.

Como era de esperarse, David Monreal se defendió diciendo que las imágenes están sacadas de contexto y que en todo caso pudo haber sido un roce involuntario. “Es mentira, no sucedió tal cosa, sacan de contexto, en todo caso fue un roce involuntario, no sucedió, no hay nada; por eso quise hablar, porque es mentira, una mentira dicha muchas veces daña mucho, he sido objeto de ataques, en las campañas se utiliza la guerra sucia”, aseguró el candidato.

Y fue más allá al decir que el video es producto de “la magia de la tecnología”.

Con un discurso ya conocido, el morenista aseguró que ha sido “muy respetuoso de las mujeres", "no sólo porque tengo esposa y dos hijas, sino porque tengo una trayectoria en la vida pública”, y hasta dijo que es un feminista, “un luchador por derecho de las mujeres, siempre he defendido a las mujeres, mi gabinete será integrado principalmente por las mujeres”.

Pero lo peor vino de Rocío Moreno, quien el martes compartió un video en el que aseguró que el candidato a gobernador jamás le faltó al respeto y que ese es un ardid para dañar su imagen y la de David Monreal, y hasta la de Morena: “No voy a permitir que me utilicen. No voy a permitir que nuevamente dañen al movimiento. El licenciado David Monreal es una persona respetuosa y nunca me ha faltado. Basta de calumnias, basta de utilizar los videos para dañar nuestras imágenes”, agregó.

Todo esto en un contexto en que, en este proceso electoral, el Instituto Nacional Electoral tiene contabilizadas a 23 personas inscritas en el Registro de Personas Sancionadas en Materia de Violencia Política contra las Mujeres en Razón de Género. De ellas, 18 son hombres y cinco son mujeres.

Entonces, que una mujer agredida dispense el hecho en beneficio de un candidato o un partido, es una reverenda mentada de madre para todas las mujeres y niñas que han sido y son víctimas de la violencia de género. Es cuánto.