Jorge A. Amaral El cambio no puede ser obra de un sólo individuo, se les olvida que el cambio no tiene dueño. Decir el cambio soy yo es lo más viejo que existe en la política mexicana (…) el verdadero cambio es abrir espacios de participación para toda la sociedad, no ofrecer unas cuantas secretarías a los opositores. Gilberto Rincón Gallardo Antes de empezar, una disculpa por no haber escrito la semana pasada, pero sucede que a veces uno pone y YouTube dispone, y ese viernes, justo cuando iba a empezar, la plataforma dispuso un concierto de Cypress Hill y en eso se fue la mañana. Pero bueno, me sirvió de descanso, y lo mejor de todo es que esta que terminó ha sido una semana interesante pues ha habido de todo: romance, acción, suspenso, terror, intriga… pero lo que más ha abundado es la comedia, sin duda. Eso me hace pensar que, no en vano, el escritor José Agustín tituló “Tragicomedia mexicana” a su célebre trilogía. Por cierto, felicidades a mi papá, y a todos esos hombres que saben ser padres, porque no basta con la semilla o el apellido. La curva la hacemos todos Durante esta semana se ha estado escuchando en muchos medios cómo voces críticas hacia el gobierno atacan al doctor Hugo López-Gatell porque siempre está diciendo que estamos en lo más alto de la curva o que lo peor está por venir. Escuchaba durante la semana un noticiero en la radio en el que no se paraba de tachar de mentiroso a López-Gatell porque dice que ya, que ahora sí estamos en lo más alto de la curva de contagios, y resulta que no, que siguen saliendo más y más por todos lados. Eso no es culpa del subsecretario, porque él ha sido muy puntual con las cifras y hablar de las medidas que hay que seguir, lo que pasa es que la gente, entre la que es y la que se hace, de plano no entiende, y prueba de ello la tenemos en todos los casos de fiestas que las autoridades tienen que ir a detener, en los jaripeos que han sido reventados, en las iglesias en las que no han dejado de hacer misas pese a la pandemia. El sacerdote muerto por COVID-19 en Morelia no me deja mentir, ya que sus feligreses hasta presumían que con todo y pandemia, el cura hacía tres misas al día en la colonia Lomas del Valle. López-Gatell es responsable de las cifras y en gran parte de las medidas que se implementen, pero eso no lo hace responsable de la necedad de la gente, como el gobernador de Michoacán, que en su pleito con la Federación sacó su propio semáforo, ya ve usted cómo se las gasta el bravío Silvano, siempre tan entrón y echao pa’lante. Pero no es el único, pues el alcalde de Pátzcuaro, el experredista y hoy morenista Víctor Báez, con video promocional y todo, invita a la gente a su Pueblo Mágico, a pesar de que, en el semáforo silvanista, pasó de verde a amarillo con el aumento de contagios. En fin, una cosa son los contagios, la atención médica, la evolución de la pandemia, esa es responsabilidad del López-Gatell, lo referente al COVID-19, pero los “covidiotas” ya son responsabilidad de sí mismos y, en última instancia, de los gobernantes que los sonsacan, desde alcaldes como el de Pátzcuaro hasta López Obrador. Así que antes de entrar en sintonía con los panistas sobre el desempeño de López-Gatell, veamos en qué estamos quedando a deber nosotros en lo individual y en lo colectivo para hacer que los contagios sigan en aumento. El presidente de la discordia Andrés Manuel López Obrador desde hace mucho tiempo ha sido un gran divisor del país, el polarizador por excelencia, pues gracias a él hoy el país se divide en dos bloques: los que están a favor y los que están en contra de él, y no se puede decir que ni lo uno ni lo otro porque aquí no hay grises: quien no apoya al mandatario está en su contra y es un enemigo de la transformación de este país, es un chayotero o vendido del sistema que con el PRIAN robaba mucho y por eso está enojado, porque el báculo sagrado de AMLO erradicó la corrupción y blah, blah, blah, ya nos sabemos las peroratas de los feligreses del presidente, como nos sabemos los mantras de la oposición. El caso es que por esa misma polarización ahora hay dos bloques: los pro y los contra. Los pro, según ellos, encarnan todo lo bueno porque arropan al mandatario, los que piden que se le deje gobernar; los contra, según ellos, también encarnan todo lo bueno porque se oponen a un presidente tiránico, que va a llevar a México al comunismo (les encanta esa palabra aunque no sepan ni qué carajos significa). En fin, con un país dividido, mientras la gente se pelea en redes sociales en debatitos estúpidos y sin argumentos, mientras los chairos llaman “Borolas” a Felipe Calderón y los derechairos catalogan a AMLO como “EL Cacas”, el presidente mueve el gobierno a su antojo ante una oposición que está más enfocada en hacer alianzas electorales para 2021 que en asumir una posición responsable desde ahora. Pero eso es comprensible, porque una sociedad que intercambia apodos y memes, que simplemente insulta y denuesta, no puede ponerse exigente y pedir políticos de altura, porque la clase política es consciente de que no necesita prepararse tanto, no requiere hacer un debate serio, no precisa discursos incendiarios y conmovedores. No, al electorado mexicano le bastan algunos memes o que la tía les mande una cadena por WhatsApp y con eso basta para saber por quién votarán. En virtud de lo anterior, no esperemos grandes cosas para las elecciones de 2021, porque dudo que en un año la sociedad mexicana se eduque y se pula para ser más exigente con los políticos. No, en 2021 tendremos a los mismos rebaños apoyando a los mismos trúhanes, bandidos, canallas y sátrapas de siempre en un frente y otro. Alianzas, matrimonios por conveniencia Y precisamente, hablando de AMLO y lo dividido que está el país, los distintos sectores ya están conformando bloques: el que apoya al mandatario y el que lo quiere sacar de Palacion Nacional. Por un lado, Morena se apoya en el PT y el Partido Verde para hacer un bloque proAMLO, para defenderlo de los embates de los conservadores que quieren frenar a la 4T. Claro, y de paso asegurarse alcaldías y gubernaturas. Por el otro lado tenemos a aquellos que van a frenar a AMLO y sus políticas “comunistas”, como los del Frente Nacional Anti AMLO (FRENAA), Partido Acción Nacional, PRD, PRI, México Libre, los Provida, cámaras empresariales y demás. ¿Y sabe usted qué va a pasar? Nada. Todo será simple reparto de posiciones y López Obrador seguirá incólume en su puesto. ¿Conapred?, ¿se come o se unta? Siguen los embates presidencias hacia los organismos de derechos humanos pues, así como a las instancias encargadas del medioambiente, se les reduce el presupuesto y acotan funciones. Ahora fue el turno del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, cuya existencia desconoció López Obrador y ahora se queda sin titular. Todo fue porque el Conapred organizó un foro sobre racismo en el que invitó al youtuber Chumel Torres, quien hace tiempo se ha burlado del sobrenombre del hijo de la pareja presidencia y ha sido muy crítico hacia el mandatario. Ahí saltaron a la vista dos cosas: salió a relucir el rencor que la primera dama, perdón, esposa presidencial, siente hacia Chumel, pues de inmediato le exigió una disculpa pública por aquello de “Chocoflán”. Ahí vimos que doña Betty es rencorosa y no perdona. Y la otra: los fans de AMLO no perdonaron que una instancia gubernamental invitara a un detractor del régimen a un foro, y por eso se quejaron, no tanto por si Chumel es racista y clasista o un asco de ser humano (eso no nos consta). Al final el foro se canceló y la directora del Conapred, Mónica Maccise, con todo y su preparación y doctorado, se quedó sin empleo. Pero además, una instancia defensora de derechos humanos es puesta en la mira del presidente y sus focas. Pero el Conapred no es la única dependencia que ha recibido los embates de la 4T, ya que la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas ha quedado acéfala luego de que manifestantes acusaran a su extitutlar, Mara Gómez, de no atenderlos. Pero la hoy exfuncionaria fue muy enfática con familiares de víctimas que se mostraron inconformes con su desempeño: la CEAV no tiene ni para pagar el teléfono, mucho menos para apoyar a las víctimas del delito, en su mayoría mujeres. Si lo anterior lo contrastamos con una CNDH que está ahí, con su bajo perfil, en plena mansedumbre hacia el presidente, vemos cómo la Cuarta Transformación es todo, menos garante del respeto y defensa de los derechos humanos, porque eso de querer centralizarlo bajo el mando de la Secretaría de Gobernación, como sugiere el presidente, no es otra cosa más que mantener el control bajo el brazo presidencial, sin autonomía operativa. Y el presidente legitimará esas acciones arguyendo que fueron dependencias menores creadas para que los conservadores robaran y ¡pum!, desaparece y la grey obradorista aplaude mientras la oposición no hace nada porque está más enfocada en bufonadas. Es cuánto. Postdata nostálgica del ayer La pretensión de mantener el control presidencial sobre los organismos de derechos humanos, la intolerancia a la crítica, emprender venganza contra quien se burló del vástago presidencial, definir la libertad de expresión como la libertad de los ciudadanos para hablar bien del régimen, funcionarios que si no se ajustan son despedidos, que si se mueven no salen en la foto, maniqueísmo político… hombre, hasta me siento como en la década de los 80, en los años gloriosos del presidencialismo priista, ya nomás falta que tengamos una oposición débil si es real y blandengue si es por puro trámite, o bien falta ver a personajes como Muñoz Ledo diciendo sus verdades a los papanatas de San Lázaro, o que Manuel Bartlett tenga un alto cargo en el gobierno para seguirse enriqueciendo. Oh, vaya. Feliz cumpleaños La Voz de Michoacán cumple 72 añotes de vida y es un honor ser parte de esto, porque trabajar para esta casa editorial me ha dado un gran aprendizaje, ya que aquí he podido ser reportero, editor del impreso, editor web, analista y columnista, siempre con mucha libertad editorial y creativa pero con la premisa fundamental de ofrecer a los lectores información de calidad, veraz, verificable, oportuna e imparcial. Pero además aquí he conocido a compañeros de los que he aprendido mucho en diferentes ámbitos y con quienes se han forjado valiosas amistades. En fin, por todo ello y con mucha gratitud: felicidades, Voz de Michoacán. Foto, Samuel Herrera Jr.