El difícil camino naranja

Si Dante efectivamente se esperó para ver si Ebrard saltaba de barco, pues se equivocó. Insisto: yo no lo sé, pero el hecho es que la candidatura de Marcelo no ocurrió.

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JUEGOS DE PODER

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Leo Zuckermann

“La política no es, sino va siendo”. La frase se la escuché a Dante Delgado, dirigente nacional de Movimiento Ciudadano (MC). Me parece ingeniosa. Efectivamente, la política es hija de las circunstancias que van cambiando con el tiempo.

En este sentido, me temo que nada bueno está ocurriendo en MC estos días.

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Se les cayó el esquema que tenían previsto para la elección del 2024.

Ya sea porque llegaron a un acuerdo con López Obrador para dividir el voto opositor, y así facilitar el triunfo de Claudia Sheinbaum, o porque legítimamente estaban convencidos que lo mejor era presentar una tercera vía al electorado, MC tenía en mente lanzar a un candidato presidencial potente.

Dicen (a mí no me consta) que Dante quería que fuera su amigo Marcelo Ebrard. Yo siempre sostuve que esta tesis no me convencía porque no veía a Ebrard saliéndose de Morena para irse a competir en contra de Sheinbaum o, en todo caso, hacerle el trabajo sucio de allanar su victoria. No vislumbraba a Marcelo terminando su carrera política de esta forma.

Ebrard compitió en contra de Sheinbaum en la interna de Morena. López Obrador la eligió a ella, Marcelo se enojó, hizo una pataleta y amagó con salirse del partido. No lo hizo porque no es idiota. Tenía mucho que perder y nada que ganar si hubiera tomado ese camino.

Si Dante efectivamente se esperó para ver si Ebrard saltaba de barco, pues se equivocó. Insisto: yo no lo sé, pero el hecho es que la candidatura de Marcelo no ocurrió.

Pero MC tenía otra buena opción: el gobernador de Nuevo León.

Como muchos previmos, porque era absolutamente lógico, la oposición panista y priista en ese estado le harían la vida de cuadritos a Samuel García si decidía lanzarse como candidato presidencial de MC. Ya parece que iban a dejarlo ir vivo cuando les quitaría muchos votos en la elección del 2024 afectando al PAN y PRI.

Era previsible y sucedió. Samuel se lanzó a la candidatura presidencial, rápidamente logró momentum electoral, la oposición tomó nota y lo amenazó: si tú te vas contra nosotros en la presidencial, en Nuevo León dejamos a un gobernador interino nuestro; tenemos los votos en el Congreso del estado, ahí tú decides.

Y García decidió. Prefirió quedarse como gobernador nuevoleonense, lo cual es muy revelador de posibles esqueletos en el clóset que tenía el mandatario.

Resultado: MC se quedó sin candidato presidencial.

Al final de las precampañas, Samuel destapó a su compadre Jorge Álvarez Máynez como el candidato sustituto. Al igual que el gobernador de Jalisco, el otro gran líder de MC, yo no podía creer la frivolidad y estulticia de la escena. Así lo describió Enrique Alfaro en un tuit:

“En una mesa con botana y cerveza, el gobernador [de Nuevo León] se asumía como líder de nuestro movimiento y nos dictaba instrucciones sobre el camino a seguir. Quienes usan la idea de lo nuevo para disfrazar lo absurdo, los que nos metieron en el callejón de la banalidad, el callejón de la no política, no son los líderes de este proyecto ni mucho menos del movimiento social que construimos en Jalisco”.

En un video posterior, García le entregó un par de tenis naranja fosfo-fosfo a Álvarez como heredándole el cargo. La banalidad característica de Samuelito. 

En fin, que el compadre Jorge será el candidato presidencial de MC. El problema es que nadie lo conoce. En cuanto lo destaparon, al calor de unos tequilas en una elegante casa sampetrina, le pregunté a varios encuestadores cuál era el reconocimiento de nombre de Álvarez Máynez en las encuestas.

Me contestaron que no lo habían medido. Esto a seis meses de la elección presidencial. Salvo uno, Francisco Abundis de Parametría. En su encuesta de diciembre pasado, reporta que sólo el 6% de los ciudadanos conoce su nombre. Dice Abundis:

“Por ello su reciente nominación no aumenta las preferencias por MC. A diferencia de Samuel García, quien era ya un personaje muy conocido por haber contendido y ganado la elección de Nuevo León, su estado, Álvarez Máynez hoy día no le aporta nada a su partido. Ello no significa que no lo pueda hacer eventualmente. El problema es que tiene poco tiempo para crecer, y se ve poco probable que llegue a los niveles de conocimiento de sus competidores”.

Pues sí porque, cuando está comenzando su campaña, tendrá que detenerla. Por culpa de nuestra estúpida ley electoral, iniciará una veda donde los candidatos deberán callarse hasta el próximo primero de marzo. Al final, Jorge tendrá tres meses para darse a conocer y subir en las preferencias.

No se ve nada bien cómo viene siendo la política para MC estos días.

X: @leozuckermann