JUEGOS DE PODER LEO ZUCKERMANN Creo que Vladimir Putin pensó que la invasión a Ucrania sería un día de campo para el Ejército ruso. Echarían unos cuantos cohetes que asustarían a la población civil. El presidente de Ucrania, un ex comediante de nombre Volodímir Zelenski, saldría volando a refugiarse en Occidente junto con su familia. Los militares ucranianos tomarían el poder y se sentarían, de inmediato, a negociar un cese al fuego con los rusos. Moscú pondría a un gobierno títere que controlaría sin ningún problema. Ucrania, y sus pretensiones de unirse a la Unión Europea y la OTAN, dejarían de ser una amenaza para Rusia. Se daría un paso más hacia la consolidación de un nuevo imperio ruso, el objetivo que mueve a Putin. Sin embargo, el presidente ruso se equivocó. Para empezar, el Ejército y la sociedad ucranianas decidieron enfrentar al invasor. Lejos de arredrarse, se envalentonaron y tomaron las armas para defender a su país. Ahí andan, una semana después, defendiéndose de las superiores Fuerzas Armadas rusas que no han podido tomar, todavía, la capital, Kiev. Otra sorpresa ha sido Zelenski. Se quitó el traje, se puso un simple uniforme militar y anunció que él y su familia se quedaban en Ucrania, a pesar de ser el hombre más buscado por los rusos. El comediante converso a político tomó el liderazgo que su país requería. Zelenski ha arengado a sus compatriotas para luchar contra los invasores. No con un tono ni una retórica encendida. Al revés. Sus discursos son templados pero emotivos. Tocan las fibras de las audiencias. Es un experto en lanzar frases memorables. “Si atacan, nos verán las cara, no la espalda”, le advirtió a los rusos antes de la invasión. Cuando Estados Unidos le ofreció evacuarlo, contestó: “necesito municiones, no un aventón”. Ahí sigue el presidente ucraniano enviando mensajes a su pueblo, a Putin, a los rusos y a Occidente. Hace unos años era un comediante con habilidades histriónicas. Hay videos de él que circulan en las redes donde se ve danzando como profesional en un programa de televisión de concursos de baile. Fue el protagonista de otro programa televisivo donde interpretaba a un malhablado profesor de escuela a quien uno de sus alumnos filmó despotricando en contra de la corrupción; el video se hizo viral y el personaje de Zelenski se convirtió en…presidente de Ucrania. Una historia para Hollywood. Zelenski luego ganaría la Presidencia de su país con más del 70% de los votos. Se presentó como un candidato anti-sistema que estaba en contra de los políticos tradicionales de su país. Muchos pensaron que su gestión sería un desastre. ¿Un comediante convertido en presidente? El que más se lo creyó fue Putin. Bueno, pues este ucraniano de 44 años, quien por razones obvias tiene una gran capacidad de comunicación, se ha transformado en la imagen de la resistencia ucraniana. El gran personaje, diría yo, de la historia que se está desarrollando en Europa. “Es como si Víctor Trujillo Brozo se hubiera convertido en presidente de México y ahorita estuviera resistiendo una invasión de Estados Unidos”, me dijo una amiga. ¿Se imagina? Mucho se ha escrito que los individuos tienen poco peso en la historia. Que importan más los procesos, las instituciones, los intereses, las ideas. Es cierto. Como es cierto que ensalzar la imagen de un personaje es parte de la propaganda en toda guerra. No hay duda que Zelenski ha caído como anillo al dedo en este aspecto. Pero, a mí me van a perdonar, pero yo creo que este señor es el gran personaje noticioso de la guerra en Ucrania. Del otro lado, por cierto, hay otro personaje igual de fascinante, Vladimir Putin, a quien Occidente no ha logrado comprender en dos décadas. En un momento en Occidente donde dominan líderes de pacotilla como Berlusconi, Trump, Johnson, Maduro o Bolsonaro, Zelenski aparece como una figura inspiradora. Un hombre anti-sistémico pero con valores democrático-liberales. Quiere que su país sea parte de la Unión Europea para evitar el autoritarismo moscovita. Y además ha resultado ser un patriota dispuesto a arriesgar su vida, y la de su familia, para mandar el mensaje que él de ahí no se mueve hasta que lo detengan los rusos, si algún día ocurre eso. En su discurso de toma de posesión, Zelenski dijo: “he intentado hacer todo lo posible para que los ucranianos sonrieran; ahora voy a hacer todo lo posible para que los ucranianos no lloren”. Bueno, pues como consencuencia de la invasión de su país, este hombre está haciendo todo lo posible para que los ucranianos sigan siendo gobernados por ellos y no por sus vecinos. Twitter: @leozuckermann