Luis Sigfrido Gómez Campos Del 28 de agosto (día en que se publica este artículo) al 6 de septiembre habrá una veda política en la que los aspirantes a la del Coordinador Nacional de los Comités de la Defensa por la Transformación, sus equipos de trabajo, dirigentes, militantes, simpatizantes, servidores públicos, liderazgos y cualquier otro que participe en el movimiento quedarán obligados a abstenerse de animar o incitar a los militantes o simpatizantes para llevar a cabo accione que tengan por objeto posicionar públicamente a alguno de los aspirantes durante el proceso para la designación del Coordinador (a) Nacional. El sábado pasado, en Tlatelolco, Ricardo Monreal realizó su último acto de campaña para dicha nominación diciendo, entre otras cosas: “Si las encuestas son reales, les vamos a dar la sorpresa”; es decir, en su fuero interno considera que tiene posibilidades de ganar. El senador con licencia dijo en la parte final de su discurso en La Plaza de la Tres Culturas: “Mañana cierro campaña, pero en la Catedral. Voy a ir a misa. Para que se enojen los que no les gusta eso”. Pésimo mensaje en un acto político. Para qué quiere que se enojen todos los no creyentes. Si yo fuera candidato convocaría y trataría convencer a todos, piadosos y fervorosos creyentes; y, por otra parte, con ese acto nos deja ver que en su fuero interno piensa que solamente un milagro podría hacerlo ganar. A estas alturas del partido la tendencia de las encuestas preliminares -las no oficiales, quiero decir- solamente otorgan posibilidades reales de hacerse con el triunfo a Marcelo Ebrard Casaubón y a Claudia Sheinbaum Pardo. Los demás aspirantes que se sometieron a los lineamientos de Morena quizá podrían llegar a este cargo por vía del milagro, por lo que no les hubiera caído nada mal seguir la ruta que les señaló Ricardo Monreal: ir a misa el domingo. Hay quien dice que las corcholatas que van abajo en las encuestas solamente aspiran a posicionarse para recibir un premio de consolación. Yo creo en la teoría del milagro. Yo sé que existe mucha gente que no cree en los milagros; pero, ¿no es cierto que el senador de la República Cristóbal Arias encabezó durante meses todas las encuestas en su aspiración al gobierno de Michoacán? ¿No es cierto que el expresidente municipal de Morelia Raúl Morón Orozco ganó la encuesta interna del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) para ser el candidato electo en busca de la gubernatura de Michoacán en el proceso electoral 2022?; y, por último, ¿no es cierto que, a Alfredo Ramírez Bedolla, actual gobernador michoacano, le cayó del cielo la candidatura? En política como en el fútbol, como lo he dicho en otras ocasiones, parafraseando al legendario beisbolista Yogi Berra, “esto no se acaba hasta que se acaba”. En consecuencia, siguiendo esta lógica, hasta la mismísima Xóchitl Gálvez podría ganar la presidencia de México; pero, para que esto suceda no se requeriría un milagro, sino un milagrototote, en mi modesta opinión. En el ámbito de la 4T, pese a la arrogancia con que se conduce la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, como si ya hubiera ganado la encuesta, el excanciller Marcelo Ebrard tuvo un cierre de dos semanas con propuestas claras y precisas. Él no espera un milagro, sabe perfectamente que tiene el mejor perfil, la experiencia y conocimientos en las diversas ramas del quehacer político que lo llevarán a obtener la codiciada Coordinación de su partido, antesala de la candidatura para ser candidato de Morena a la presidencia de México en el 2024. Ya se acabó todo proselitismo en este proceso interno. Pese a las limitaciones que marcan las reglas durante este período, los aspirantes de Morena no están impedidos a conceder entrevistas, “pero deben abstenerse estrictamente de hacer alguna manifestación de apoyo o rechazo sobre el proceso partidista y en particular hacer llamados a favor o en contra de aspirantes o solicitud de respaldo en la encuesta”. Se deberá evitar, durante este período, que sus simpatizantes o equipos de apoyo se dediquen a solicitar respaldos a su favor o promuevan el rechazo de cualquier otro aspirante. Queda prohibido todo proselitismo o publicación de otras encuestas. Se tiene programado que los resultados se darán a conocer el día miércoles seis de septiembre. Un amigo que publica sus artículos de opinión en este diario La Voz de Michoacán considera que es muy probable que la contienda final para 2024 pudiera ser entre dos mujeres y dice que tanto Beatriz Paredes como Xóchitl Vázquez son extraordinarias polemistas con una gran capacidad de discurso, a diferencia de Claudia Sheinbaum, la cual ignora, como los políticos experimentados, que, “por lo general es el pequeño paso mal dado el que hace que uno se desplome”; y quien repite ante su propia gente la frase: “Tú sabes que voy a ser yo”, lo pudiera tener alguna influencia negativa en la decisión final del presidente López Obrador. Me atrevo a diferir de don Jorge Orozco. Considero que en la contienda final por la presidencia estará Marcelo Ebrard, quien está mejor preparado para debatir cualquier tema de la política nacional o internacional ante quien llegue a ser la candidata del Frente opositor. luissigfrido@hotmail.com