PUNTO NEURÁLGICO |Marcelo: ‘Claudia o yo’

La conductora Adela Micha dijo que Marcelo había lanzado una granada expansiva de consecuencias impredecibles, y otros analistas agregaron que acusar a la Secretaría del Bienestar equivalía a culpar al mismísimo presidente de la República.

Luis Sigfrido Gómez Campos

Cuando el miércoles de la semana pasada Marcelo Ebrard convocó a una rueda de prensa, los que lo conocemos sabíamos que iba a plantear asuntos de la mayor relevancia en torno al proceso de las encuestas con la que se elegirá al próximo coordinador nacional de defensa de la 4t.

PUBLICIDAD

Sin ambages y en puntos específicos, el excanciller planteó que es del conocimiento público que la disputa de Morena se reduce a una contienda entre dos finalistas: Claudia Sheinbaum y el propio Marcelo Ebrard; esto, en virtud de la gran diferencia que existe con los otros aspirantes en casi todas las encuestas.

Pero Marcelo fue más allá y no sólo pidió sino exigió a la dirigencia de Morena que esté a la altura de las circunstancias; que frenen ese acarreo masivo a favor de Claudia y permitan a la gente elegir libremente; que asuman, como les corresponde, su papel de árbitros y detengan las violaciones a los acuerdos firmados: “Están usando masivamente a la Secretaría del Bienestar en todo el país… están utilizando las brigadas para decirle a la gente que el presidente quiere que sea Claudia. Están haciendo un acarreo de veras monumental”, así dijo.

Con toda calma, sin aspavientos, entre otras cosas, dijo muchas otras verdades: que no podían echar por la borda todo por lo que han luchado. Agregó estar en contra de todo el acarreo y encuestas pagadas y exigió a la dirigencia de Morena que pidiera a todas las instancias gubernamentales que sacaran las manos del proceso.

PUBLICIDAD

Y alborotó la gallera. Se recordaron los reclamos de Monreal y de Noroña, que se han quejado de lo mismo. Pero precisamente el petista Gerardo Fernández se sintió aludido; se quejó amargamente de que el excanciller dijera que la competencia ya nada más estaba entre dos corcholatas, porque los otros cuatro se habían rezagado significativamente en las encuestas. ¿Él todavía conserva la esperanza de ganar? Él sabe que su punch no le alcanza para tanto, pero aprovecha el ninguneo para posicionarse y echarle una manita a Claudia. Eso le parece más rentable.

La conductora Adela Micha dijo que Marcelo había lanzado una granada expansiva de consecuencias impredecibles, y otros analistas agregaron que acusar a la Secretaría del Bienestar equivalía a culpar al mismísimo presidente de la República.

¡Claro que no! ¡Esto no es cierto! Si el propio Andrés Manuel López Obrador ha dicho reiteradamente que la fuerza del movimiento de la 4t se sustenta en los principios de No mentir, No robar y No traicionar, ¿por qué ahora iba a estar de acuerdo en que una instancia de su gobierno pudiera estar involucrada en la realización de maniobras execrables?

Hay quien argumenta que la ropa sucia se lava en casa, porque exigir públicamente que no se hagan cosas sucias proporciona a los opositores que están buscando el prietito en el arroz elementos para atacar al partido en el poder. Y se preguntan, equivocadamente, por qué Marcelo hasta ahora se queja si siempre se ha sabido del gasto excesivo de recursos.

Marcelo Ebrard sí interpuso sus quejas; pacientemente estuvo haciendo reclamos al interior de Morena para que pusieran orden y exigiera a los otros aspirantes se condujeran en el marco de los acuerdos; pero sus reclamos fueron ignorados y es por eso que en la recta final los invita a corregir lo corregible.

Ante los reclamos de Ebrard surgieron voces que auguran un rompimiento del excanciller con Morena y otros que da plano le piden que se vaya. El excanciller ha sido enfático en sostener una y otra vez que no se va a ir del partido, pero que no va a tolerar quedándose callado ante este tipo de vilezas, porque, al igual que López Obrador, su lucha no es por el poder sino por principios.

Tanto el presidente Andrés Manuel como Marcelo Ebrard han declarado públicamente que no va a haber rompimiento, que todo esto se da en el marco de una de las decisiones más importantes de la política mexicana. Lo que está en juego es quién será el próximo presidente de México.

Faltando solamente siete días para que se realice la gran encuesta que decidirá el futuro de nuestra patria, Marcelo Ebrard lanzó su campaña: “Tú decides: o Claudia o Yo”. Y aseguró: “Entre Claudia y yo hay dos visiones distintas para el futuro de la seguridad en nuestro país”. Se trata de un programa en el que exhibe, en mi concepto, la carencia de la programas e ideas de la ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México, pues todos sabemos que Ebrard tiene gran dominio sobre este tema que importa de manera primordial a los mexicanos. Él sabe que todos deseamos transitar libremente por el suelo patrio sin el riesgo de ser una víctima más de los grupos de la delincuencia organizada.

Marcelo Ebrard considera que la cuarta trasformación de México se ha consolidado en su primera etapa, pero que apenas es el inicio de algo más grande y ambicioso, que debemos pugnar por continuar con la ruta de la transformación y no ver a la 4t como algo ya acabado.

Sí, Marcelo Ebrard requiere de la participación de las mujeres y los hombres de buena fe para ganar la próxima encuesta. Ese es el primer e importante gran paso para que el mejor hombre, íntegro y experimentado nos ayude a resolver los grandes problemas de México.

luissigfrido@hotmail.com