Centramos nuestra atención en el análisis de los candidatos a la Presidencia de la República porque es el cargo político de mayor relevancia que se disputa en este proceso electoral y, además, porque en este tipo de elecciones rige el principio jurídico de “lo accesorio sigue la suerte de lo principal”; es decir, que de acuerdo a los resultados que se obtengan en la elección presidencial, la votación se replicaría en ese mismo sentido, en gran parte de los cargos de elección popular que se disputan a lo largo y ancho de la geografía nacional. Es por eso que se afirma que es posible que Andrés Manuel López Obrador, postulado porla coalición Juntos Haremos Historia, formada por los partidos Movimiento de Regeneración Nacional MORENA;Partido del TrabajoPT y el Partido Encuentro Social PES, pudiera obtener mayoría en el Congreso Federal, asunto de la mayor relevancia para el proyecto “Pejista”, que dispondría de la fuerza necesaria para llevar a cabo el proyecto de país que se ha propuesto. Podemos afirmar que las consecuencias electorales de un triunfo avasallador de Andrés Manuel pueden ser impredecibles en cuanto a las aspiraciones de muchos candidatos que se subieron al carro de MORENA,o de la coalición,sin tener una personalidad política propia o el arraigo necesario para ganar por sí mismos. Algunos fincan sus esperanzas en que el electorado no realice un voto diferenciado y que la marea morenista les alcance a beneficiar en sus legítimas aspiraciones paraobtener una curul, una presidencia municipal o, ya de perdis, alguna regiduría. Es el caso del profe Morón, candidato por MORENA a la presidencia municipal de Morelia, centro político, cultural, social y cereza del pastel de Michoacán. Se dice que el otrora líder magisterial y ex senador de la República no es un buen candidato y que no figura entre la preferencia de los morelianos para la alcaldía; que no obstante que recibirá todo el respaldo del principal candidato de su actual partido no tiene el punch necesario para regir el destino político de los morelianos; que sus antecedentes de líder magisterial lo involucran en actos vandálicos bochornosos que lo imposibilitan éticamente para obtener dicho cargo; en fin, se dicen muchas cosas y, según las encuestas, se le coloca en un lugar muy por debajo de “Poncho”, el controversialexpresidente municipal de la capital michoacana tan repudiado por muchos yquerido por tantos otros. El maestro Raúl Morón ha hecho una modesta campaña esperando quizá que el efecto lopezobradorista le beneficie sin tantos aspavientos.¿Esto será posible? ¿Que el candidato presidencial le haga el favorcito de llevarlo al triunfo electoral sin “sudar la gota gorda”? ¡Claro que sí! Eso es totalmente posible en la política mexicana. En las elecciones de 1988, en las que se le reconoció el triunfo a Salinas de Gortari, las de la caída del sistema, nadie esperaba que en prácticamente todas las diputaciones federales de Michoacán(12 de 13) las perdiera el PRI. En ese entonces los partidos delFrente Democrático Nacional obtuvieroncasi carro completo, como se dice en la jerga política. El efecto “Cárdenas” les hizo el milagro a 12 políticos michoacanos que ni ellos mismos se esperaban este triunfo. Las candidaturas presidenciales acaparan los reflectores y todos los demás candidatos pasan a segundo término en la importancia de especulación política; pero nadie está seguro hasta qué punto va a influir López Obrador, si es que gana con el amplio margen que le atribuyen las encuestas. En la ciudad de las canterasrosasalgunas encuestas le dan una amplia ventaja al exedil Alfonso Martínez, candidato que se dice independiente.Otros conteosrefieren que la candidata Daniela de los Santos se perfila como ganadora; en tanto que otros encuestadores ponen, disputándose el tercer y cuarto lugar, a Raúl Morón y a Fausto Vallejo. No sé que tan serias sean las instituciones a las que se atribuyen estos estudios de opinión, pero sí me parece ilógico que perfilen a “Poncho” como alguien que pueda obtener el voto de la ciudadanía nuevamente cuando todos conocemos accionesemprendidas durante su administración que no dejaron provecho alguno a los Morelianos, o que abiertamente dañan u ofenden la inteligencia y el bolsillo de sus habitantes. Morelia requiere de un Moreliano que ame su ciudad y que respete la dignidad de la ciudadanía. Poncho no puede deslindarse de la supuesta profesionalización de ese cuerpo de genízaros quedizqueha obtenidoreconocimientos internacionales.Ese cuerpo represor debería enfocar sus esfuerzos a perseguir a los delincuentes y proteger a la ciudadanía, y no en andar reprimiendo jóvenes en patineta y turistas que defienden los derechos humanos de quien esta siendo tratado con violencia innecesaria. No sé si verdaderamente ese muchachito rico, PonchínCanallín, vuelva a ganar en Morelia; si las encuestas que se publican sean verdaderas, pero sí sé que en México y en nuestra política todo puede suceder. Si México le ganó a Alemania, cualquiera le puede ganar a Poncho. Más cuando nos ha demostrado que no se lo merece. luissigfrido@hotmail.com