PROYECTO SECRETO | Revocación de mandato: ¿por qué no?

La revocación de mandato es un ejercicio que tiene sin cuidado a la población, pues a lo que verdaderamente apunta la su atención, es a la ola de violencia que se vive en el país, situación que el gobierno no ha sabido controlar ni ha puesto medidas al respecto.

Mateo Calvillo Paz

Ya está próxima la fecha para este ejercicio ciudadano, inédito en México, una actividad que Andrés Manuel trae en mente y a la que no está dispuesto a renunciar, igual que otras ideas. Hay efervescencia en el medio político del presidente y su movimiento. En el país no es una actividad que apasiona a las multitudes, realmente a muchos los tiene absolutamente sin cuidado.

PUBLICIDAD

El tema mantiene su actualidad porque hay quien le está atizando al fuego para que se realice este acto que la gente no ve qué le puede aportar.

¿Qué pasa con la votación? La situación es complicada y el Ejecutivo por ningún motivo va a aceptar una derrota. Se probarán todos los caminos para ganar, los ilícitos y los “chuecos”. Porque los mañosos no se han convertido a la honestidad y los mexicanos para las trampas y las declaraciones mentirosas y falaces se pintan solos. La corrupción sigue viva.

La situación es muy preocupante porque no sabemos comportarnos como gente civilizada, de principios y valores, que tiene temor de Dios y conciencia moral. Estamos desbocados, sin freno ni orientación y somos capaces de todo. Todo es posible.

PUBLICIDAD

La realidad es que los mexicanos enfrentamos una situación crítica de otros graves problemas que nos tienen angustiados, problemas de toda índole, de vida o muerte. La inseguridad nos hace sentirnos expuestos con la navaja al cuello. Vemos la sangre que corre alrededor de nosotros y que el gobierno no puede detener ni muestran un compromiso serio.

Es el caso de 20 vidas humanas perdidas en el falso palenque de Zinapécuaro. Pero en donde quiera se asesina y no se ve que las autoridades correspondientes estén tomando medidas y frenen las muertes a lo largo y lo ancho del territorio. De ese tema nos gustaría que se ocupara Andrés Manuel y que se viera que toma medidas serias y eficaces.

Debemos estar muy atentos y ser muy lúcidos para desenmarañar la madeja y entender a donde vamos y cuál es la actuación honesta, madura para favorecer el bien común de México y no unirnos a la carrera loca hacia el despeñadero y la destrucción.

Es de capital importancia tener control de nosotros mismos y no dejarnos arrastrar por las emociones violentas y destructoras. Hay que reconocer la maldad que hay en nosotros: el egoísmo, la soberbia, la pasión ciega y desenfrenada, la actuación precipitada, y caprichosa, sin principios ni leyes. Hay que descubrir la mentira, mala fe y autoritarismo de los poderosos.

En esta hora de turbulencia y desconcierto en que el torbellino nos embriaga, marea y arrastra a la muerte, quienes poseemos el tesoro precioso en la fe de Cristo con sabiduría divina, tenemos un recurso de valor incalculable para ubicarnos, estar de pie y resistir al vendaval de tinieblas. Los soberbios y necios se creen demasiado, se arrastran víctimas de su propio orgullo y van a la destrucción. Son víctimas de sus propias necedades, autoritarismo. Se labran su propio infierno.

La emergencia nos pega por todos lados. Es el problema del calor insoportable que va en aumento por el calentamiento global, climático. Apenas estamos en marzo de y alcanzamos resolanas y sequía que nos asfixian. Consideramos como sufren los hermanos que viven en los huevitos de las unidades de Infonavit: apretujados, en cuartitos de asfixia, hacinados, sin sombra ni aire.

Preocupa la gente la falta de empleos bien remunerados y con prestaciones. No hay fuentes de trabajo, cuantos hermanos viven en empleos informales, con ganancias de miseria y sin ninguna protección social.

La luz de lo alto

Si todos los agentes sociales y públicos buscaran el Bien común y actuaran con la justicia y la verdad y con apego a la ley, estaríamos tranquilos y sin preocuparnos del resultado de la revocación. Pero estamos en el reino de la mentira y de los intereses facciosos. Por encima del bien de México y de todos sus pobres los malvados ponen el bien particular de una facción, de un grupo. Todo es tenebroso, peligroso, incierto.

La revocación de mandato es un ejercicio saludable, benéfico para una democracia, cuando se dan las necesidades y las condiciones, cuando las circunstancias lo hacen necesario y favorece el bien de la nación y de cada una de las personas mexicanas. Las estructuras y las autoridades están ahí para servir a la persona humana.

El pueblo de México, a pesar de una gestión de la cosa pública que ha traído muchos problemas y pérdidas no está promoviendo que le quiten al presidente y a su gobierno a pesar de que no escucha ni corrige los errores y necedades ni es humilde para reconocerse limitado y dejarse ayudar.

Humildemente y valientemente hemos de hacer alianza con quien puede guiarnos y darnos energía para construir un mundo mejor.

Tenemos un guía bueno, heroico, sabio, Cristo. El enfrentó la borrasca de las autoridades corruptas, del odio de la arbitrariedad y la justicia. Él era inocente y cargo con todos nuestros delitos. No se detuvo ante la muerte, fue aplastado por las autoridades corruptas, injustas, criminales.

Se levantó de la muerte, su padre que crea mundos nuevos y resucita muertos lo reivindicó. Le dio la victoria.

Así Cristo inaugura una nación sin corrupción, los cielos nuevos y la tierra nueva. Es posible con quienes, fuertes y humildes deciden seguirlo.