Secreto a voces | Trump, ¿Quiere ser un héroe?

Dice el especialista en Geopolítica, Uriel Umpiérrez, que Trump es un personaje que desea ser recordado como uno de los mejores presidentes que ha tenido EU

Dice el especialista en Geopolítica, Uriel Umpiérrez, que Trump es un personaje que desea ser recordado como uno de los mejores presidentes que ha tenido EU. Ese pensamiento asociado a un “ego” personal lo mantiene firme en una política en donde las altas y bajas de la bolsa no le importa a pesar de que los afectados (si es que existen porque ellos también controlan las bolsas) son Black Rock, JP Morgan, la banca de los Rothschild, entre otros, en los que predomina el capital de banqueros judíos (los de la sinagoga, dice Uriel). Son los grandes beneficiarios del deterioro de la grandeza estadounidense. Son los ganadores de la globalización y, para el Trump antiglobalista, constituyen un riesgo para la nación.

La globalización fue un modelo de economía parasitaria. Los promotores de ese proyecto globalista no son otros que los integrantes de las tecnológicas y la banca mundial que, estos últimos, en lugar de arriesgar su dinero en la inversión productiva y correr los riesgos como cualquier empresario decidieron crear un modelo en el que el dinero opera desde la City de Londres y se invierte en el monumental y gran negocio en que se convirtió EU. La compra de dólares que el gobierno de EU puso a la venta para financiar presupuesto y adquisición de bienes que antes producía, por lo menos como hemos apuntado más del 50 por ciento del PIB mundial se producía en EU en la posguerra.

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Agrega Umpiérrez, que, a Trump, le salga bien o mal eso ya es otra cosa, porque tiene únicamente los cuatro años de su mandato para concretizar sus sueños. Por lo que recuperar la grandeza de los EU, para Trump, pasa por una confrontación con la banca globalista financierista que reside en Londres y en Nueva York, por supuesto. Vamos, la riqueza que se ha concentrado en londres a partir del fortalecimiento de la banca mundial tiene su matriz en Inglaterra y no en EU lo cual no quiere decir que Nueva York no cuente. Pero lo sustancial de las operaciones financieras se llevan a cabo desde la capital inglesa lo que implica que la subordinación tradicional del gobierno inglés a las políticas de EU ya no es posible.

¿Por qué no les gusta? Un nuevo orden mundial que será un orden mundial de las élites asiático-occidentales (Rusia, su élite es pro occidental) atenta contra el mundo financiero creado por la élite judía en el mundo y en los principales centros de poder financiero. Tanto el Estado chino como el ruso no operan como lo hace el capital en Occidente. De entrada, el Estado tiene una mayor intervención, aunque en el caso de China esto ha ocurrido a partir de la llega de Xi Jinping. En China, la globalizaición significó la más brutal explotación de la mano de obra de esa nación y ha emergido un fuerte individualismo.

A Trump tampoco le interesa la herencia de Occidente, quiere ubicar a EU como una potencia que se coloca en la mesa que hipotéticamente se repartirá el mundo. Por lo que Occidente está en su final, toda la estructura mundial creada por la posguerra es inoperante. Las alianzas políticas también se están redefiniendo y la conducción del mundo está en esa misma lógica. Por lo que el tema de la recuperación de la grandeza de EU pasa por la necesaria confrontación con la banca mundial que ha sido la principal protagonista de la globalización financierista y de la decadencia de EU (aunque no se debe únicamente a esos factores). A las fuerzas que han gobernado la globalización no les interesa un nuevo orden mundial, les gustas el que tienen ahora.

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Debemos tener conciencia de Trump al alcanzar la candidatura como aspirante a la presidencia por el Partido Republicano, eso únicamente fue posible porque, como en su primer mandato, tenía como respaldo a núcleos de la clase político empresarial multinacional de EU, como la industria petrolera que se debilitó frente al proyecto imperial del proyecto “verde”. De lo contrario, jamás había alcanzado la candidatura republicana. La frase de hacer a EU grande otra vez y rico, responde a intereses empresariales y populares afectados por la etapa globalista iniciada el siglo pasado. La globalización es contraria a las políticas que llevaron a desindustrializar EU, Europa y trasladar las empresas a Asia.

Ahora los gobiernos europeos que apoyaron a los demócratas en la campaña presidencial reciente, están en contra de Trump. Junto a ellos la élite inglesa se bajó del barco estadounidense para subirse al europeo, o mejor dicho a la inversa, la élite europea se plegó a los intereses de la mega élite financierista inglesa. La continuación de la guerra en Ucrania es una estrategia no sólo en contra de Trump sino de supervivencia, están apostando a mantenerse los cuatro años de mandato de Trump y tratara de ganarle la elección con el fin de recuperar el control del gobierno estadounidense. El punto es que igualmente, en cuatro años puede ser el escenario de un nuevo orden mundial.

Las balas que dispararon en el mitin de Pensilvania no eran de los núcleos obreros que viven y que pasaron a distribuir pizzas. Igual, no vienen de grupos de países como China a los que Trump en su primer mandato había ya confrontado comercialmente. Los inversionistas chinos que pertenecen a las élites europeas y estadounidenses no se van a da un tiro en el pie. Parafraseando a Clinton, es la banca estúpido, es la banca…