SECRETO A VOCES | Venezuela, descamisados se rebelan contra el fin de la historia (X)

En Caracas, la calle Lecuna fue testigo mudo de los saqueos de negocios, después los edificios donde hipotéticamente vivían los que participaron en los saqueos fueron rafagueados, el ejército penetró a las casas para recuperar las mercancías

Rafael Alfaro Izarraraz

El Caracazo fue en realidad una rebelión de la población empobrecida de las urbes venezolanas en contra el neoliberalismo y de la presunción de que Venezuela era una isla con respecto al mundo y en particular con relación al subcontinente Latinoamericano que experimentó los regímenes militares. En términos históricos, se trata de la primera rebelión en contra del “decreto” del fin de la historia a la que quisieron condenar a la humanidad las élites norteamericanas, en la voz de Francis Fukuyama y su El Fin de la Historia, una vez que el experimento de modelo de socialismo se vino abajo y que simbólicamente lo conocemos como la “caída del Muro de Berlín”, en 1989 (Miguel Ángel Contreras, sociólogo, y Earle Herrera).

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En Guarenas, y esto es algo que llama la atención porque pareciera que la misma Guardia Nacional de manera intencional incitó a la población a realizar actos luego llamados de “saqueo”, como si eso estuviera previamente calculado de antemano. Luego de llegar a un “matadero” la Guardia dio la instrucción a pobladores del lugar para que llenaran unas camionetas de la Guardia y luego les dijo: “Si quieren ahora, lleven para sus casas”. Y empezó el saqueo que se extendió a otros negocios. En la Plaza Bolívar (conocida como< la “Plaza de los flojos”) llegó una patrulla de la Policía Metropolitana (PM). Ahí, un joven en estado de ebriedad, llamó al saqueo justificándolo por el hambre que padecía el pueblo.

Luego, llama la atención lo siguiente, uno de los propietarios de un negocio quiso adelantarse y cerrar, pero integrantes de la Policía Metropolitana levantaron la protección mal cerrada por el dueño y empezó el saqueo. Esto que reproduzco aquí está en las entrevistas que los periodistas Alexander Escorche Caña y Héctor Lozano, uno reportero y el otro fotógrafo, publicaron en El Correo-Orinoco, el 24 de febrero de 2013. Claramente, y de manera extraña, borrachines, la Guardia Nacional y la Policía Metropolitana, venezolanos, actuaron, además del mismo gobierno con sus políticas, como agentes que promovían que las acciones de saqueo.

En los barrios de Caracas, El Petare, El Valle, Nuevo Circo, los negocios fueron saqueados: se llevaron alimentos, aparatos electrodomésticos, camas, carne, botellas de vino, cocinas, escaparates, todo lo que encontraron en los comercios, cuando llega el ejército el 28 se impone el “toque de queda” del que nadie sabía que era. Se impuso el terror mediante el uso de las armas contra los descamisados, como despectivamente les llamaron a los que participaron de los saqueos inducidos y que un sector de estos últimos, estudiantes, consideraron que se trataba de un tipo de acciones con el fin de “recuperar lo que nunca les habían dado”.

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En Caracas, la calle Lecuna fue testigo mudo de los saqueos de negocios, después los edificios donde hipotéticamente vivían los que participaron en los saqueos fueron rafagueados, el ejército penetró a las casas para recuperar las mercancías, las familias lanzaban por las ventanas los objetos tomados previamente con el fin de evitar que se encontraran evidencias que los inculpara. Después de pasados 20 años de aquel suceso muchos de los propietarios de negocios no se recuperaban de los efectos de ese acontecimiento. La población tardó años en retomar la confianza de salir a la calle.

Dice Fredy Bernal, entonces perteneciente a la Policía Metropolitana, dirigida por la Guardia Nacional, que la policía estaba integrada por un tipo de personal mal pagada, corrupción de los funcionarios. Al interior de los grupos de inteligencia del gobierno había participación de la Central de Inteligencia Americana (CIA) y el Mossad, israelí. Estos operaban en Venezuela y dieron muerte a militantes del movimiento chavista, como el comandante Acosta Carles, integrante del Movimiento Bolivariano Revolucionario (MBR-200), formado a iniciativa de Chávez y militares afines a su corriente.

El Caracazo fue un parteaguas de la historia venezolana y mundial. Lo que ahí ocurrió sacudió hasta sus entrañas a uno de los elementos de estabilidad de las naciones: el ejército. (Continuará)

Bibliografía consultada: ‘El Correo del Orinoco’, Edición especial del 24 de febrero de 2013. Earle Herrera. (2022). Ficción y realidad en el caracazo. Periodismo, literatura y violencia. Fundación Editorial El Perro y La Rana/Earle Herrera; Díaz de la Serna, Ignacio, Valdés Ugalde, José Luis, & Sigüenza Reyes, Javier. (2009). Una mirada crítica sobre la Modernidad. Entrevista con Bolívar Echeverría. ‘Norteamérica’, 4(1), 207-222.