Etelberto Cruz Loeza Cuando un nuevo grupo llega al poder sus jefes siempre prometen lo que yo estoy prometiéndoles; mas no cumplen. Y no cumplen, hermanos, porque los pueblos tienen mala memoria y los gobernantes poca palabra. Pero yo les pido hoy, les exijo que recuerden lo que esta noche hemos dicho para que si no cumplimos, si faltamos a nuestro compromiso, nos echen en la misma forma en que hemos echado al dictador. César Darío. El tiempo de la ira. Luis Spota. Recupero las palabras José Woldenberg – ex consejero ciudadano presidente del INE -, en la presentación del libro Carta a una joven desencantada con la democracia. 2017 –; afirmó: entre los jóvenes y los adultos hay un enorme malestar por la vida política de nuestro país, el cual es tan profundo que, de no atenderse, se puede convertir en desilusión con la democracia…hay una serie de elementos que casi expulsan a la gente de la vida pública, y uno de ellos es la corrupción; cuando la gente constata que todos los días se dan eso fenómenos, que muchos quedan impunes y quienes los cometen se salen con la suya, es una inyección no solo de malestar, sino de desconfianza en la vida pública…hay peligros que no son sólo para las elecciones, como la injerencia de la delincuencia organizada, sino para la vida social. Los comicios no transcurren en un laboratorio de química, sino que todos los males y los bienes que hay en la sociedad mexicana gravitan en ellos…mientras no se atiendan las fuentes de malestar en la democracia, sobre todo el de la desigualdad social, mientras las tensiones se van a agravando, más allá de que con el paso de los años existen libertades y derechos que en otros tiempos resultaban inconcebibles…somos un país más que desigual, donde cada grupo ve por sus intereses porque hay una fractura enorme en el ejercicio de los derechos democráticos: un hombre pobre y uno rico, ante el Ministerio Público, no son tratados de la misma manera.” (Tomado de Milenio. Diario. Edición del 15.09.17.) Enlisto los malestares citados: corrupción, impunidad, desconfianza, delincuencia organizada presente en las administraciones públicas – más notoriamente en los municipios y en los estados; se llegó a hablar de cogobiernos y varios de los homicidios de que estamos viendo son por la incapacidad de las autoridades municipales, los mandos superiores, jefes y elementos de las corporaciones de seguridad –, la desigualdad económico-social, poca gobernabilidad, ineficientes gobiernos y autoridad. Seguramente hay más, como la bajísima escolaridad y soluciones, socialmente, no recomendables; aquí incluyo las palabras de Ernesto Zedillo al citar las 3 palabras que necesita nuestro país: legitimidad, legitimidad y legitimidad. Lo complemento, Estado de Derecho. Todas esas negativas cualidades son estructurales y muy difícilmente las resolverán las siguientes administraciones, sean del color que sean, pero, además, el gobierno no puede hacerlo solo. Necesita obligadamente la participación de la sociedad nacional, pero carecemos de verdaderos líderes sociales que encabecen este cambio que requerimos urgentemente. Es esencial que el pueblo crea y confíe en sus autoridades y en sus líderes y como están las cosas, no es creíble que en 12, 18 y hasta 24 años podamos socialmente evolucionar=cambiar positivamente. Los protagonistas políticos de todos los partidos políticos nacionales – y estatales – con registro, se saben indispensables para la vida de la nación y, suponen que la política es un juego en el cual son dueños de pelota, campo, balón y reglamento. Posiblemente así sea, pero ellos en eso la han convertido, no nosotros, el pueblo. México tiene muchos problemas y no se resolverán solos. Necesita de líderes, autoridades y gobiernos eficientes que utilicen a la política como una herramienta de construcción de soluciones socialmente positivas. La política es cosa seria y necesita personas que se dediquen a ella con responsabilidad, experiencia, conocimiento y con respeto al marco legal constitucional. Uso el lema de campaña del actual presidente de Francia, Emmanuel Macron: tenemos muchos problemas y no los vamos a resolver con las mismas caras, ni con los mismos hombres, ni con los mismos nombres. Necesitamos un cambio. Y sí, necesitamos un cambio socialmente positivo: la clave, la llave, es el control que el presidente de la República en turno tiene sobre las 2 cámaras del H. poder Legislativo=H. Congreso de la Unión, que el gobernador en turno tiene sobre el H. Congreso local estatal y que el presidente municipal en turno tiene sobre los regidores. Vía elecciones, debemos arrebatarle, quitarle, despojar, a los partidos políticos el monopolio hegemónico de acceso al poder de representar al pueblo, en este momento y de acuerdo a la legislación electoral y constitucional, por medio de los diputados y senadores independientes. En entregas anteriores fundamenté las razones por las cuales es más recomendable la vía legislativa y ahora las ratifico: 1° El corazón de la República Federal es el Legislativo. 2° Un Ejecutivo – federal, estatal, municipal – debe, necesita, requiere, un partido político que le arrope, le ayude, le proteja y sea el gestor-heraldo de sus políticas públicas. Sin partido político que lo apoye, los partidos políticos – todos serían oposición - lo descuartizarían. Sería un Ejecutivo sumamente débil ante un poder legislativo hegemónico. Sea o no sea viable significativo porcentaje de representantes populares independientes, debe proponerse la Segunda Vuelta Electoral y, como complemento, la Revocación de Mandato en los 3 niveles del Ejecutivo y en el H. poder Legislativo – de la Unión y estatales – en sus representaciones proporcionales en los 3 niveles de gobierno. Serían los detonadores del positivo cambio, social y electoral De presentarse alta demanda de candidatos independientes a los H. Congresos, es posible y probable la atomización pulverización del voto y, otra vez, triunfe la minoría más grande. Mas también es posible y probable que haya mayoría de representantes populares - sería hecho histórico, que podría ser - y, además, se corre el riesgo que los candidatos independientes electos no sean congruentes con ese momento y circunstancia histórica, pero la sociedad debe correr ese riesgo y encontrarle salida, como la Revocación de Mandato. Para terminar, y lo repetiré varias ocasiones como sean necesarias: no existe clase política. No existe, no hay políticos por linaje, por nobleza, por nombre, por dinastías. Eso se acabó, se terminó: Napoleón, la declaración de independencia de los Estados Unidos, la ideología de la Revolución francesa, Napoleón y la evolución de las sociedades, de la ciencia y de la tecnología, la colocaron en la antesala de la muerte –aunque hayan sobrevivido un siglo más -, pero, como poder, murieron al término de la Segunda Guerra Mundial. Lo que sí existen y navegan con cara de demócratas son grupos de poder, zagas familiares y protagonistas políticos, pero no clase política: Todos esos protagonistas políticos son tan plebeyos – y hasta mucho más – como usted y yo. Por cierto: todo poder es finito. Las casas nobiliarias y familias reinantes de todo el mundo desaparecieron en todo el mundo. El tiempo y los tiempos se llevaron ese poder o lo que es lo mismo=ningún poder sobrevive. Los viejos protagonistas y cabezas de grupos políticos deberían disfrutar de la desmedida riqueza que les generó ese poder. Sean más republicanos, más liberales y menos realistas, menos conservadores y menos emisarios del pasado. Lástima de protagonistas políticos que lo dicen. No saben que no saben ni entienden que o entienden. Lastima escuchar esas palabras.