Ciudad de México.- El futbolista Alan Pulido, quien permaneció secuestrado 24 horas en Tamaulipas, forcejeó con uno de sus captores y le logró quitar el teléfono celular, con el cual pudo pedir auxilio al número de emergencias 066, reveló el procurador General de Justicia del estado, Ismael Quintanilla. “Hubo intercambio de golpes entre ellos”, añadió. En entrevista con la periodista Adela Micha, el procurador detalló que el delantero del Olympiacos de Grecia fue llevado a una casa de seguridad de dos plantas en Ciudad Victoria. Narró que Pulido iba saliendo de una fiesta la noche del sábado cuando fue interceptado por sujetos armados que viajaban en dos vehículos. Los individuos bajaron al deportista y a su novia, a la cual no se llevaron y quien dio aviso a sus amigos sobre lo ocurrido. De acuerdo con el procurador, Alan estaba en la parte alta de la casa de seguridad y en un momento determinado lo dejaron solo, por lo que pudo “safarse”. “Es como forcejea con la persona que lo estaba cuidando (…) todo fue muy rápido, él pudo reaccionar de esa manera, avisa (al 066) y es como llega la policía, prácticamente en cuestión de minutos”. Ismael Quintanilla agregó que el delantero se lesionó una muñeca cuando rompió un vidrio con la intención de abrir la puerta, porque ésta estaba cerrada con llave. “Rompe el vidrio cuando justo van llegando los policías, quienes incluso pensaban que eran balazos, los policías, y él pensaba que eran los otros que habían regresando”.