Redacción / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. El presidente Andrés Manuel López Obrador se volvió tendencia cuando, durante la conferencia matutina, dijo tener muy buenas relaciones con todos los países, incluyendo la Unión Soviética. “En el caso de la Unión Soviética, desde el principio de la pandemia, yo recuerdo que tenía COVID -la primera vez- y había establecido el acuerdo de hablar con Putin y estando con COVID hablé con él por el teléfono y fue para ofrecer todo el apoyo; hay una relación de amistad”, dijo el mandatario, en respuesta a una nota publicada por El Universal sobre el riesgo de infiltración de Rusia y China en México. https://twitter.com/porktendencia/status/1585714322805751811 Sin embargo, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), surgida a partir de la Revolución Rusa de 1917, se disolvió en diciembre de 1991. El primer líder soviético fue Vladimir Ilich Lenin, principal dirigente de la Revolución de Octubre y quien dirigió las riendas de la URSS de 1922 a 1924. Tras su deceso, ocupó el cargo Iósif Stalin, que logró la industrialización del país a costa de una represión extrema, incluyendo la creación de los Gulags, adonde eran enviados los disidentes a realizar trabajos forzados. Fue él quien dirigía la URSS durante la Segunda Guerra Mundial, y al principio de la llamada Guerra Fría. Sin embargo, los problemas económicos, junto con las crisis políticas internas terminaron por minar y destruir a la URSS. La llegada de Mijail Gorbachov al liderazgo soviético, en 1985, trajo una ola de cambios económicos y de apertura, en lo que se conoció como Perestroika y Glasnost, que permitió el acceso a la información pública. Con él llegó a su fin la Guerra Fría. Al mismo tiempo, diversas repúblicas soviéticas iniciaron sus movimientos separatistas. Un fallido intento de golpe, en agosto de 1991, acotó el poder de Gorbachov e impulsó la figura de Boris Yeltsin. Letonia y Estonia declararon la independencia, siguiendo el ejemplo de Lituania en 1990. Finalmente, el 8 de diciembre de 1991, los presidentes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia firmaron el Tratado de Belavezha, declarando la disolución de la Unión Soviética y el establecimiento de la Comunidad de Estados Independientes (CEI). El día 21, todas las repúblicas soviéticas firmaron un documento ratificando la disolución de la URSS, que daría paso a una serie de conflictos sangrientos y a la creación de 15 repúblicas. El actual presidente ruso, Vladimir Putin, es un gran crítico de la disolución de la URSS, señalando que fue un “error”, del que no perdonó nunca a Gorbachov, fallecido el 30 de agosto pasado. El mandatario ni siquiera acudió al funeral.