Más de cinco mil personas salieron este domingo a marchar en silencio en Cancún, para protestar contra los feminicidios, las desapariciones y la escalada de violencia que padece una ciudad promocionada como paraíso, pero que avanza en desigualdad social, pobreza e inseguridad, de acuerdo con el clamor del contingente. Familias enteras participaron en la protesta pacífica -una de las dos más numerosas en la historia de Cancún, después de la registrada en noviembre del 2014, por los 43 normalistas desaparecidos en Ayotzinapa, en Iguala, Guerrero- movidas por el asesinato de la universitaria, Karen Carrasco, de 19 años, el 26 de octubre pasado, en una región popular de la ciudad. Teresa Carmona, representante del Movimiento de la Paz con Justicia y Dignidad en Cancún, señaló que “la rabia, la tristeza y la ansiedad”, impulsaron a la gente hoy, a vencer “la apatía y el miedo”. “En Cancún no vivimos en el paraíso. Cancún es una marca. Una marca de la muerte, de la desigualdad, de la pobreza; de gobernantes ineptos e insensibles”, expresó, para luego señalar que el asesinato de Karen es un “crimen de odio” que jurídicamente tiene un nombre: Feminicidio, tipificado en el Código Penal del estado, pero que la autoridad se resiste a combatir y castigar como tal. Más de un kilómetro de clamores en silencio El contingente, una columna silente con una longitud de casi un kilómetro, contó con estudiantes de diversas universidades y colegios de la ciudad; académicos, colectivos de jóvenes, organizaciones civiles diversas, asociaciones defensoras de Derechos Humanos e incluso, clubes de motociclistas. Más de cinco mil ciudadanos avanzaron portando mantas y cartulinas en las que se leía #JusticiaparaKaren, “Ni una menos”, “Hoy nos falta una, mañana podrías ser tú”, “Este cuerpo es mio, no se toca, no se viola, no se mata”, “En silencio gritamos basta”, “No más feminicidios, basta ya de violencia contra las mujeres”. “Karen no está sola. Estamos con ella”. Al llegar al Palacio Municipal se toparon con el evento de “Manos Mágicas”, organizado por el ayuntamiento de Benito Juárez. Los estudiantes rompieron el silencio y pidieron al gobierno bajar el volumen de la música de Trova que sonaba en ese momento. Primero se negaron, pero después la autoridad municipal, no sólo se sumó al minuto de silencio convocado por el contingente ante el asesinato de Karen Carrasco, sino que accedió a interrumpir su festejo para abrirle espacio a los estudiantes y que estos dieran su mensaje.
La Voz de Michoacán
