CdMx |
18 Jul, 2024, 20:48

Atrapan en la CdMX al Payo, del Cártel de Tláhuac; se dedicaba a ejecutar personas

Actualmente el detenido cuenta con tres carpetas de investigación en su contra; una por homicidio, otra por secuestro y la tercera por tráfico de drogas

Redacción / La Voz de Michoacán

Ciudad de México. La noche de este jueves 18 de julio se dio a conocer la detención de El Payo, sicario del Cártel de Tláhuac acusado de varias ejecuciones en la Ciudad de México. El implicado, identificado como Azael Cano, fue aprehendido tras un fuerte operativo de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) en la alcaldía Iztapalapa.

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El sujeto fue trasladado del oriente de la CDMX a la Fiscalía de Investigación de Asuntos Relevantes ubicada en la alcaldía de Azcapotzalco para posteriormente colocarlo en el Ministerio Público (MP). Azael Cano es conocido por pertenecer a una célula dedicada al secuestro y extorsión, además de mandar a hacer corridos y videos musicales.

Actualmente el detenido cuenta con tres carpetas de investigación en su contra; una por homicidio, otra por secuestro y la tercera por tráfico de drogas. Cabe señalar que es catalogado como uno de los objetivos prioritarios del Gobierno de la Ciudad de México que se resguardaba en Iztapalapa.

El Payo forma parte de una célula que opera al amparo del Cártel de Tláhuac, la cual es conocida como La GMS, iniciales de su líder Gilberto Murillo Suazo. De acuerdo con trabajos de investigación y gabinete, esta banda está dedicada a la extorsión, secuestro y asesinato en la capital del país.

El Ojos murió el 20 de julio de 2017 en la colonia La Conchita Zapotitlán en Tláhuac tras un violento enfrentamiento con miembros de la Marina, que resultó en la muerte de otros 7 sicarios. Los ciudadanos de Tláhuac exigieron justicia por la muerte de El Ojos, defendiendo que, pese a su liderazgo criminal, era una buena persona.

Se sabe que los pobladores de Tláhuac respaldaban al Ojos, pues dicen que si hubieran sabido que los elementos de la policía estaban en la zona, le hubieran avisado. Según los vecinos del capo, era una buena persona que generaba empleos en la alcaldía. De hecho, después de su muerte salieron a pedir justicia.