Agencias / La Voz de Michoacán. Mantener el puesto de trabajo y evitar que uno de los oficios más antiguos como lo es el del cartero desaparezca, es el objetivo de miles de hombres que entregan su vida al Servicio Postal Mexicano. Con 20 años como repartidor de mensajería en Correos de México, Miguel Ángel Terreros reconoce que la combinación entre la pluma y el papel para el envío de cartas disminuyeron considerablemente desde hace poco más de una década, sin embargo asegura que sus compañeros trabajan con el mismo ímpetu que tuvieron los carteros en la época del Virreinato. "Todavía hay gente que envía sus cartas escritas a mano pero no como hace 20 años cuando entré a trabajar a Correos, que era un mundo de correspondencia que llegaba de varios estados, incluso de otros países", recordó. Durante un recorrido por su ruta de trabajo, Terreros Rangel, mostró que la labor de este personal ya no se basa en la entrega de correspondencia entre personas, pero explicó que aún se mantiene el envío de mensajería entre empresas y de empresa a persona. "La correspondencia que manejamos se caracteriza principalmente por recibos, citatorios, notificaciones, revistas, catálogos y paquetes, estos últimos son compras que la gente realiza a través de páginas de Internet y una vez que llegan a las oficinas de correos nosotros los repartimos", detalló. Miguel Ángel explica que entre las 10:00 y las 15:00 horas reparte en promedio 500 piezas diarias en la zona que le corresponde, es decir, en las colonias: Los Reyes Coyoacán, La Candelaria, El Rosedal y el Barrio del Niño Jesús, ubicadas en la delegación Coyoacán. "Lo que más disfruto de mi trabajo es la amabilidad de la gente, creo que a diferencia de otros oficios, el cartero siempre es bien visto, pues cuando llevo malas noticias me dan la mano y cuando son buenas, digamos una devolución de Hacienda, me llenan de abrazos", apuntó.