Desde hace muchos años se ha identificado a México como uno de los países más alejados de la lectura. Hace poco más de 100 años se registraba que un 82% de la sociedad era analfabeta, a la fecha esta cifra ha disminuido únicamente 6.9%. De acuerdo a recientes cifras de la UNESCO, México ocupa el penúltimo lugar en el consumo de lectura en una base de 108 países, lo que quiere decir que en promedio un mexicano lee menos de tres libros por año y dedica tres horas a esta actividad. En contraste, se tiene registro que del total de hogares mexicanos, el 95% cuenta con un televisor. Los alarmantes números acerca de la lectura en el país, arrojan también lo siguiente: -Casi cuatro de cada diez personas son cercanas al hábito de la lectura -En la actualidad, el 60% de los jóvenes recibieron una educación inclinada a la lectura, mientras que al 80% de los que ahora tienen más de 56 años, no -48% de los jóvenes nunca han estado en una biblioteca -Del total de la población, el 42% dedica su tiempo libre a ver televisión, tan sólo el 12% se va por la lectura Es de vital importancia para el impulso de la sociedad mexicana, inculcar el hábito de la lectura como una actividad enriquecedora en todos los sentidos. No dejar de lado que al leer se activan procesos cognitivos que activan y nutren la mente. Además, una sesión de letras permite a los lectores reconocerse en la mente de otro, es decir, sentirse acompañados; lo que fortalece la identidad propia, entre muchos otros beneficios. Estos datos no deben pasar desapercibidos por docentes, padres de familia, y personas interesadas en estudiar y en leer como se hace en países primermundistas; tomarlos en cuenta y acercarse a editoriales preocupadas por impulsar este hábito como lo hace Pearson, puede ser el punto clave para que las estadísticas mencionadas cambien positivamente.
La Voz de Michoacán
