Ciudad de México.- Héctor “El Güero” Palma Salazar fue uno de los principales protagonistas en la guerra que los cárteles diputaron en los años noventa. En la prisión de Atwater, en California, quedó registrado como el recluso número 56442-179. No es ciudadano de ese país y su buena conducta le permitió salir de ese centro de reclusión el 11 de junio. Pero esa buena conducta no fue la que lo llevó a esa cárcel, a la que llegó extraditado en 2007, en combo con otro capo, Osiel Cárdenas Guillén, líder del cártel del Golfo. En México, sus ojos verdes y piel clara le dieron el apodo más obvio: “El Güero”. Héctor Luis Palma Salazar tiene 55 años, pero su rostro denota unos 20 más. En su currículum delincuencial se cuenta el ser fundador del cártel de Sinaloa, junto a su compadre Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien, paradójicamente, hoy espera su turno para partir a una prisión en Estados Unidos. En 1989, “El Güero” desató las narcoejecuciones, las que hasta hoy persisten. Los 10 muertos del ataque en la discoteca “Christine”, durante una balacera en 1992 en Puerto Vallarta, también se le atribuyen a la carrera delictiva de Palma Salazar. Además, el crimen de Norma Corona, una abogada y defensora de Derechos Humanos. La guerra entre narcotraficantes que se desató en los noventa fue producto de las venganzas de “El Güero” Palma y “El Chapo” contra Miguel Ángel Félix Gallardo, el antiguo jefe del cártel de Guadalajara, y los hermanos Arellano Félix, líderes del cártel de Tijuana. Tras cumplir nueve años de prisión en Estados Unidos (de 2007 a 2016) y doce en México (de 1995 a 2007), “El Güero” vuelve al país sin imputaciones penales, al menos de parte de la PGR. La Procuraduría General de la República no encontró elementos en contra de Palma Salazar para presentar nuevos cargos en su contra por delitos federales, pero el narcotraficante sí es requerido por autoridades estatales.