No obstante, al presentarse cambios de horario, se genera un pequeño desajuste de estos ritmos circadianos. De acuerdo con el doctor Francisco Gilo, del Servicio de Neurología del Instituto de Neurociencias Avanzadas Madrid -INEAMAD, los desajustes suscitados por el cambio de horario son menores que los generados al realizar un viaje transoceánico. “Por lo general son síntomas leves que se resuelven en pocos días”, aseveró Gilo al señalar los desajustes por el cambio de horario. Para adaptarte al cambio de horario, Gilo recomendó lo siguiente: - Se pueden minimizar los síntomas adaptando nuestras actividades y rutinas al nuevo horario desde el día de la víspera, realizándolo de forma progresiva sobre todo en la alimentación, las horas de ocio y el momento de acostarse. -Todos los grupos de edad son susceptibles de acusar pequeñas alteraciones derivadas de los cambios horarios, pero se considera que las edades extremas de la vida; es decir, los niños y los ancianos, son más propensos a verse afectados. -Hay que prestar especial atención a las personas con enfermedades neurológicas degenerativas, debido a la mayor labilidad de su cerebro, ya que esto hace que tengan una menor capacidad de adaptación. -No ver televisión antes de dormir. -Acostarse a la misma hora, aunque haya más luz. -Realizar ejercicio físico durante el día, unos 40 minutos diarios. -Exponerse al sol durante el día, para así sincronizar el reloj biológico más rápidamente con los nuevos horarios. -Mantener una higiene de sueño adecuada, es decir, no comer demasiado, no fumar, no tomar alcohol ni café en la noche, aspectos que aseguran un sueño de mejor calidad.