Redacción / La Voz de Michoacán Ciudad de México. La emergencia mundial por el nuevo coronavirus no solo ha pegado a más de 300 mil habitantes en 176 países y a su economía, sino que también ha tenido efectos indirectos: ha impactado a los cárteles de la droga. Con la propagación del COVID-19, los proveedores en China que abastecen todo tipo de insumos a los grupos criminales mexicanos han agotado sus reservas y los cárteles empiezan a sentirlo. De acuerdo con una investigación de InSight Crime, en China, país donde comenzaron los contagios por el nuevo virus, es también donde se provee a los grupos del crimen organizado artículos que van desde objetos de lujo falsificados hasta precursores químicos para la elaboración de fentanilo. La Unión Tepito, organización que controla gran parte de los productos falsificados en la Ciudad de México, enfrentó en febrero la resistencia de negocios que se negaban a seguir pagando extorsiones, debido a que habían dejado de recibir cargamentos de mercancía ilegal desde China, según información de MVS Noticias. Hace una década que “Los Marcopolos”, como se le conoce a un grupo dentro de La Unión Tepito, viaja a China con decenas de miles de dólares para para adquirir ropa, joyería y accesorios de imitación que posteriormente se venden en las tiendas y mercados del centro de Ciudad de México, acuerdo con La Silla Rota. Esta actividad criminal de productos de imitación es casi tan importante para las finanzas de La Unión Tepito como el propio narcotráfico, refirió MVS Noticias. Sin embargo, la emergencia mundial por el coronavirus, que prácticamente inició con 2020, ha orillado a “Los Marcopolos” a quedarse en casa debido a múltiples restricciones, como los vuelos limitados, cierre de fronteras entre naciones, mayor vigilancia en aeropuertos y el propio confinamiento de las personas para evitar contagios. Esta imposibilidad de viajar a China ha dejado a los negocios desabastecidos de la mercancía china y sin rutas alternativas de suministro, señaló Insight Crime. “Se dice que, a finales de enero, el grupo criminal informó a los comerciantes que se habían suspendido los viajes a China. Algunos de esos negocios, contrariados por pagar productos que no recibirán a tiempo, supuestamente amenazaron con dejar de pagar las extorsiones a La Unión Tepito. Es improbable que la situación cambie en los próximos meses debido a la continua propagación del virus”, informó la fundación dedicada al estudio del crimen organizado. Escasean los precursores La situación de salud internacional por el COVID-19 tiene otros efectos negativos en los grupos del crimen organizado en México, que se ven imposibilitados para traer precursores para la elaboración de drogas. InSight Crimen señaló que ya el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) tiene problemas para abastecerse de químicos de China para la fabricación de fentanilo, el opioide que ha causado miles de muertes en Estados Unidos y México. A inicios de marzo el programa de radio Nación Criminal informó los aliados del CJNG en China no podían despachar los precursores debido a la emergencia por el coronavirus, lo que llevó a que se rompiera la cadena de suministros del fentanilo. La fuente, que citó informes de la Fiscalía General, señaló que en respuesta el CJNG podría subir los precios, lo que lo llevaría a perder clientes frente a otros competidores, pues ahora hay más grupos criminales que compiten por el tráfico de fentanilo en México. Según un análisis de InSight Crime, el confinamiento global por causa del coronavirus puede golpear las economías legales e ilegales con la misma severidad. La interrupción en las cadenas de suministros de La Unión Tepito y el CJNG serían apenas el inicio, pues los grupos criminales en toda la región sentirán la carencia. “Los países de toda Latinoamérica están cerrando sus fronteras y prohibiendo el transporte aéreo, lo que sin duda será un revés importante para economías criminales como el narcotráfico, el contrabando y la trata de personas”, detalla la fundación. La restricción y mayor control de los vuelos para evitar la propagación del COVID-19, han provocado que los vuelos ilícitos para el traslado de sustancias sean más fáciles de detectar. Esta situación, que se prevé seguirá durante varios meses, pondrá a prueba la resiliencia de las estructuras criminales. De manera muy similar a las empresas legítimas, grandes grupos como el CJNG, que operan en extensiones amplias de territorio y en múltiples economías criminales, tendrán mayor capacidad de resistir la recesión económica causada por el coronavirus, apuntó InSight Crime. Las organizaciones criminales más grande en México han sido especialmente vulnerables a la fragmentación, y algunos grupos como La Unión Tepito, que se concentra en una zona geográfica o depende de menos fuentes de ingreso, pueden verse en dificultades. Sin embargo, históricamente los cárteles han encontrado otras actividades cuando ven cortado algún negocio, como ocurrió con el huachicoleo, que luego de que el gobierno federal frenó dicha actividad ilícita, los grupos criminales hallaron en la extorsión y otros delitos una entrada fácil de dinero. De acuerdo con las proyecciones de las autoridades federales, esta emergencia sanitaria en México aún se vivirá por algunas semanas, y quizás aún después de pasada la tempestad, algunos controles se mantengan, por lo que es posible que los canales tradicionales de trasiego de sustancias y algunas de las principales actividades ilícitas muten y se transformen, como ya lo han demostrado los cárteles en otros momentos de crisis.