Redacción / La Voz de Michoacán Estados Unidos. La primera vacuna contra el nuevo coronavirus que se prueba en personas parece ser segura y capaz de estimular una respuesta inmune contra el virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad de COVID-19, anunció hoy Moderna Therapeutics, empresa de biotecnología estadounidense que fabricó el antígeno. La farmacéutica señaló que los hallazgos se basan en los resultados de las primeras ocho personas que recibieron cada una dos dosis de la vacuna experimental, a partir de marzo, y que ahora han desarrollado anticuerpos. Los voluntarios tienen entre 18 y 55 años y al momento de participar en el ensayo estaban sanos; tras recibir la vacuna fabricaron anticuerpos y pudieron detener la replicación del virus. Foto: Pixabay. Los niveles de los llamados anticuerpos neutralizantes igualaron o excedieron los niveles encontrados en pacientes que se habían recuperado después de contraer el virus en la comunidad, publicó The New York Times. Aunque los resultados son alentadores, para verificar la efectividad de la vacina se tienen que hacer estudios más profundos, que puedan determinar si el antígeno puede evitar que las personas se enfermen de COVID-19. La tecnología de Moderna, que involucra material genético del virus llamado ARNm, es relativamente nueva y aún no ha producido ninguna vacuna aprobada. Hoy las vacunas son la mejor y quizás la única esperanza de frenar la pandemia, que hasta hoy ha enfermado a casi 5 millones de personas en todo el mundo y ha matado a 315 mil en países, paralizando sus economías y confinado a sus habitantes en sus hogares. Moderna produjo la vacuna en colaboración con el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, el cual forma parte de los Institutos Nacionales de Salud federales de Estados Unidos. Estudio, una esperanza para prevenir la enfermedad En la fase 1 del desarrollo de la vacuna, 45 personas recibieron una dosis y generaron una respuesta del sistema inmune. Posteriormente, hubo 30 que desarrollaron anticuerpos en la sangre unidos al virus SARS-CoV-2. Ocho de esas 30 personas fueron sometidas a otro ensayo que demostró que los anticuerpos generados anteriormente podrían neutralizar al virus y prevenir su capacidad de infectar células humanas. Los hallazgos aún no prueban que la vacuna funcione en su totalidad. En una segunda fase de los ensayos, se ampliará la base de datos de seguridad e inmunogenicidad, dijo el presidente de Moderna, Stephen Hoge. Declaró que su objetivo es que la vacuna esté disponible para una amplia distribución a fin de este año o principios del próximo año. No obstante, aún falta camino por recorrer hacia su aprobación. “Si nosotros y otros creamos datos que muestran que la vacuna tiene un potencial de beneficio, que es segura y tiene un potencial de eficacia, entonces hay circunstancias en las que la vacuna podría desplegarse en poblaciones de alto riesgo antes, bajo la autorización de uso de emergencia”, consideró Hoge. Dicha autorización de uso de emergencia sería tomada por los reguladores y principalmente por la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA), que a inicios de mayo aprobó el uso de emergencia del antiviral Remdesivir contra el COVID-19. El desarrollo de la vacuna de Moderna formó parte de la iniciativa liderada por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, dirigido por el epidemiólogo de la Casa Blanca, Anthony Fauci. ¿Habrá dosis suficientes? Generalmente, para una vacuna llegue al mercado pasan años, a veces una década o más, tiempo durante el cual se hacen hacer ensayos a gran escala, en miles de personas, para verificar si la vacuna previene la infección y no empeora la enfermedad. Sin embargo, ante la urgencia de contar con un antígeno que frente la pandemia de COVID-19, actualmente hay docenas de compañías y universidades que al igual que Moderna también se apresuran para crear vacunas contra el coronavirus, y varias también han comenzado a evaluar a sus candidatos en seres humanos, incluidos Pfizer y su socio alemán BioNTech, la compañía china CanSino y la Universidad de Oxford, que trabaja con AstraZeneca. Los expertos coinciden en que es esencial desarrollar múltiples vacunas, porque la necesidad mundial urgente de miles de millones de dosis superará con creces la capacidad de producción de cualquier fabricante. No hay tratamiento probado o vacuna contra el coronavirus en este momento. De acuerdo con The New York Times, docenas de compañías en los Estados Unidos, Europa y China están compitiendo para producir vacunas, utilizando diferentes métodos.