Héctor Jiménez / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Durante febrero, en un periodo de sólo un mes, Michoacán pasó de enfrentar el peor momento de la pandemia de COVID-19 a descender al semáforo amarillo en las estadísticas nacionales y perfilar su rumbo al color verde y al regreso a clases. Si bien es evidente la desconcentración de pacientes en nosocomios y una aparente baja en los contagios, estos avances se han visto empañados por lo que señalan como un subregistro en los casos activos, incluyendo los recopilados de forma oficial. En lo que va de este año, La Voz de Michoacán recopiló al menos tres testimonios de personas que tuvieron un resultado positivo al COVID-19 mediante la prueba de laboratorios privados. Sin embargo, al momento de comunicarse a la línea de Ayuda de la Secretaría de Salud de Michoacán (SSM), los operadores se negaron a tomar sus datos o los de sus familiares contagiados. Rechazaron registrar nombres, edades, domicilios, historial clínico o hacer un seguimiento de sus casos. Su única respuesta fue “quédense en casa”. Los anteriores tres pacientes creen que sus contagios ni siquiera fueron registrados en las estadísticas estatales y, de haber sido así, desconocen qué información recopilaron al no pedirles un solo dato. “Esto es lo común que le pasa a la gente, se dice que es la falta del personal necesario, pero yo más lo veo como falta de capacitación de a quién ponen a atender a esos casos”, comentó sobre el tema Raymundo Puebla Calderón, integrante destacado del Colegio de Médicos de Michoacán (Comemac). Añadió a esta fórmula los casos de pacientes contagiados del COVID-19 que ni siquiera buscaron registrarse en los datos oficiales. “Tomemos en cuenta que hay mucho subregistro en el sentido de que se infectaron dos o tres miembros de una familia y no fueron registrados porque muchos no acudieron a la toma de muestra. Tenemos ese subregistro, yo te pudiera hablar de mínimo 10 casos de personas que pasaron la infección en sus casas sin ningún problema, pero no están reportados. Así que sí hay un subregistro”, aseguró. Adicionalmente, un laboratorio particular de Morelia compartió de forma anónima a este medio que a finales febrero promedió entre 50 y 70 casos semanales de COVID-19 pero no existe un seguimiento diario y puntual con la SSM. El mismo comportamiento, se teme, habría con otros puntos, en donde habría un desfase de cifras o incluso el que no se tomen en cuenta. Raymundo Puebla Calderón, integrante del Colegio de Médicos de Michoacán. Foto tomada de Facebook. “CIFRAS DE CASOS ACTIVOS, POCA CERTEZA” Sin embargo, el dato que más llamó la atención es el de casos activos, el cual es uno de los principales indicadores de la pandemia y mide a las personas contagiadas en un periodo de 21 días restando las defunciones y las recuperaciones. Durante febrero se observó un evidente desfase en cómo se interpretaba este dato de manera diaria pues los pacientes se recuperaban de forma inmediata, según las cifras. Es decir, el registro de casos activos descendía notablemente pese a que cada día sumaban entre 350 y 400 infecciones nuevas. En un periodo de sólo 6 días, del 16 al 21 de febrero, Morelia sumó 553 nuevos contagios, pero los casos activos se contaban en 249. Es decir, para que esta cifra fuera cierta tendrían que haberse curado cerca de 300 personas en cinco días, además de descartar los contagios de los 15 días anteriores. Al pedir información a la SSM y buscar una voz interna sobre esta discrepancia, la persona encargada de Comunicación se limitó a repetir la información ya conocida: los casos activos se registran por 21 días y se les restan recuperados y muertes. El fenómeno se repitió durante todo febrero. Los contagios en Michoacán del 10 de febrero al 1 de marzo fueron 6 mil 006, pero los casos activos reportados fueron apenas mil 349. En lo que respecta a Morelia, los nuevos contagios en 20 días fueron mil 466, pero los casos activos marcaron únicamente 308. Los casos activos reportados por la SSM incluso son menores que los acumulados de una sola semana, que en el caso de Morelia fueron 381 y en Michoacán ascendieron a mil 778 del 23 de febrero al 1 de marzo. “No sé si se pueda hablar de un sub registro (de casos activos). Los datos epidemiológicamente no son razonables, no nos dan certeza”, concluyó Puebla Calderón. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. A su vez, el presidente interino de Morelia, Humberto Arroniz Reyes, recordó que por cada caso confirmado se deben considerar 8 no registrados, a lo cual los desfases de datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que llega a hacer sus reportes de forma tardía. “Es un problema de coordinación entre IMSS y Salud, la Secretaría cuenta con mucha mejor tecnología que no tiene el Seguro Social y de repente nos asustan con ciertas cifras en Morelia. Además, los expertos nos han dicho que por cada acaso conocido hay 8 más que no se conocen. “No sé cuánto puede ser el porcentaje de subregistro, pero indiscutiblemente que lo hay porque uno lo ha vivido, conozco tres familias que en enero se enfermaron de COVID-19 y afortunadamente sólo uno se puso un poco mal, pero no fue al hospital, llamó a un médico particular y lo sacaron adelante. En ningún momento fueron a la Secretaría de Salud, ni la Secretaría de Salud los buscó”, comentó Puebla Calderón.