Redacción / La Voz de Michoacán Ciudad de México. El cuerpo de la mujer llegó a su domicilio donde la esperaban sus dos hijas; el gobierno de la Ciudad de México se comprometió a reparar el daño de forma integral. “¿A poco vale 10 mil pesos una muerte y dos huérfanas?”, cuestionó Maximino Jiménez, familiar del esposo de Gabriela, la mujer que murió en el atentado contra el titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch. El pasado 26 de junio, Gaby, de 26 años de edad, se dirigía a trabajar en un puesto familiar de antojitos mexicanos cuando se desató el tiroteo alrededor de las 06:38 horas y una bala impactó su cabeza. https://twitter.com/escobarrez/status/1277304002397405184 Hasta este sábado, 30 horas después de su muerte, finalmente el cuerpo de Gabriela llegó a la casa donde vivía, en la comunidad de El Potrero, en el municipio de Xalatlaco, Estado de México. Ahí la esperaban sus dos hijas y el resto de su familia. Según información de los familiares de la mujer fallecida, un funcionario de gobierno les entregó 10 mil pesos en una reunión privada que sostuvieron tras lo sucedido, pero exigen una indemnización justa. Gobierno hará reparación del daño Por su parte, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas de la CdMX, en coordinación con la Fiscalía capitalina, se comprometió a la reparación integral del daño a los familiares de Gabriela. “Se mantiene comunicación y seguimiento con su esposo, víctima indirecta y familiares cercanos, a quien personal de la Comisión ha acompañado en el proceso, garantizando en todo momento el apoyo jurídico, psicoemocional, de trabajo social, así como que la proveeduría de los servicios funerarios y asistencia alimentaria estén cubiertos y asegurando gratuidad en todo momento”, expuso la dependencia en un comunicado. https://twitter.com/CEAVI_CDMX/status/1277298034045526019 Agregó que se gestionará en breve el correspondiente acceso a programas sociales de las víctimas indirectas y se han cubierto los gastos económicos derivados del lamentable fallecimiento, dando margen y respetando el duelo de la familia.