Ciudad de México.- De los 35 fallecidos en la detonación en cadena del tianguis de San Pablito, Tultepec, más de la mitad eran vendedores y productores de juguetería pirotécnica; sus restos ya son velados este jueves o están por llegar a sus hogares para recibir el último adiós. La séptima posada, igual que la cuarta y la quinta, se suspendieron en Tultepec, por el llanto y el luto que dejó la detonación y desaparición del tianguis más grande del país. Este jueves 22 de diciembre los cuerpos de las vendedoras Clara, Desideria y Ángeles, una pequeña de once años, fueron sepultados en Xahuento y en San Martín, después de que cientos de pobladores las despidieron en la parroquia de la Virgen de Loreto, entre música de mariachis y banda de pueblo. Fallecieron debido a quemaduras y por ladrillos que fueron proyectados durante las detonaciones. En Tultepec se oficiaron dos misas de difuntos y el viernes 23 de diciembre habrá otras cuatro, con varios difuntos en cada una de ellas. La cifra oficial de personas fallecidas podría subir este jueves al menos a 36, la mayoría de ellos pobladores de Tultepec.