¿Quién habría pensado que del tequila se pueden obtener diamantes? En 2008, investigadores mexicanos descubrieron que el vapor calentado del tequila blanco (40% alcohol), puede dar forma a gemas preciosas de tamaño nanométrico. La clave detrás del sorprendente hallazgo radica en la proporción de hidrógeno, oxígeno y carbono dentro del tequila, ingredientes necesarios para obtener diamantes. El equipo de científicos, conformado por Javier Morales, Luis Miguel Apátiga, y Víctor Manuel Castaño de la Mexicanos Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), originalmente experimentaban con la creación de diamantes a partir de soluciones orgánicas como acetona, etanol, y metanol. Al darse cuenta que el compuesto ideal de 40% etanol y 60% agua era similar a las proporciones presentes en el tequila, decidieron ponerlo a prueba. Calentaron una pequeña botella de tequila blanco a 280ºC para transformarla a su estado gaseoso. Posteriormente, calentaron el gas a 800ºC dentro una cámara de reacción para descomponer su estructura molecular. Sobre charolas de silicón o acero inoxidable, se acumuló una delgada película de diamantes esféricos, de entre 100 y 400nm de tamaño. Más que una mera curiosidad, este descubrimiento podría tener aplicaciones prácticas en la fabricación de recubrimientos de herramientas de cortado, semiconductores de alta potencia, detectores de radiación y dispositivos óptico-eléctricos.