Redacción / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Según la Organización Mundial de la Salud, más de mil millones de personas viven en todo el mundo con algún tipo de discapacidad, aproximadamente el 15 por ciento de la población mundial; de ellas, casi 190 millones tienen dificultades en su funcionamiento y requieren con frecuencia servicios de asistencia. El número de personas con discapacidad va en aumento debido al envejecimiento de la población y al incremento de enfermedades crónicas. De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020, en México hay 6 millones 179 mil 890 personas con algún tipo de discapacidad, lo que representa 4.9 por ciento de la población total del país. De ellas 53 por ciento son mujeres y 47 por ciento son hombres. En una era en la que la inclusión es un tema que está en la mente de todos, es fácil olvidar que la discriminación tiene muchas caras y una de las que se le da menos atención de la que merece es el capacitismo. Mejor conocido como "ableism" en inglés, el capacitismo es un tipo de prejuicio social contra las personas con discapacidad cuya visión consiste en que las personas "capacitadas" son la norma en la sociedad y que los individuos con discapacidad o diversidad funcional deben adaptarse a esta norma o ser excluidos. Este tipo de discriminación se puede manifestar en distintos ámbitos del día a día de una persona con discapacidad. A continuación, veremos cinco formas en las que el capacitismo se lleva a cabo. La falta de oportunidades Un ejemplo muy común del capacitismo ocurre en el contexto laboral, específicamente cuando el profesional que es candidato para un puesto de trabajo dentro de una empresa es rechazado desde el instante que informa a dicha entidad sobre su discapacidad. El diseño de la exclusión Las personas con discapacidad, especialmente aquellos con movilidad reducida o dificultades de visión, tienen que lidiar con el hecho de que tienen que aprender a navegar y trasladarse en ambientes que no fueron diseñados con ellos en mente y esto se nota en la falta de accesibilidad en los diseños de edificios, espacios públicos, medios de transporte y hasta eventos. El sutil lenguaje de la discriminación El capacitismo también puede surgir en la forma que las personas se expresan cuando se emplean términos o palabras que devalúan a un individuo con discapacidad. Esto ocurre cuando, por ejemplo, se utilizan palabras asociadas a una discapacidad como un insulto o un tipo de burla. Esta mentalidad también se nota en comentarios que sutilmente revelan una actitud prejuiciosa contra personas o grupos marginados. Limitaciones en la educación Tanto en colegios como en universidades, una persona con discapacidad se puede topar con profesores que no están preparados para trabajar con alguien con requerimientos específicos o que simplemente no hacen caso a las "necesidades" de esos individuos. Asimismo, hay instituciones académicas que prefieren evitar las complicaciones de tener que lidiar con estudiantes con discapacidad. La falta de consciencia en las interacciones Otra situación que es muy común es el hábito de subestimar a una persona con una discapacidad o diversidad funcional, específicamente aquellas que son consideradas "invisibles" como trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o trastornos del espectro autista (TEA). Esto se puede manifestar en interacciones en las que se le habla a una persona con discapacidad como si fuera un niño o niña o asumir que no se pueden adaptar a un entorno que no le es favorable porque le falta voluntad.