Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.- La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Chiapas condenó los hechos violentos de este domingo en Oaxaca, y responsabilizó al gobierno federal y de esa entidad de la seguridad e integridad física de los docentes de la Sección 22 en su lucha contra la reforma educativa. Tras los hechos del Nochixtlán, Oaxaca, donde se reportó la muerte de tres personas y 45 lesionados, el magisterio disidente chiapaneco se declaró en "alerta máxima permanente" y movilizó a sus bases ante cualquier llamado. En estos momentos profesores, padres de familia y ciudadanos marchan del sector poniente al zócalo de la capital chiapaneca, donde la CNTE se concentra en “plantón” y paro de labores desde el pasado 15 de mayo. Los manifestantes repudian los sucesos en Oaxaca y exigen una salida pacífica y negociada al conflicto magisterial en el país. En un comunicado, el magisterio disidente condenó la brutal represión” en contra de “la combativa Sección 22 y del pueblo oaxaqueño” que “con dignidad” han salido a las calles en defensa de la educación pública. Responsabilizó al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer y al gobernador Gabino Cué Monteagudo de la integridad física y sicológica de los maestros oaxaqueños. Exigió la liberación inmediata e incondicional de todos “los presos políticos” detenidos de “manera arbitraria” por las policías. Los maestros disidentes de Chiapas exigieron la instalación inmediata de una mesa de diálogo y negociación con el gobierno federal. El Consejo Interreligioso de Chiapas, integrado por los obispos de las tres diócesis y diferentes denominaciones evangélicas llamó gobierno federal a la apertura de una mesa de diálogo con la CNTE. Advirtió que “cerrarse a dialogar es destruir la democracia, es pensar que alguien tiene toda la verdad y eso no es cierto”.