Redacción / La Voz de Michoacán Monterrey, México. Este caso parece una verdadera película de terror, pero una vez más la realidad demuestra que puede ser mucho peor que la ficción, el caso del apodado “El Asesino de Cumbres” fue muy sonado a nivel nacional e internacional debido a la crueldad del asesinato y la indignación que causó en la sociedad, pues las víctimas fueron dos niños pequeños. La madrugada del 2 de marzo del 2016, México se levantaba con una noticia tan lamentable como aterradora, Diego Santoy había asesinado a los dos pequeños de la familia Peña Coss y había herido gravemente a su ex novia, Érika Peña Coss, hermana de las víctimas; debido a que ella se había negado a regresar con él, cosa que enfureció a Diego, y en un ataque de irá, cometió uno de los asesinatos más terribles en la historia de México. Hoy, a quince años y medio de la tragedia, la casa donde se llevó a cabo este crimen ha sido demolida. Desde hace una semana, alrededor de 20 trabajadores, han utilizado maquinaria pesada y herramientas manuales para derribarla. Cuentan que después de los hechos, la casa fue vendida y paso en manos de varias familias, pero todas ellas la deshabitaron al poco tiempo. La empresa inmobiliaria encargada de la demolición no ha dicho nada sobre lo que se piensa hacer en el terreno donde se encontraba el inmueble, por lo que no se sabe que se construirá o qué es lo se será ahora. Medios locales de Monterrey han afirmado que este viernes ya no quedarán rastros de la propiedad que fue marcado por aquella madrugada del 2 de marzo de aquel año. Las paredes y los techos que fueron testigos de la masacre quedarán destruidos, pero la historia y el caso, siguen vivos en la memoria de México. EL ASESINO DE CUMBRES, LA HISTORIA Diego Santoy y Érika Peña Coss, que en aquel entonces tenían 19 y 15 años respectivamente, se conocieron en una discoteca en la ciudad de Monterrey, los dos fueron a festejar los XV años de una amiga que tenían en común, y al conocerse, la atracción fue mutua. Ambos comenzaron a salir algunas veces, hasta que por fin se hicieron novios, pero la relación se fracturó gracias a los celos contrastantes de Diego hacia Érika. Luego de dos años de entablar una relación violenta, Érika decidió terminarlo. En ese momento el mundo se le vino abajo a Diego y le rogó en varias ocasiones que arreglaran lo suyo, pero la joven fue muy clara, no iba a regresar con él. Después de eso, las cosas parecían haberse calmado entre los dos, hasta llegaron a salir un par de veces como amigos, pero lo peor estaba por venir. La madrugada del 2 de marzo del 2016, Diego llegó a la casa de los Coss, ubicada en la colonia Misión Cumbres, y trepó por la casa cubierto con un pasamontañas y una mochila, se dirigió hasta la habitación de Érika para intentar convencerla de reiniciar su noviazgo, ella se dio cuenta de la presencia de Diego y ambos bajaron a la sala de la casa para dialogar. Su discusión y los gritos despertaron a Erick Azur, de 7 años de edad, quien bajo a ver qué pasaba y en un ataque de ira, Diego asesinó al pequeño apuñalándolo con un cuchillo en repetidas ocasiones, y luego asfixió a la hermana menor de la familia, María Fernanda Peña Coss, de 3 años de edad. En el ataque, también fue herida Érika peña Coss, quien recibió un corte en la garganta. Luego de haber cometido el crimen, Diego secuestró a la empleada domestica de los Coss, Catalina Bautista, y se la llevó encerrada en la cajuela de su auto para evitar que ella pudiera hablar y huyó del domicilio, luego la liberó. Érika sobrevivió, se arrastró hasta la oficina de su madre, y fue ella quien llamó a los servicios de emergencia y a la policía. En el lugar de los hechos también se encontraba la hermana mayor de la familia, Azura Peña Coss, quien declaró que todo el tiempo ella estuvo trabajando en su computadora dentro de su habitación, pero al traer puestos los audífonos, no escuchó nada. Finalmente, Diego fue capturado el en Salina Cruz, Oaxaca junto a su hermano, quien le estaba ayudando, al igual que su madre; a escapar del país, el momento de su captura, se encontraba huyendo hacia Guatemala. Hoy en día Diego Santoy cumple su condena en la cárcel, un juez lo declaró culpable de los delitos de homicidio calificado, homicidio calificado en grado de tentativa, robo y privación de la libertad, condenándolo a 138 años en prisión, pena que fue cambiada por los abogados del acusado debido a inconsistencias en ella, a 77 años, 7 meses y 7 días. INCONSISTENCIAS Y DUDAS En su momento este caso presentó varias inconsistencias que hicieron dudar a las autoridades y a la sociedad en general, de que Diego fuera el único culpable. En un principio él admitió su culpabilidad en los crímenes que le habían imputado, pero luego cambió su versión de los hechos, cosa que dividió a la sociedad en dos partes. En su segunda versión, Diego dijo que en realidad, la mente maestra de los asesinatos había sido la misma Érika, pues ella había sido quien había asesinado a sus hermanos por el odio que les tenía. Según sus declaraciones, la joven odiaba a sus hermanos porque siempre era ella la que tenía que cuidarlos debido a las largas ausencias de sus padres por el trabajo, y que él solamente le ayudo a llevar a cabo su plan. Él si admitió su culpabilidad, pero mencionó que Érika lo había chantajeado al haberle dicho que si tanto la quería, le ayudara con ello, que eso sería una prueba de su amor. Además, durante en una audiencia en donde se encontraba presente Érika, Diego le dijo cara a cara a ella, que estaba dispuesto a pagar por sus crímenes, pero que no pagaría por los de ella, a lo ella le respondió que ella tenía las manos limpias y el alma también. El asesino de cumbres dio una tercera versión de los hechos, en donde aseguraba que había sostenido un romance con la madre de Érika y que ella se había enterado, y en un ataque de ira, asesinó a sus hermanos. Durante las audiencias de los juicios se le practicaron muchos exámenes psicológicos a Diego, y todos coincidían en que tenía la personalidad de un asesino serial. Este caso es tan famoso, que hasta tiene su propia película, Cumbres, y le han hecho varias entrevistas y un sinfín de documentales, en los que diego da su testimonio y sigue asegurando que su ex novia tuvo que ver también en la muerte de sus hermanos. DIEGO, ¿CELEBRIDAD? Debido a que el caso es famoso, hay varios admiradores de Diego, hasta han formado grupos de fans que lo defienden, de hecho, la presidenta de uno de ellos se casó con él y tienen un hijo. En este punto madamas queda preguntar qué está pasando con la sociedad, que se les está enseñando a los niños y jóvenes, por qué Diego tiene tantos admiradores. La realidad a veces es peor que la ficción, y este caso es prueba de ello.