Dos policías, cuatro agentes comunitarios y cinco delincuentes murieron en diferentes enfrentamientos registrados en una localidad mexicana fronteriza con los Estados Unidos y un estado al sur del país. El Grupo de Coordinación Tamaulipas, que coordina la seguridad de Tamaulipas, uno de los estados más violentos de México, informó de que en tres enfrentamientos entre policía y miembros de grupos criminales que se registraron el jueves por la noche en el municipio de Río Bravo, que colinda con Texas, Estados Unidos murieron siete personas. Las autoridades mataron a dos delincuentes no identificados que se desplazaban en un automóvil con placas de los Estados Unidos, quienes dieron muerte a un agente y dejaron herida a una mujer policía. Durante una operación de búsqueda de los implicados en el incidente anterior, los policías se vieron envueltos de nuevo en un enfrentamiento y otro agente y tres civiles más perdieron la vida. Los integrantes del grupo armado provocaron bloqueos en el municipio durante el operativo policial. Los bloqueos de calles y carreteras por parte del crimen organizado son una estrategia utilizada habitualmente para evitar enfrentamientos con policía y ejército y escapar de los operadores de la ley en los municipios fronterizos con los Estados Unidos, plazas clave para diversos cárteles del narcotráfico que pelean por el control de las rutas clandestino de paso hacia el norte. El mismo día, la Fiscalía General del estado de Guerrero, al sur del país, informó de la muerte de cuatro policías comunitarios en una emboscada en el municipio de Tixtla. Según un comunicado hecho público por la institución, siete policías comunitarios, pobladores autorizados por la ley a portar arma en defensa de su municipio, fueron atacados mientras patrullaban por hombres con fusiles de asalto. Sólo sobrevivieron tres, que fueron trasladados a un hospital cercano. El grupo de atacantes se desplazaba en diez camionetas. En las calles de Tixtla se cruzan varios de los conflictos que mantienen a Guerrero en un estado de tensión permanente. Grupos de policías comunitarios se enfrentan entre sí y con grupos del crimen organizado que se dedican al narcotráfico y la extorsión. Las policías municipales han estado coludidas con el crimen organizado, como se demostró tras la desaparición de 43 estudiantes normalistas hace ahora un año y se ha acusado al ejército de pasividad ante la actividad criminal. En Tixtla se cancelaron las elecciones intermedias de junio porque no pudieron instalarse un gran número de casillas electorales. Padres de los normalistas y maestros disidentes se movilizaron para impedirlo como parte de una campaña de boicot al proceso político y deberán repetirse el próximo domingo.