21 migrantes escaparon luego de 45 días secuestrados en dos casas de seguridad en Reynosa, Tamaulipas, por lo que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) brinda apoyo legal y psicológico. Entre los migrantes hay tres mujeres y un menor. Las personas provienen de Guatemala, El Salvador, Nepal, India, Perú y Honduras. Por instrucciones del ombudsman nacional, Raúl Plascencia, desde el 7 de noviembre pasado un grupo de visitadores adjuntos de la CNDH se trasladaron a la estación migratoria para hablar con los migrantes y explicarles sus derechos. Los 21 expresaron su deseo de regresar a sus países de origen. El personal de la CNDH certificó las condiciones de salud en que se encontraban destacando que dos de ellos presentaban lesiones en los glúteos, producto de golpes recibidos por sus secuestradores. Los migrantes dijeron que algunos fueron secuestrados mientras viajaban en un autobús, mientras que otros fueron abordados por los criminales cuando descendían en una parada. Señalaron que quienes los tenían cautivos les solicitaban entre 2 mil y 4 mil 500 dólares por persona para su liberación. La Comisión solicitó al Instituto Nacional de Migración que diera seguimiento a la atención médica proporcionada los migrantes, con la finalidad de que se salvaguarde el derecho a la salud, además de que, en caso de requerirlo se les brinde apoyo psicológico necesario, y se le dé celeridad a los procedimientos migratorios respectivos.